- Introducción.
Señor presidente de nuestra Bicentenaria República, Primera Dama, estimados Hermanos en el Episcopado, Autoridades de Estado, clero, religiosos, religiosas, queridos seminaristas y amadísimo Pueblo de Dios aquí presente o siguiéndonos por los distintos medios de comunicación. Me dirijo a todos Ustedes, desde la Palabra de Dios, como un hijo de esta tierra, como un ciudadano que ama la Patria, como Pastor y voz de muchas personas. Consciente que en lo que voy a señalar, la Iglesia tiene parte de culpa y de solución. Además, sé que es difícil complacer a: tirios y troyanos”.
- María Madre de todos.
El evangelio de hoy, en esta celebración Mariana Nacional, nos habla que Jesús en la cruz en su agonía le dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.” Luego, dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre.” La Iglesia ve en ello, que Juan representa a toda la humanidad, que recibe a María como madre de todos. María es Madre y toda madre es modelo de sus hijos y toda madre intercede por sus hijos y por eso María es refugio de pecadores, amparo de pecadores. ¡Si la tierra que piso Jesús es santa, cuanto más el vientre purísimo de la Santísima Virgen María! ¡Nunca seremos capaces de amar a María, más de lo que, la ama su Hijo Jesucristo! A Jesús por María. “Hagan lo que él les diga”.
- Intercesión.
Don Carlos Alvarado, según sus palabras, usted está en política con buena y recta intención para mejorar este país, pero como bien lo sabe, gobernar es tarea difícil e ingrata. Por eso la Palabra de Dios nos pide orar por nuestros gobernantes. Por lo tanto, Señor presidente oramos por Usted y su Gobierno. Rezamos también por nuestro Hermano Pueblo de Nicaragua, tan mariano. Respetuosamente aprovecho para exhortar a los medios de comunicaron social, a la mayor objetividad posible, para no caer en el amarillismo periodístico, que tanto daño hace a todos.
- El Egoísmo.
Erróneamente: ¡Algunos dicen que la Iglesia no debe meterse en política! ¡Y los que eso dicen, si se meten en todo, hasta en asuntos internos de Iglesia!
Aclaro: Iglesia somos todos los creyentes y la política es el esfuerzo para construir el Bien Común. Por lo tanto, como ciudadanos, los católicos tenemos el derecho inviolable a meternos en política. Y como creyentes: ¡tenemos la obligación evangélica de involucrarnos en política, para construir un país mejor, para construir el Reino de Dios! En una democracia: Los creyentes tenemos derecho a la libertad religiosa, la exigimos. ¡Y los clérigos políticamente tenemos derecho a no ser ciudadanos de segunda categoría, minoría discriminada! Algunos critican cierta ayuda económica del Estado a la Iglesia Católica. Pero, ¿Quién sirve a quién? La Iglesia ha servido al Pueblo y al Estado costarricense por siglos. Por ejemplo: nuestros templos son usados como albergues en emergencias nacionales. Muchos de nuestros templos son patrimonio cultural costarricense, tenemos muchas acciones sociales, los clérigos somos notarios públicos gratuitamente, desde la Colonia, etc. Lo que debemos tener claro: ¡Es que el único verdadero enemigo y adversario de todos los costarricenses, es el egoísmo humano, el querer enriquecerse cada vez más, sin importarle el prójimo y el pelear por algunos, asuntos gremiales, sin importarle el resto de la sociedad! En un país donde hay pocos ricos, cada vez más ricos y muchos pobres cada vez más pobres, no hay justicia social y por lo tanto no habrá paz social desgraciadamente. Entonces la solución a nuestros problemas nacionales es dejar el pecado de egoísmo y trabajar por el bien común desde el diálogo y la concertación social, tarea nada fácil, pero obligatoria y vital. Un pais sale adelante por el esfuerzo de todos sus ciudadanos, y no sólo por la gestión de los politicos de turno. ¡O negociamos como hermanos, o estamos sembrando la semilla nefasta de la violencia y de la dictadura Unidos somos fuertes, divididos somos débiles! ¡O nos unimos o nos hundimos! Es decir, si no hay concertación social, todos perdemos: ricos, pobres, empresarios, sindicatos, gobierno e Iglesia, nadie gana. Los grandes perdedores serán los más pobres. No negociar es suicidio nacional.
- Derecho a la protesta.
¡Claro que hay derecho ciudadano a la legitima protesta!, pero debe darse dentro del marco de la legalidad, con respeto y por medios pacíficos, al estilo tico. ¡La violencia sólo engendra violencia! Para mí no es el ideal cerrar el libre tránsito de personas, servicios y mercancías. Hay que ser creativos y buscar nuevas formas aceptables de protesta y de presión ciudadana. De todos modos, recordemos: ¡iLa mejor protesta es el voto bien pensado! ¡Cada cuatro años tenemos el privilegio de protestar: y algunos no lo usan! ¡También es cierto que existe la injusticia y la violencia institucionalizada y que no todo lo legal es moral! Ello lleva a ciudadanos a las protestas y a las manifestaciones públicas. Por eso el gobierno de turno y quienes lo adversan, deben estar siempre dispuestos a escuchar, a dialogar y negociar. La política es el arte de negociar: a veces ceder para ganar todos. Es mejor un mal arreglo que un buen pleito. Señor presidente, el pueblo debe saber con nitidez lo que usted piensa y quiere como gobernante, por lo tanto, se requiere una mejor comunicación con los ciudadanos. Lo contrario crea una confusión fatal para el país. Sus subalternos deben actuar en comunión con Usted, para no extralimitarse, si no le “embarrialan la cancha”. Por ejemplo, en el caso de la relación de su Gobierno con la Iglesia Católica, se le atribuyen algunas cosas negativas, que según sus propias palabras: “ni ha pensado, ni quiere, ni ha ordenado”. Como católicos nos sentimos a veces: marginados e invisibilizados, por autoridades civiles.
Por lo tanto, se requiere de su parte una comunicación clara y directa y que sus subalternos sigan su pensar y se centren en los graves problemas nacionales y no arrinconen a la Iglesia como actor social.
- Falta de trabajo.
Nos angustia: La inseguridad ciudadana, la falta de vivienda y la falta de trabajo digno y de oportunidades de estudio, para muchas personas, especialmente jóvenes. Los esfuerzos del país deben seguir dirigidos a solucionar este flagelo. Es ya clásico, desgraciadamente el abandono de los agricultores, por parte del Estado costarricense, por décadas y décadas. No apoyar suficientemente al campesinado, es destruir a la familia rural, que se ve obligada a desintegrarse, en busca de trabajo. Y la familia es la base de la sociedad. ¡Destruimos la familia, destruimos el país! Por ejemplo, muchos agricultores y ganaderos de Guanacaste necesitan más agua, para seguir viviendo y trabajando en el campo. Que sigan los esfuerzos en esa dirección.
- Los pescadores.
¡Los lugareños costeños tan olvidados por décadas y empobrecidos! En mis visitas a la costa, me cuentan los pescadores la problemática que viven. El Estado costarricense debe promoverlos, o si no, se los estamos entregando en bandeja de plata a los narcotraficantes.
Pero también los pescadores deben tener principios morales y decirle no al dinero fácil. ¡Quien entra al narco, no sale o sale muerto! No queremos un narco Estado.
- La corrupción Sin educación no hay progreso.
¡Educar a una persona es salvar a la humanidad entera! “Para que queremos tractores sin violines!” Debemos educar en valores humanos y no sólo en tecnología. ¡Para que queremos licenciados, masters y doctores, pero sin ética y moral! El cáncer de la corrupción destruye una sociedad. Por eso todos juntos debemos luchar contra la corrupción pública y privada. ¡Dolorosamente muchas familias han fallado en su misión de educar! Este país tiene recursos, pero no están suficientemente bien administrados. No permitir la impunidad. ¡Castigo para los corruptos! “Ladrón que roba al pobre, tiene 100 años de condenación”.
- El rechazar no es cristiano
Hablo desde una Iglesia que es santa y pecadora, que está en constante camino de conversión y que reconoce sus errores y ha pedido perdón. El cristianismo como estilo de vida, es la religión del amor y de la libertad de los hijos de Dios, por eso los cristianos no podemos rechazar a nadie y por ende tampoco a las personas sexualmente diversas. A una persona sexualmente diversa: “Quién soy yo para juzgarla!” La homofobia es antievangélica. Es cierto, desgraciadamente hay católicos que piensan y actúan sin caridad frente a estos hijos de Dios y de la Iglesia, con ello no podemos estar de acuerdo, algunas de estas personas, son seres humanos con historias muy dolorosas y traumáticas Debemos respetar a las personas sexualmente diversas e incluirlas en la Iglesia Madre Misericordiosa, imagen de María.
Muchos sacerdotes, en nuestra vida pastoral, hemos atendido a tantas personas sexualmente diversas, mostrándoles la infinita misericordia de Dios y el llamado a la vida cristiana. Los cristianos debemos amarlos y respetarlos, aunque en ciertos asuntos no estemos de acuerdo con ellos.
Esta realidad de la diversidad sexual, es algo que la Iglesia debe tratar desde la Palabra de Dios, con prudencia, respeto y sabiduría, como lo ha hecho con otros asuntos a lo largo de su historia, para encontrar las debidas respuestas pastorales. Pero también es cierto, que tenemos el derecho a exigir respeto a las creencias cristianas de la mayoría de la sociedad costarricense. Entre cristianos católicos y evangélicos, somos una buena mayoría en este país, “un fuerte caudal político”. Respetuosamente, recuerde Señor Gobernante que muchos votos católicos fueron los que lo llevaron a la silla presidencial y usted está en compromiso con ellos, aunque sólo sea como clientela política. No se puede defender derechos de minorías, ignorando derechos de mayorías. Este país fue fundado y se sostiene sobre raíces cristianas, por eso tantos romeros se han dirigido a la Negrita de los Ángeles. El gobernar para todos, no debe ignorar la historia cristiana de este país.
- La cuestión de género.
¡El cristianismo fue el que le aportó a la Humanidad, el valor de la dignidad de la persona humana!
Estamos de acuerdo desde el Evangelio de seguir luchando contra la cultura que margina a la mujer en la sociedad, por eso nos encontramos en esta fiesta mariana, fiesta a la mujer! No se justifica la violencia a la mujer y los femicidios. Se debe respetar las diferencias siempre entre el hombre y la mujer y promover su equidad.
Que quede claro: desde la fe cristiana el respeto al otro sexualmente diverso, no implica la promoción de ese estilo de vida, ni de su equiparación al matrimonio entre hombre y mujer. A muchos no nos parece la cuestión de género impulsada en el país, el mismo Papa Francisco ha sido reiteradamente clarísimo al respecto. Rechazamos la imposición de esa visión de género al pueblo costarricense, sobre todo donde se viola y pisotea la patria potestad sobre los menores de edad. Los hijos no son propiedad del Estado costarricense. En la relación Estado-ciudadanos: ¿Quién manda a quién? ¿Quién sirve a quién? ¿Quién le paga a quién? El Soberano es el Pueblo, el Estado debe obedecer y estar al servicio del Pueblo y no al revés. El Estado no tiene dinero propio, maneja los impuestos de los ciudadanos, muchos de ellos cristianos. No estamos de acuerdo que, con nuestros impuestos, se imponga la visión de género, tan de moda y promovida por grandes intereses económicos internacionales.
- Cultura de la vida
La Iglesia Católica promueve la cultura de la vida y no de la muerte, porque la gloria de Dios es que el hombre viva, sea feliz. Por eso no estamos de acuerdo con el aborto provocado, la fecundación in-vitro, la manipulación genética sin fines éticos, métodos anticonceptivos abortivos y la eutanasia. Estamos a favor de la cultura de la vida y la familia según el Plan de Dios. La vida humana es inviolable, desde su concepción hasta su muerte natural. Por ello María es madre y protectora de la vida, Debemos ponerle atención a la baja natalidad en el país.
- Final
La Virgen de los Ángeles, “ha gestado en su vientre” al país, la historia nos lo demuestra. Ella es la primera piedra de esta construcción que hoy llamamos Costa Rica. Su hallazgo sucede en 1635, es decir:
- 2 siglos antes de la Independencia de Costa Rica
- 2 siglos antes de la Anexión del Partido de Nicoya.
- 2 siglos antes de La Campaña Nacional del 56.
- 2 siglos antes de la creación de la República.
- 2 siglos antes de la creación de la Diócesis de Costa Rica.
- 3 siglos antes de las gestas sociales del 40 .
- 3 siglos antes de la Segunda República
El gran milagro de la Virgen de los Ángeles es haber unido a los pobres y a los ricos en la Costa Rica colonial, dividida y clasista entre: blancos y no blancos. Españoles, criollos, indígenas, mulatos y negros se unieron como hermanos, en el culto a la Negrita de los Ángeles, forjando la idiosincrasia costarricense, creando una Nación, porque una buena madre busca unir a sus hijos. Cuenten siempre con la Iglesia Católica, para forjar el Bien Común. ¡costarricenses, construyamos un nuevo milagro para nuestro Patria, con la ayuda de la Virgen de los Ángeles! ¡Unámonos para sacar adelante a este país! ¡Si se puede! Lo demostró el esfuerzo conjunto de: Manuel Mora, Calderón Guardia, José Figueres y Mons. Sanabria ¡Que la Virgen de los Ángeles interceda por Costa Rica!
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