Todo el mundo nace con algún talento, pero pocas personas emergen a la vida con muchos. Silvia Hernández Sánchez irrumpe al mundo como persona empática, es mujer comprometida con su género y, es estudiante permanente. Madre, hija y hermana, pero también esposa y compañera. La política es su pasión y, su lucha, es erradicar la pobreza, especialmente, pero no exclusivo, de las mujeres. Su misión es fecundar cimientos de esperanza para la nueva familia costarricense.
Así, dialogamos con Silvia Hernández, presidenta de la Asamblea Legislativa. De nuestra conversación, destacamos varios talentos de la mujer, del ser humano que, a partir de hoy, lidera el primer poder de la República.
Silvia nace un 21 de noviembre. Es la hija mayor de don Freddy Hernández y doña María de los Ángeles Sánchez. Su niñez y adolescencia transcurre en la provincia de Limón. Ahí adopta su alma caribeña. Para ella, la familia en la que nace, tiene un profundo significado. Siempre ha gozado del apoyo y de la confianza de sus progenitores. Nunca coartaron sus sueños, por el contrario, alentaron sus anhelos hasta donde las posibilidades lo permitieran.
Adopta con orgullo la alegría y el calor de la vida limonense. En la escuela se destaca como buena estudiante y, disfruta al integrarse en la banda musical de la institución. En sexto grado se muestra como bastonera en los desfiles estudiantiles. De sus experiencias en la temprana adolescencia, destaca su paso por los campamentos en Playa Grande de Guanacaste, como parte de una tropa de la Asociación de Guías y Scouts. El recuerdo que más disfruta al comentar sus años de temprana juventud, es cuando participaba en la misión de cuidar huevos de tortugas. Vivió intensamente aquel momento, en el que, los depredadores humanos eran el principal factor visible, pero comprender que los animales y aves buscaban alimento a través de los huevos, también fue parte de la enseñanza. Esa historia la prepara para luchar, permanentemente, por el resguardo de las riquezas naturales del país.
Al final de sus años colegiales toma la decisión de buscar un espacio en el programa de intercambios culturales AFS. Ella cursaba el quinto año en el Colegio Técnico Profesional de Siquirres. Es aceptada en el programa estudiantil para los Estados Unidos, lo que le permite graduarse en 1996, del Bryant High School, de Arkansas.
De esta experiencia Silvia recuerda que al llegar a los Estados Unidos, en su primera aventura, viajando sola a otro país, se perdió en el aeropuerto. Ahí, debió resolver por sus propios medios y, sin dominio del inglés. El primer día fue fundamental. Comenta que antes de salir de la habitación reflexionó profundamente sobre el paso que estaba dando. Tuvo que armarse de valor para seguir por la ruta elegida, pero lo logró. Recuerda que siempre tuvo el apoyo de Marva, su mamá gringa, para aprender el inglés. Ella encontraba papelitos con el nombre de todos los objetos por la casa, inclusive en las gavetas. Esto permitió que Silvia se fuera familiarizando con el nuevo idioma. James, el papá gringo, le decía cariñosamente “Miss Study” y, esto se extendió hasta los compañeros y a las compañeras que afirmaban el interés de Silvia por aprender. Comenta que su voluntad llegó hasta lograr leer a Shakespeare en inglés. Algo que todos sabemos que requiere de grandes cualidades culturales e idiomáticas.
Al regresar al país, fortaleció su convicción de que el estudio le abriría las puertas al futuro y, las buenas notas académicas le permitirán romper paradigmas.
Silvia logra acceder a becas en 1999 en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y Universidad Regiomontana, Monterrey, México, donde obtiene un Diplomado en Finanzas y en el 2000, consigue obtener el Bachillerato en Economía de la Universidad Regiomontana, Monterrey, México.
No falta el drama en su vida. Un día cualquiera, al salir de la Universidad, en la parada del bus, la atropelló un carro que la dejó en una situación de gravedad. Tuvo que pasar meses en el hospital y luego en rehabilitación hasta recuperar poco a poco su vida. Es gracias a su tenacidad y su espíritu firme que sale delante de este doloroso episodio.
Se gradúa de Licenciatura en Economía de la Universidad Latina de Costa Rica en el año 2002. De seguido, continúa en la consecución de sueños y obtiene una beca por méritos académicos del Gobierno de los Países Bajos (NUFFIC/NIP), para la realización de estudios de posgrado, a partir del año 2003. Obtiene una maestría en Economía del Desarrollo en el año 2005 del International Institute of Social Studies, Erasmus University, La Haya, Holanda.
De su paso por Holanda, Silvia recuerda una vivencia que la llena de orgullo. Nos comenta que solicitó una entrevista con doña Elizabeth Odio Benito, ex Vicepresidenta de la República, en ese entonces, jueza de la Corte Penal Internacional de Justicia, con sede en La Haya. Doña Elizabeth la recibe, en la puerta de su despacho, con la mayor sencillez. Ningún espaviento. En todo momento privó la humildad de la gran jueza. Silvia guarda esa vivencia como una enorme enseñanza que atesora.
También tuvo un nuevo reto con el idioma. Redactar y presentar la tesis en inglés. No fue un esfuerzo menor, pero lo logré con honores.
En la Haya hizo muchos amigos de todas partes del mundo, lo que, le permite mantener una extensa y extraordinaria red de comunicación.
Cuando regresó de Holanda aplicó para un puesto en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para atender asuntos multilaterales y regresar a Holanda, pero la vida la invitaría a incorporarse a la política nacional durante la administración del Presidente Óscar Arias.
La llamó Kevin Casas, Vicepresidente de la República para que asumiera un puesto de asesora en su equipo del Ministerio de Planificación y Política Económica que él lideraba. Luego, asumió una posición de directora de cooperación internacional, en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, dirigido por doña Clotilde Fonseca.
En la administración de Laura Chinchilla, recibió la invitación de Roberto Gallardo, Ministro de Información para que asumiera como directora del despacho. Durante este período la Presidenta Chinchilla la designa Vice Ministra de Planificación y Política Económica.
Posteriormente, asume como asesora de Competitividad e Integración en la rectoría del Instituto Tecnológico de Costa Rica, en calidad de directora de Desarrollo y Relaciones Públicas y, como profesora en la carrera de Economía de la Lead University.
En 2018, Antonio Álvarez Desanti la nominó como parte de la papeleta, entre las diputaciones nacionales de Liberación Nacional. En ese momento renunció al puesto que ocupaba en el Comité de Ética y Disciplina del PLN.
Al aceptar la responsabilidad de representar a los costarricenses en la Asamblea Legislativa, elige sus áreas de interés y planifica su preparación en: Finanzas Públicas. Presupuestos Públicos. Infraestructura Pública (modelo de financiamiento). Competitividad: Simplificación de Trámites, Gobierno Digital, Apertura Eléctrica, Educación Dual, Flexibilidad Laboral, Teletrabajo. Ciencia, Tecnología e Innovación. Evaluación Pública. Modernización del Estado
Silvia Hernández logra posiciones de liderazgo en los cuatro períodos constitucionales. En primer año, preside la Comisión de Asuntos Hacendarios; el segundo año es elegida como Jefa de Fracción, el tercer año, vuelve a presidir la Comisión de Hacendarios y el cuarto año culmina con la Presidencia de la Asamblea Legislativa.
Menciona Silvia que la posición de Jefatura de Fracción es una tarea de armonizar. Es una oportunidad para construir confianza entre los compañeros y compañeras. El liderazgo consiste en saber escuchar y luego extender los puentes, especialmente cuando existen divergencia, para llevar a buen puerto los anhelos de quienes depositan la confianza en una. Es la construcción de confianza entre las personas que confían en el trabajo de una. Es también saber negociar con los pares de los otros partidos políticos. Lograr consensuar una agenda prioritaria para el país. Se debe redoblar esfuerzos para conseguir la correcta comunicación con el gobierno.
Su labor como diputada ha sido congruente con la agenda presentada; ha impulsado o apoyado la transformación de la ley de la contratación administrativa para mejorar su marco regulatorio; la aprobación de la ley de educación dual, legislación para la innovación que dinamiza la economía; la reforma a la ley del INA, ley de concesiones para promover las alianzas público privada y, por supuesto, presidió la famosa la Comisión Investigadora de la UPAD en la que consolidó liderazgo y respeto de sus compañeros y compañeras, pero sobretodo del país. Ella demostró que se puede ser firme en posiciones sin permitir el irrespeto, en este caso con el Presidente de la República. Hubo muchas presiones para que Carlos Alvarado no compareciera a la Asamblea Legislativa. Se pretendía que la Comisión se trasladara a Casa Presidencial, pero prevaleció la decisión de los diputados y el liderazgo de Silvia se consolidó.
Al cumplir con la agenda trazada que se plasma con la presentación de proyecto que lidera, es evidente que Silvia Hernández tiene en mente las grandes transformaciones para el país.
La mujer que hoy asume la Presidencia del primer poder de la República es una persona que toma decisiones, sabe crear espacios políticos para que sean ocupados por mujeres. Su visión es que esos espacios no sean temporales sino que la sociedad se favorezca de la capacidad de resiliencia, empatía y profesionalismo en la sociedad. Su papel de mujer, es modelo de que, es posible la armonía entre el amor de madre de Isabella y esposa de Rigoberto, con la labor que debe realizar para dirigir los destinos del país, que hoy, ha jurado cumplir.
—
Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.