Algunas personas dicen que las elecciones municipales son importantes porque pueden ser un buen “termómetro” de lectura para las elecciones nacionales (elecciones generales o presidenciales, como prefiera llamarlas).
Hay otros que sostienen la teoría de que las elecciones municipales son igual de importantes que las elecciones generales.
Yo difiero de éstas tesis, porque considero que las elecciones municipales son mucho más importantes que cualquier otro tipo de elecciones, al tratarse de la escogencia de nuestros gobiernos locales y tener incidencia directa en nuestro más inmediato entorno.
Hilando más fino, cuando entendemos que las cosas que se dan a nivel país, son importantes, descubrimos que lo que ocurra en nuestro más inmediato entorno, que es la comunidad en que vivimos, siempre tiene más repercusión en nuestra vida personal.
Y si queremos hilar aún más fino encontraremos que es más importante lo que sucede a lo interno de nuestros hogares, es decir, en nuestra familia que es célula de la sociedad.
Y así llegaremos hasta la hebra más fina e indivisible que hay en este hilaje, que es el individuo. Sin duda, la parte más importante de cualquier estructura social.
Sólo los individuos de una sociedad tenemos el poder de cambiar lo que sucede en ella y para eso, aceptémoslo, debemos ir más allá de, solamente opinar y sugerir lo que debe hacerse.
Está muy bien que tengamos opiniones, quejas, sugerencias, anhelos, solicitudes y hasta exigencias para nuestras autoridades locales y nacionales.
Pero, como ciudadanos, debemos ser, o al menos intentar ser, parte de ese cambio que deseamos.
Si queremos mejor seguridad en nuestra comunidad, más fuentes de empleo, más calidad en los servicios públicos etc. lo mínimo que podríamos hacer es conocer lo que las autoridades locales hacen en su gestión regular y lo que las diferentes agrupaciones políticas de nuestros cantones ofrecen para mejorar la situación de nuestro cantón.
A nosotros, los ciudadanos, nos corresponde determinar la calidad de vida que deseamos tener y eso, en gran medida, se relaciona con nuestra participación política y comunitaria.
Esto quizá, permita que podamos ser primero, mejores personas, después construir una mejor comunidad para así tener un mejor país y porqué no, aunque suene idílico, contribuir a que el mundo sea mejor.
Datos arrojados por diferentes estudios hablan de un abstencionismo histórico de más del 60% para este tipo de elecciones y eso es algo que, más que preocupante, resulta peligroso
Pero podemos revertir esta tendencia y, aún más, podemos hacer historia este primer domingo de febrero acudiendo a las urnas para tener una enorme participación en los comicios.
Dejemos de lado el desinterés por la política. Tenemos motivos de sobra para estar desencantados con lo político, pero no podemos dejar que ese desencanto nos gane la partida, dejando en manos de muy pocos el futuro de una gran mayoría.
Invitarle a usted y motivarle para que ejerza su sagrado derecho al voto el primer domingo de febrero, es la intención de quien escribe estas líneas.
Este servidor es candidato a vicealcalde segundo y regidor suplente por una agrupación política y con probabilidades casi nulas de ser electo en un cantón en cuyo gobierno local, durante más de dos décadas ha sido liderado por un partido, al cual vencer es casi imposible, aún para las agrupaciones políticas más consolidadas y de mayor tradición en el país.
Fácil sería ni siquiera atreverse a hacer un intento por tener una participación en este proceso. Pero la libertad es un don muy preciado como para desaprovecharlo dejando que sólo unos pocos lo disfruten.
Involúcrese en este proceso electoral que se avecina, infórmese de las diferentes opciones para escoger lo que más le conviene a su comunidad.
En los tiempos de permanente conectividad en que vivimos, toma poco tiempo encontrar información valiosa de las propuestas de los distintos partidos y las candidaturas a distintos puestos de elección.
Los videos entretenidos en tiktok seguirán estando ahí, las interesantes series y películas de Netflix, continuarán estando ahí, la playa y los hermosos lugares de paseo de nuestro maravilloso país, continuarán ahí, pero estos procesos, se viven únicamente un día cada 4 años.
Saquemos el tiempito para ir el domingo 4 de febrero a nuestro centro de votación y ejercer nuestro derecho. Vale la pena.
