Costa Rica en éste nuevo siglo ha cambiado, estando a pasos de constituirse en una Tercera República, la cual, solo se concretará mediante una lectura acertada de las coyunturas histórico-sociales que tienen polarizada a toda la Nación. Y que además, han hecho que se consolide un nuevo aspecto en la conformación de su idiosincrasia, donde ya no es aceptable una doble moral instaurada, no solo desde el discurso político y social sino también, desde lo más arraigado de sus creencias.
Debido a que la falta de compromiso y el continuo manoseo de las políticas públicas, han generado que el pueblo, se lance a las calles a exigir no solo a los gobiernos de turno, sino también a las instituciones del Estado, el cumplimiento de la función que justifica su creación. Como por ejemplo, cuando se le exige al Tribunal Supremo de Elecciones que deje de darle atolillo con el dedo a la ciudadanía, en cuanto a las resoluciones en materia electoral frente a éstas elecciones presidenciales. Donde se ha evidenciado su tibieza, porque no es cautela señor Sobrado, en asumir las responsabilidades que le competen como Presidente y Magistrado de éste llamado para muchos Cuarto Poder.
Ya que más allá de salir en televisión argumentando cualquier cosa, menos los graves hechos denunciados por cientos de costarricenses respetuosos de nuestra Carta Magna, como ordenamiento jurídico superior. Usted apela a que en éste país “nadie es más o menos costarricense por la forma en que vote”. Cuando el pueblo se quedó esperando un discurso más idóneo, frente a semejante violación de los Principios Constitucionales en ésta democracia representativa, llamada Costa Rica.
Por ello, es que a éstas alturas del desarrollo político y social de éste país, el pueblo sabe y reconoce que es el momento de un Gobierno de Unidad Nacional, en donde todas y todos los costarricenses, estén representados no solo en la Asamblea Legislativa, sino también desde el llamado de la Sociedad Civil, para poder construir una Nación acorde con los Principios y Valores del 48. Ya que las luchas por los Derechos y Garantías Sociales, no pueden cambiarse antojadizamente de esquema, por el descriterio que profesan algunos oportunistas y vividores del quehacer político, cada cuatro años.
Así que ahora, mediante el libre ejercicio del sufragio, usted señor Sobrado, recomienda que el pueblo de Costa Rica decida el gobernante que se merece, ya sea porque apela a su razón o a sus creencias que en todo caso, no deberían haber tomado parte en ésta contienda electoral y menos, a vista y paciencia del TSE que frente al Mundo ya es conocido por su posición de inacción, más que por su funcionalidad.
Debido a la poca seriedad con que ha asumido, no solo el llamado de todos aquellos costarricenses dispuestos a denunciar las continuas transgresiones en materia electoral, sino también, el de varios parlamentarios que le han exigido su intervención. Como fue el caso de la diputada Patricia Mora Castellanos, la semana pasada en el Congreso de la República, brillando por su ausencia una respuesta de su parte y de otros Magistrados, como réplica ante el compromiso que tienen con Costa Rica.
De tal forma, es lamentable como se ha deteriorado éste supuesto Estado Social de Derecho, que no ha cumplido ni cumple, con satisfacer las necesidades de toda su población desde los más empobrecidos año tras año, hasta las minorías más discriminadas que también constituyen a ésta Nación.
Porque para finalizar, el multipartidismo es el nuevo desafío que deberá enfrentar el próximo Presidente de la República, en aras de un País a puertas de dar un salto cualitativo en sus políticas de Estado, más allá de toda resistencia de vieja data que se ha filtrado cada vez menos en el Parlamento, pero no así desde el clientelismo social, acostumbrado a vivir de las ofrendas, como dádivas de esperanza inconclusa en cada contienda electoral…
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