Jugar a la defensiva y al error del rival para contragolpear, no es un juego quizás vistoso, pero da resultados.
Técnicos como: Jorge Luis Pinto, Machillo Ramírez, Juan Luis Hernández Fuertes, José Giacone y ahora Geiner Segura, son exponentes criollos de ese estilo.
Italia es Tetracampeón Mundial jugando de ese modo. Uruguay es otro ejemplo de este lado del Atlántico, Bicampeón Mundial y con 15 Copas América en sus vitrinas. Es una fórmula absolutamente válida.
De esta manera, los equipos italianos han ganado 14 Champions (Milán, Inter, Juventus y Roma). Exceptuó al maravilloso Nápoles de Diego Armando Maradona a finales de los 80.
Que lo diga el Real Madrid que, con los dos equipos menos vistosos en una década, pero altamente efectivos, bajo el mando del italiano Carlo Ancelotti (como jugador fue defensa) ha ganado dos orejonas (2014 y 2021). Ancelotti en total ha ganado 4 Champions jugando a la defensiva. El Madrid un equipo siempre vistoso, siempre ofensivo, ha ganado también jugando a la defensiva con Carlo.
Hay múltiples ejemplos de equipos ganadores en Costa Rica y el mundo, plantados atrás, cediendo la pelota, pero no el control del juego al rival, buscando el error y contragolpeando de forma letal.
Ceder el esférico no siempre significa perder el control, el fútbol es estrategia, es táctica y esta es válida. Es jugar con inteligencia. Es como cuando el ciclista sigue al otro pedalista, “chupa rueda” en lenguaje popular. Evita el riesgo y el desgaste, al final con más fuerzas y mente fría, remata.
Si deben perder tiempo o encerrarse atrás, para defender un marcador no les es problema. Si deben meter como decimos en Costa Rica, el “bus atrás”, no les apena en lo más mínimo.
La historia al final no dirá quien jugaba bonito, sino quien quedó campeón esa temporada o campeonato.
La naranja mecánica dio cátedra, en los años 70, revolucionó el fútbol moderno con la idea de fútbol total de Rinus Michels. Con Cruyff como estandarte hicieron un parte de aguas en la historia del fútbol moderno. Merecen un monumento. Pero perdieron las finales de los mundiales de 1974 ante la locomotora alemana y en 1978 ante la Argentina fría y calculadora de Cesar Luis Menotti.
No todos los equipos ganan con “jogo bonito” o el vistoso “guardiolismo” moderno. Pep Guardiola ha dado vistosidad y posesión descomunal a sus equipos. Ha sido ganador. Es el otro péndulo del estilo conservador, es la belleza del fútbol. Se contrapone a su estilo, el portugués Jose Maurinho.
El Brasil de 1962, 1970 y 2002 son excepciones de equipos vistosos y ganadores. La que es considerada la mejor selección de Brasil en jogo bonito, la de Zico y Sócrates, quedó en el camino ante la defensiva Italia en 1982. Tres contragolpes letales de Paolo Rossi los liquidó. Italia quedaría campeona en ese verano español.
Anoche en Costa Rica luego de 82 años, Cartago, un equipo que se le había negado muchas veces el campeonato, de manera justa e inteligente y bien plantado atrás, liquidó en 4 partidos a su rival. Los partidos no se ganan con la historia, ni con frases bonitas, o dándose ganadores antes, se ganan en la cancha.
Alajuelense tenía 4 partidos, Cartago solo tenía dos opciones y luego podían ser cuatro. No podían fallar. Fue partido a partido, como ir un día a la vez. No era el favorito. Su técnico les infundió garra, otro elemento vital en este deporte, y se supieron plantar y liquidar en los momentos claves, para ser los nuevos reyes del fútbol costarricense.
Creo que ayer ganamos todos. En el fondo todos deseábamos ver a Cartago campeón. Ya lo lograron que vayan por más.
¡¡Salud campeones!!
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