El Fondo Monetario Internacional es creado en julio de 1944 como efecto de la conferencia de acuerdos de Bretton Woods, con el objetivo de estabilizar el Sistema Monetario Internacional después de la 2da Guerra Mundial. Esta organización financiera con sede en Washington, está conformada por 189 países miembros y su Junta Directiva está constituida por 24 directores, que representan a un solo país o grupos de países.
Desde la semana pasada el gobierno de la República viene informando de la urgente necesidad de llegar a una acuerdo con el FMI para obtener un nuevo crédito por un monto de 1.700 millones de dólares, porque si no lo hacemos Costa Rica será un desastre económico. Ojo el cinismo, como si no fuese un desastre desde meses antes de la pandemia. Pero, ¿es realmente necesario este acuerdo?
Para algunos especialistas la necesidad que tiene Costa Rica, es la de mejorar su política económica haciendo más eficiente el gasto del estado costarricense. El impacto en la producción nacional, la caída de los ingresos del Estado y el aumento de las inversiones y gastos para atender la emergencia covid, según el gobierno ha frenado la estabilidad de las finanzas públicas.
Por ejemplo el economista y líder del Partido Liberal Progresista Eliécer Feinzaig Mintz, ha distribuido por redes sociales un vídeo dónde presenta opciones para reducir el gasto público, entre ellas la fusión de varios ministerios (ganadería, pesca, agricultura, turismo y economía), para crear el Ministerio de la Producción. De igual manera fusionaría el ministerio de Hacienda con el Mideplan y el área de política económica del MEIC. Los defensores de la concentración de poder y decisión, avalan este planteamiento; pero ¿será bueno que una sola persona tenga en sus manos la política económica del país?
No hay duda que la reacción en contra de cualquier intento por nuevos impuestos, hace que los grupos de presión y el ciudadano en general; intervengan y levanten su voz para evitar un “garrotazo más” a la clase más desposeída del país. Luego de conocerse la propuesta del gobierno costarricense para llegar a un acuerdo con el FMI, a decir el tributo a las transacciones electrónicas y cheques, el impuesto extraordinario sobre la renta a salarios (y pensiones), utilidades y remesas al exterior, el aumento del impuesto sobre la propiedad de bienes inmuebles en 0,50 puntos porcentuales y la eliminación de exoneraciones a cooperativas, salario escolar, rentas de capital y SUTEL, entre otras; las reacciones no se han hecho esperar.
Líderes y partidos políticos, grupos sindicales y ciudadanos en general, han levantado su voz para oponerse a esta propuesta que algunos catalogan como “garrafal ocurrencia”. La indignación colectiva es evidente, pero ¿qué hacer para no infestarnos de semejante poción? Si parte de la solución es el control del gasto, ¿llegará ahora sí el valiente que acabe, por ejemplo; con las pensiones de lujo? Hasta la fecha se mantienen intactas, salvo uno que otro tributo que pellizca el bolsillo de los receptores.
No hay duda que es el momento para aquellos que defienden el estado garante de derechos, y se luzcan presentando opciones reales para hacer más eficiente el estado. Ojo, no confundamos eficiencia con defensa de excesos y demás “derechos” otorgados a ciertos sectores públicos. Es necesario un estudio responsable para solventar las necesidades del país. El famoso consenso nacional debe concretarse, pues también están a la vista, los oportunistas y figurines que albergan esperanza de ser tomados en cuenta como actores del próximo proceso electoral. Las posiciones populistas también son dañinas para Costa Rica.
La actualidad política evidencia una carencia de conocimiento y capacidad de gestión en el sector gubernamental. El 2022 se asoma, y los políticos corren para desmarcarse totalmente del PAC y no cargar algún “muerto”. El tema de los impuestos será sin duda alguna un tema de campaña electoral. ¿Quién y cómo logrará iniciar un proceso de recuperación en el país? La unión hace la fuerza, ¿se mantiene la opción de una coalición para desterrar al PAC? De esto y más hablaremos la próxima semana, Dios primero.
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Sobre el autor:
El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales. Asesor Legislativo, analista político internacional. Además elabora procesos de capacitación política. desarrollo comunal y administración. maumazu208@gmail.com
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