El incremento en las cosechas de café en las últimas décadas del siglo XIX obligó a los Gobernantes a redoblar esfuerzos por lograr una salida del café hacia el pacífico de nuestro país.
Por Decreto del 13 de Junio de 1888, el Congreso Constitucional autoriza al Ejecutivo a realizar los gastos necesarios a fin de trazar y localizar una nueva vía férrea que pusiera en comunicación hacia las costas del pacifico.
En el año 1895, en el Gobierno de don Rafael Yglesias, se retoma la idea de la construcción y se emite el decreto Número 83 del 29 de Julio de 1895, que autoriza al Ejecutivo para hacer los estudios necesarios y estimar el costo de la obra.
El 24 de noviembre de 1896, por medio del Decreto número 5, se autoriza al Ejecutivo para iniciar la construcción.
El congreso dio la aprobación a un contrato con el norteamericano John S. Casement, quien se compromete a construir esta obra tan importante en nuestro país por poco menos de tres millones de pesos, desde San José a Tivives, además de instalar postes, con dos importantes líneas telegráficas.
Los trabajos de la construcción del Ferrocarril al Pacífico iniciaron el 22 de setiembre de 1897, hace 122 años.
Dificultades financieras, similares a las que afrontó el Gobierno en la construcción del Ferrocarril al Atlántico, obligaron, primero, a llevar más despacio las obras y luego a suspenderlas.
En 1902, el ministro Manuel J. Jiménez sugirió al congreso que, para dar tregua a los compromisos financieros del Estado, podría interrumpirse el trabajo del ferrocarril a la altura del valle de Santo Domingo (hoy Orotina).
En la misma nota, el ministro sugiere que se debe estudiar mejor el sitio terminal y menciona a Puntarenas como un posible destino final.
El ferrocarril estaba ya listo hasta Río Grande y de allí, hasta Santo Domingo de San Mateo, en construcción.
El 28 de mayo de 1904, en el gobierno de don Ascensión Esquivel, se declaró a Puntarenas como puerto terminal del Ferrocarril al Pacífico.
Finalmente, el Estado dio por recibidas las obras e inauguró la vía completa de San José a Puntarenas, de 132 kilómetros, el 23 de Julio de 1910.
Don Ricardo Jiménez Oreamuno, Presidente de la República, en 1926, tomo la decisión de electrificar el ferrocarril.
Y fue así como, por Decreto número 7 del Congreso de la República, se aprueba con la Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft más conocida como A.E.G. de Alemania por $1, 800,000 dólares electrificar la línea a Puntarenas y el ramal a Alajuela.
En Tacares de Grecia se construyó una pequeña planta hidroeléctrica que le daría la energía al proyecto.
El servicio de tracción eléctrica total se inició en abril de 1930.
Para 1932, el ferrocarril estaba transportando mucho más de la mitad de la cosecha total de café del país: de 25 millones de kilos de la cosecha de 1932 – 1933 se exportaron por la vía de Puntarenas 13 millones, o sea un 52% del total.
Y aparte de las cosechas de café y muchos otros productos, se transportaron 159,777 pasajeros en 1932.
—
Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, fotocopia de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr.