Esto no es nuevo, pero ya algunos comienzan a notarlo y leemos artículos en la prensa del 21- 7-2023 como País registra abrupta caída en respaldo a la democracia y Cae apoyo a la democracia en América Latina y crece respaldo al autoritarismo. Ese es un problema no solo es local. En Costa Rica algunos ticos, sobre todos los políticos no lo reconocen y aún escuchamos discursos como Costa Rica es una democracia sólida, Costa Rica respeta los derechos humanos, nuestras elecciones son transparentes, Costa Rica es el país más feliz del mundo. Pero la realidad es que la corriente va por otro lado. Los artículos que leemos se enfocan en el totalitarismo tal vez tratando de pringar al gobierno de Chaves. Algunos dicen que la causa de esto en América Latina es la corrupción que ha hecho que algunos países como Brasil brinquen de la izquierda a la derecha y de la derecha a la izquierda y que los derechos humanos no llegan a toda la población. Mi criterio es que la corrupción o los derechos humanos son una de las causas, pero no es la principal, estas son consecuencia de otra más importante que analizaremos al final. Analicemos lo de la corrupción en Costa Rica la gente tiene doble moral ya que le dan una gran popularidad al presidente Chaves porque supuestamente está combatiendo la corrupción, yo diría denunciando más bien que combatiendo y por otro lado todo el pueblo tiene la cultura del chorizo, se llevan el papel de las oficinas, pierden tiempo en el trabajo, usan la computadora de las oficinas para asuntos personales. Todo esto es corrupción. ¿En la calle uno oye decir si los políticos roban porque yo no? Sobre los derechos humanos apoyan poblaciones minoritarias y dejan grandes sectores fuera. ¿Acaso tener más de 500 mil personas que no tienen derecho a la salud ya que no cotizan a la caja no es violar los derechos humanos? El mejor ejemplo de la desigualdad de los derechos humanos lo vemos en El Salvador donde los defensores de los derechos humanos critican el trato de los pandilleros, pero cuando en ese país había hasta 40 crímenes por día los derechos humanos para las familias de los asesinados no existían. Hay diferencias entre los diferentes países de América Latina; pero hay causas comunes que afectan a todos incluida nuestra Costa Rica que explican la debilidad de la democracia y la más relevante es la desigualdad que está directamente relacionada con la pobreza ya que esta provoca falta de acceso a las necesidades y a los servicios básicos, la falta de oportunidad, la exclusión social, la falta de solidaridad y la discriminación. La discriminación social afecta a los grupos sociales (pobres, indígenas, agricultores de áreas rurales, campesinos sin tierra mujeres, jóvenes sin trabajo), creando así una masa enorme de excluidos. Esta brecha cada día más grande entre los que muchos tienen y los de menos poder adquisitivo hace que se multiplique la delincuencia, las drogas y la división de la población. Es que ningún gobierno de los últimos treinta años se salva, principalmente porque no han sido capaces de incentivar la economía ya que las decisiones en manos de neoliberales han hecho que la producción en este país esté en unas pocas manos excluyendo a gran número de productores pequeños y medianos de las áreas rurales. Algunos dicen que lo que en Costa Rica hay es plutocracia y no democracia. Los gobiernos han tenido en las narices la oportunidad de incentivar la economía con solo saber que los grandes países industrializados pasaron primero por un sector agropecuario fuerte y que este sector es generador de empleo y desarrollo. Lo que pasa acá es que la producción esta capturada por unos pocos. Los gobiernos siguen sin atender las recomendaciones de la FAO de que los países deben tener un plan de seguridad alimentaria. Mientras el gobierno no tenga un plan para reactivar la economía continuaremos escuchando noticias sobre aumento de la corrupción, delincuencia y la pobreza; todos ellos como causa de la desigualdad y falta de oportunidades de gran parte de la población a la vez la desigualdad es consecuencia de las malas o inexistentes políticas para reactivar la economía. Otro enemigo de la democracia es que, hasta la década de 1980, las democracias morían por golpes de estado. Hoy no, ahora se muere lentamente. Se desangran entre la indignación del electorado (por el abandono a ciertos sectores) y la acción corrosiva de los demagogos y populistas que abundan en nuestro país.
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