La Costa Rica de la seguridad social y la convivencia pacífica encuentra sus cimientos, en la incorporación de nuestra Carta Magna, las garantías sociales, que permitieron forjar un país con justicia social en democracia; en la construcción de la institución más importante y más querida de nuestro país, la Caja Costarricense del Seguro Social, en la legislación laboral que ha sido la base fundamental de la paz social y laboral de nuestro país.
Esos logros son el fruto del acuerdo y la unión de diferentes sectores económicos, políticos y sociales del país en torno al pensamiento social de la Iglesia y al liderazgo de un gobierno socialcristiano, que fue capaz de entender que las grandes transformaciones en una sociedad solo son posibles en UNIDAD.
Hoy, nuestro país se enfrenta a uno de sus momentos más difíciles en materia de seguridad ciudadana, donde incluso niños se encuentran enlistados en sicariato o venta de drogas, enfrentamos nuevos retos en salud pública, nuestra educación pública requiere una gran transformación que nos saque del apagón educativo que enfrentamos hace años, la generación de oportunidades para las nuevas generaciones, el desarrollo urgente de nuestras zonas costeras y rurales.
Realizar las transformaciones que el país necesita, nos exige ser capaces de construir acuerdos, ser capaces de resolver las diferencias mediante el diálogo y en paz, ser capaces de unirnos colocando por encima los intereses de Costa Rica, sobre los intereses de grupo, los personales y los cálculos electorales.
Para eso Costa Rica necesita un liderazgo político fresco, preparado, honesto, capaz de construir acuerdos en armonía y en democracia. Pero sobre todo con una alta capacidad y preparación para tomar las decisiones que este país requiere.
El evangelio nos enseña en Mateo 12:25 que “Todo país dividido en bandos enemigos, se destruye a sí mismo; y una ciudad o una familia dividida en bandos, no puede mantenerse.”
Así mismo, no puede liderar las transformaciones que el país requiere ningún partido político dividido en bandos, no se puede construir la paz social en medio del conflicto y las peleas internas, no podemos pretender combatir la violencia que hoy daña a nuestra sociedad, sino somos capaces de resolver nuestras diferencias fraternalmente, sino somos capaces construir unidos, tampoco podemos esperar resultados diferentes haciendo lo mismo, sin entender que la política cambió y dio un giro total y el electorado toma decisiones en lapsos muy cortos y para eso se requiere iniciar la contienda con un pensamiento fresco y claro en que el objetivo es volver a ser gobierno.
El momento que el país enfrenta demanda de nosotros ser el partido que lidere nuevamente los acuerdos económicos, laborales, sociales y políticos en democracia.
Por eso, hoy más que nunca debemos tener la capacidad de adoptar las decisiones a lo interno del partido sin conflictos, tener la capacidad de forjar la unidad de esta nueva Unidad.
De cara al próximo proceso electoral, las compañeras y los compañeros que tengan aspiraciones legítimas a representar a nuestro partido como candidatos a la presidencia, deben presentar sus nombres en nuestra asamblea nacional para que sea en el seno de nuestra asamblea, con madurez política, en armonía y, poniendo por encima de las aspiraciones personales nuestros valores y principios socialcristianos y los intereses nacionales, que construyamos los acuerdos necesarios y elijamos a esa persona y mostremos al país que dimos el primer paso firme mostrando que es la Unidad quien está preparada para los grandes acuerdos que le urgen a Costa Rica, que aquí existe la madurez suficiente para entender que el país nos ocupa juntos.
En la coyuntura actual, no es correcto desgastarnos en disputas internas y largos procesos que debilitan la unión, nos hace llegar a la carrera con un desgaste de tiempo y dinero, al contrario, es el momento de demostrar que somos un partido maduro, unido, capaz de alcanzar acuerdos en armonía, que está preparado para liderar de nuevo la construcción de las bases de nuestra paz social y nuestro desarrollo.
Adoptar esas decisiones en nuestra asamblea nacional nos va a permitir fortalecer nuestra unidad, nos va a permitir mostrarle a los costarricenses que somos el partido más maduro, más unido y con mayor capacidad construir los acuerdos que el país necesita para solucionar los problemas que enfrentamos.
Compañeras y compañeros, es tiempo de la nueva UNIDAD.
