Para mejorar y fortalecer nuestra democracia, necesitamos mejorar y fortalecer nuestros procesos electorales. En Costa Rica no podemos seguir mal interpretando nuestras humildes leyes, dado que los recursos económicos de nuestro país solo provienen de dos únicas fuentes: de los diversos impuestos a las personas físicas y jurídicas y de la inmanejable e impagable deuda pública, con la enormidad también de sus intereses. Ahora resulta que también para mejorar la razón financiera de la deuda pública con el PIB, en el Ministerio de Hacienda han encontrado que es más fácil obtener una buena razón financiera, reduciendo la inversión social en la educación pública primaria y secundaria, reduciendo también el presupuesto en seguridad y no pagando la enormidad de deuda que existe desde hace muchos años con la Caja Costarricense del Seguro Social.
Está claro que la imperfección de nuestras leyes obviamente procede de la obvia imperfección de los legisladores que humildemente elegimos cada 4 años. No puede pretenderse que leyes perfectas sean el resultado de esos nuestros legisladores de turno. Diputados nuevos unos y repitentes otros, pero primeramente elegidos internamente en cada partido político por unas cuantas decenas de sus familiares y partidarios, antes de que todos los demás costarricenses podamos votar por alguno o por ninguno de ellos. El Tribunal Supremo de Elecciones debería exigir más y mejores requisitos a los partidos para seleccionar mejor a sus candidatos a diputados. Al final del día, son diputados escogidos por los partidos pero terminan siendo padres de la patria. Casi nada.
Por esa razón, para la aplicación inmediata de las leyes, antes se recurría a la búsqueda del espíritu de la ley, se recurría a la búsqueda de las razones reales que se quería plasmar literalmente en cada ley específica, para defender al país, para defender a todos los costarricenses. Pero desde hace muchos años, a pesar de la obvia imperfección de nuestras leyes, ese espíritu de la ley debe ser reclamado ante la Sala IV mediante recursos diversos de inconstitucionalidad y otros tipos de reclamaciones, solo porque también, la Sala IV no actúa de oficio para defender a nuestro país y a todos los costarricenses. Tal vez ahora con la inteligencia artificial, por ejemplo el chatgpt, se pueda lograr la perfección inmediata de las leyes.
Nuestros procesos electorales tienen mucho que mejorar para proveer, más y mejores políticos y funcionarios públicos, con más y mayores deseos de servir a la Patria. El propósito principal 2026 debe ser disminuir los vergonzosos niveles del crecimiento del abstencionismo. Para nosotros los votantes, qué maravilla la internet y todas las redes sociales actuales para enterarnos de inmediato de todo lo que hacen y no hacen los gobiernos de turno. Antes había que depender de periódicos y noticieros apenas para medio enterarse, semanas, meses y años después, de lo que ya se había hecho y que de por sí, ya nada podíamos hacer. También es muy importante la participación cada vez, de más y más costarricenses por medio de todas las redes sociales, ahora que están de moda, para ayudar finalmente a conseguir por fin, una Costa Rica bien administrada o bien gobernada. Usando el término que sea. De suerte que ahora con la existencia de las redes sociales, todos los costarricenses podemos participar de este cuarto poder ampliado de las democracias, para que más pronto que tarde, todos los costarricenses tengamos más y mejores beneficios, de esta nuestra democracia del pura vida.
Pero para los partidos y para los candidatos, ahora es más complicado presentar y someter su hoja de vida para el escrutinio de los votantes. Tanto es así, que para las elecciones anteriores para el último año del gobierno de turno, como estamos a hoy, ya habían partidos y hasta candidatos proponiendo sus nombres. Claro que como país, tenemos aún algunos defectos importantes, pero, en ausencia desde hace muchos años, de partidos políticos permanentemente organizados y en ausencia también de políticos ejemplares, contamos ahora con la participación activa de cada vez más y más costarricenses por medio de todas las redes sociales. Recordemos que para estas últimas elecciones presidenciales la votación de los costarricenses significó entre otras cosas, la extinción de varios partidos políticos como el PAC y el PASE, principalmente. También hemos conseguido variantes favorables para la no reelección de diputados y alcaldes, después de años y años permitiendo ver a los mismos partidos y políticos de siempre, como diputados y alcaldes repitentes. Así como hemos obtenido algunas mejoras en este proceso electoral de los gobiernos locales, como eliminar lo vitalicio de algunos funcionarios públicos que se les permitía reelegirse indefinidamente, a permitir ahora, solo dos periodos continuos de cuatro años. Pero tienen que haber más y mejores ideas porque no podemos seguir con estos vergonzosos niveles de abstencionismo.
Entre otros muchos temas pendientes también debe resolverse la prohibición para la no existencia de diputados de partidos, que luego se declaran independientes, que estuvieron de moda en las elecciones anteriores y, que en este nuevo gobierno, otra vez ya se han presentado varios casos. No podemos seguir con los mismos procesos electorales de hace 200 años. También se prevendrían y se evitarían muchos otros problemas, si la Sala IV por fin tuviera entre sus prioridades, estar actualizando diariamente todo lo relativo a nuestra Constitución Política: la interpretación correcta y las mejoras necesarias de artículos como los relativos a las convenciones colectivas y al 8% del PIB imposible e innecesario para financiar a la educación pública, por ejemplo, si va a seguir siendo prioridad el FEES en detrimento de la educación pública primaria y secundaria. Ya hace varios años se permitió la innecesaria reelección presidencial, así que sí se puede modificar todo lo que sea necesario, para beneficio del Estado y de todos los demás costarricenses.
Los costarricenses consideramos sin embargo, que se pueden llevar a cabo aún gran cantidad de mejoras en estos nuevos procesos electorales, para beneficio del país finalmente y, en principio para empezar a disminuir el abstencionismo, promoviendo un mayor entusiasmo de los electores. Por ejemplo, no seguir permitiendo la doble postulación de candidatos a la vez, tanto para el poder Ejecutivo como para el poder Legislativo, en el mismo proceso electoral. Así como no seguir permitiendo ninguna reelección en ningún puesto público, por un lado porque todos los demás costarricenses también tienen derecho a elegirse y, por otro lado, porque existen muchos otros puestos para los cuales pueden postularse los funcionarios que ya han servido en otros puestos. Para eso es un nuevo gobierno. Pero el nuevo gobierno de turno no es solo el nuevo presidente, todos los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa son también parte del nuevo gobierno de turno y, todos deberían estar trabajando de conformidad con sus planes de gobierno, esos que el TSE les aprobó de previo a las elecciones. Los planes de gobierno de los partidos políticos deberían ser mucho más que solo un requisito de presentación ante el TSE para poder participar en las elecciones.