¿En quién me debería convertir después de la pandemia?

» Por Lic. Esteban Vargas Montero Administrador-Coach Ontológico Relacional - Colaborador Invitado Liderazgo CÍI

En una persona más fuerte, más habilidosa, mejor preparada para enfrentar momentos angustiantes y de crisis. Lista para salir al mundo y adaptarse a la nueva normalidad y por ende a la nueva realidad.

Esas, quizá, son solo algunas pretensiones que tenemos, que nos han vendido y por las que todos los días nuestra cabeza da vueltas antes de dormir.

¿Qué será de mi vida cuándo la pandemia acabe? ¿Qué será del mundo? ¿Cómo van a ser mis relaciones sociales, laborales o amorosas después del COVID-19? Esas, quizá, algunas preguntas que acompañan nuestro desvelo.

Pero, ¿deberíamos ser distintos después de la pandemia? ¿Cuál es el motivo por el que deberíamos en algunos meses evolucionar a pasos agigantados y pretender convertirnos en otra persona? En primera instancia, es preciso recordar que, día a día cambiamos, nuestro organismo envejece, nuestras ideas pueden variar, los gustos se transforman y la realidad de cada quien, se construye con ritmos distintos, con paletas de colores diferentes y hasta en tiempos kairosianos (en el momento oportuno, tiempo perfecto). Después de tener en cuenta lo anterior, cabe la oportunidad de considerar que de por sí, con pandemia o sin ella, hemos estado evolucionado y ajustando nuestro ser para alcanzar todo aquello que nos hemos propuesto. Ahora, se nos vende la idea de que, tenemos que salir de la pandemia siendo diferentes, cuasi, personas distintas, como si no existiera suficiente presión con solo el hecho de saber que a nuestro alrededor hay gente sufriendo, hay hambrunas, desempleo, violencia y miles de fallecidos.

Entonces, ¿vale la pena cargar un peso extra y someternos a la estricta obligación de cambiar? ¿Cambiar a qué? Durante nuestra existencia, nos hemos enfrentado a situaciones complejas, diariamente tomamos decisiones que aportan a esos cambios que vamos forjando, propios del hecho de sobrevivir.

…Que tenemos que aprovechar el tiempo para aprender nuevos idiomas, bajar de peso, leer más, ver series nuevas, aprender a tocar un instrumento y hasta a hacer todo aquello, que tenemos pendiente de años. Otros ejemplos de los mensajes que en bombardeo recibimos.

En momentos de crisis, requerimos seres estables, felices, solidarios y conscientes, para que el entorno y nuestra condición particular, no se conviertan en una bola de nieve que nos lleve rodando en la dirección contraria a la que deseamos. Por tanto, me permito plantear algunas preguntas que nos ayuden a pavimentar y direccionar nuestro camino, con el sano propósito de estar mejor hoy y prepararnos para el futuro.

Tómese unos minutos para hacer introspección.

  • ¿Qué estoy aprendiendo de la pandemia?
  • ¿Cómo estoy actuando ante la situación que me rodea?
  • ¿Qué estoy sintiendo?
  • ¿Qué desencadenó ese sentir?
  • ¿Cómo puedo estar mejor en este momento?

Iniciemos por darnos cuenta cómo estamos hoy, antes de pretender ser otros mañana. Tomar tiempo para nosotros mismos, revisando nuestra montaña rusa de emociones e identificando qué situaciones nos han hecho sentir de cierta manera, podría ser una buena práctica que nos permita ir modificando de a poco nuestras acciones y por lo tanto nuestro sentir, para constituirnos en la persona que deseamos.

Queda desde luego la interrogante del futuro, misma que hemos tenido siempre y que tendremos con pandemia o sin ella. Claramente, no podemos saber qué sucederá, pero sí prepararnos para poder enfrentar el camino venidero de la mejor manera.

He aquí algunas preguntas que nos pueden guiar.

  • ¿Cómo quiero estar después de la pandemia?
  • ¿Qué cosas de mi vida no quiero llevar al futuro?
  • ¿Qué necesito hoy para poder estar bien mañana?
  • ¿Cuáles son mis metas y qué acciones debo hacer para alcanzarlas?

Relájese, tómese el tiempo que necesite para estar bien, sea precavido y sincero consigo mismo y no deje de luchar por ser una persona feliz. Conviértase, a su ritmo, en esa persona que usted desea ser. La pandemia puede ser solo un escalón más o una montaña rocosa, dependerá del ojo y actitud con que la mire.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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