“Frustración, enojo y desesperanza”: el título de un artículo de opinión en el periódico La Nación a tan solo unas cuantas semanas de las elecciones presidenciales en Costa Rica. Y es que no es la primera vez que leo o escucho estas tres palabras cuando se trata del tema del próximo domingo 4 de febrero. Es más, en otras conversaciones abundan estos y muchos más sentimientos negativos: desconfianza, tristeza y hasta preocupación.
Claro, hay múltiples razones para que una gran mayoría de ticos tengan estos pensamientos cuando se les hace la pregunta: ¿Por quién va a votar? ¿Cuál es su candidato favorito o el “menos malo”? La corrupción, las presas, la inseguridad y muchos más problemas tienen a la población de Costa Rica con esta actitud negativa hacia la política y futuro del país. Sin embargo, qué tal si en lugar de dejar de creer y quejarnos día a día, empezamos nosotros como individuos a poner un granito de arena en la reconstrucción de un país como el que es Costa Rica. Un país que, a pesar de todos sus problemas, nos ha llenado de libertades, oportunidades y una democracia plena.
“No se puede, no se va a poder, ningún candidato es bueno”, entonces ¿qué proponen? Ya sea desde un pequeño negocio en un barrio, hasta una gran empresa privada, todos podemos contribuir a hacer de este país un lugar mejor. El saludar a los que ayudan día a día limpiando las calles para caminar sobre aceras limpias, o darle las gracias al chofer del taxi, bus o carro que nos llevó al trabajo en la mañana, son detalles que nos ayudan a mantener la identidad del pura vida y que hacen que la convivencia entre los costarricenses sea más agradable. Si seguimos viviendo con la actitud del NO, nos limitamos a soñar con la posibilidad de ver verdaderos cambios, nos limitamos a nuevas oportunidades y nos mantenemos en una zona constante de desagrado la cual puede ser hasta contagiosa.
Al fin y al cabo, todos vivimos en un país el cual queremos mejorar. Sí, definitivamente necesitamos un gobierno que plantee soluciones concretas para combatir todos esos problemas de los cuales todo tico está cansado, pero, si en vez de quejarnos, todos tuviéramos una actitud distinta, sin importar cual candidato presidencial gane al finalizar este periodo de elecciones, algo positivo saldría de todo esto. Creamos en nuestro país y creamos que sí hay un futuro por el cual luchar.
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