Costa Rica compite contra el mundo entero en materia de atracción turística. Lo que supone que en el sector turismo, la gestión del valor dependerá de la capacidad de sus gestores de saber crear, mantener y potenciar una adecuada cadena que genere valor agregado, de forma sistemática y continua.
El turismo es un sector clave, cuya promoción permite incrementar los ingresos en divisas. Esta claro que el turismo internacional ha tenido un crecimiento importante no obstante el turismo nacional se le ha subestimado y también relegado y solo se le considera como paliativo cuando hay crisis o recesión.
El turismo nacional podría ser un agente de crecimiento permanente solo si se le ofrece incentivos, precios y tarifas permanentes acorde a la realidad económica costarricense. La estrategia de turismo no debe limitarse a la venta; también debe ocuparse de la gestión y de optimizar los beneficios sociales, económicos y ambientales que el turismo puede generar.
Esto supone que el turismo es también un producto altamente perecedero, es necesario un cambio de actitud y comportamiento hacia el turismo nacional. Adicional a la amabilidad y responsabilidad se le debe estimular y tratar bien para que se convierta en un promotor en su lugar de origen y así se incremente el número de turistas locales que viajen al interior del país.
Por este motivo, se debe fomentar una iniciativa de conciencia turística que haga prevalecer esa calidez y hospitalidad que en el mediano plazo pueda generar nuevas opciones de ingreso, puestos de trabajo, respeto hacia el turista, precios justos, una ciudad limpia y ordenada, y la conservación de los recursos naturales.
La estrategia nacional de turismo se ocupa exclusivamente de los visitantes extranjeros, y descuida o subestima el valor del turismo nacional. Cabe destacar que en los países desarrollados con una población numerosa, el turismo interno es más importante que el extranjero, tanto en volumen como en valor.
Es urgente e importante mejorar las instalaciones para el turismo nacional y valorizar este sector, ya que mientras más sean los viajeros que prefieran recorrer su propio país, cuantiosos serán los ingresos conservados por la economía nacional y el rendimiento de las inversiones.
Esta claro que falta mucha capacitación para que los mismos trabajadores y empresarios mejoren el trato hacia el turista nacional. Queremos que más costarricenses conozcan su país, por eso es un imperativo hacer del turismo nacional una experiencia placentera y habitual, que genera orgullo y sentido de pertenencia, ayudando a construir una cohesión social.
Finalmente, el gran reto de quienes orientan la actividad turística en los niveles nacional, regional y local debe ser, prepararse para que éste genere muchos beneficios para la comunidad y residentes del lugar. El turismo nacional puede contribuir mucho al crecimiento pero debe ser respetado, y valorado.
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