Poco le falta para volverse en una ingrata rutina, la práctica de algunos partidos políticos de engañar al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) con una presentación de gastos por cobrar más falsa que Judas, además; de ofender la inteligencia y la buena fe de los Magistrados del Tribunal, los cuales no comen cuentos orientales y por ende rechazan todo intento de fraude; pues no son santos y menos inocentes. Cabe agregar que entre las múltiples funciones del TSE está de seguro, la sanción a los diputados quienes se apropian indebidamente del salario o parte de él de sus propios asesores, un delito que no tiene nombre. La Deuda Política fue una excelente medida que unos vivillos “confundieron” con robar el dinero del Erario Nacional que es de todos. Una vergüenza nacional.
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