Roedor muy apreciado por el sabor agradable de su carne, se encuentra desde México hasta Argentina, de hábitos nocturnos y crepusculares. Se desempeña hasta alturas de 2000 metros sobre el nivel del mar y puede llegar a pesar de 8 a 12 kilos. Preferiblemente los encontramos cerca de lagos, ríos y quebradas. La proteína de su carne es de 84,6 % superior al bovino de 76,4 %, la grasa es de 7,54 % inferior al cerdo que tiene 15,19 %. Es casado indiscriminadamente con perros en el día o encandilados de noche cerca de los sitios de alimentación. La cría en cautiverio puede ser atractiva para disminuir la caza y bien manejado podría ser una buena fuente de ingresos.
Algunos criadores en el país lo han intentado y el principal problema que han encontrado es su lentitud para crecer, problemas reproductivos y altos costos de alimentación por lo que queda mucho por investigar sobre todo técnicas de alimentación para aligerar su crecimiento.
En Costa Rica es una especie silvestre protegida, su caza está prohibida. Los ticos debemos hacer un gran esfuerzo por salvar los animales en vías de extinción.
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