Según asumió la prensa el señor Fred Herrera director; del Teatro Nacional valga la aclaración, de todos los costarricenses; renunció a su cargo por causas ajenas a nuestra incumbencia, por tanto serán las autoridades competentes a dirimir el problema; sin embargo, nobleza nos obliga; a recordar a la opinión pública, que el funcionario en cuestión; desde hace mucho tiempo y en repetidas ocasiones, llamó la atención a las y los diputados para que quitaran de la Agenda del Asamblea Legislativa de su estancamiento, el préstamo del BCIE por 31 millones de dólares, otorgado al País; para realizar las imperativas obras del Teatro Nacional, que textualmente y a continuación detallamos: “un sistema contra incendios, instalar un nuevo sistema eléctrico, realizar labores de restructuración, mecanizar la tramoya, recuperar el sistema de sonido, la concha acústica y la iluminación, reconstruir el Teatro Vargas Calvo como un edificio anexo con el Teatro y conservar una parte del dinero para la fiscalización, administración e imprevistos” (Sic).
Cualquier ciudadano sin ser ducho en la materia y en su sano juicio lógico, estaría de acuerdo con la suma del préstamo, muy acorde a las obras del Teatro Nacional, sumamente urgentes. Por suerte; solamente un número reducido de legisladores, le está poniendo las cinco patas al gato, atrasando y ¿pidiendo aclaraciones del proyecto?, a todas luces por medio de unas mociones sin sentido y politiqueras.
Hacemos votos, ojalá que nunca suceda una desgracia irreparable; a causa de la demora, cuya responsabilidad recaería sobre los hombros de las señoras y los señores diputados, a los cuales; con todo respeto y en buen tico rogamos “ponerse las pilas” ante que sea demasiado tarde.
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