El Gobierno tiene varios proyectos importantes que podría promover por medio del referéndum, como la apertura de la exploración de gas natural y petróleo, así como la misma Ciudad Gobierno que impulsa la administración del presidente Rodrigo Chaves. Por un lado, la oposición ideológica se ha manifestado en contra del primero, por el otro, la institucionalidad amenaza con retrasar una obra que ahorraría millones de dólares a los costarricenses.
Hablar de gas natural y petróleo es un tabú, aunque poco a poco está dejando de serlo. Ya hace algunos años se ha empezado a tratar tímidamente el tema. La reacción de algunos grupos sociales ambientalistas o no ha sido vigorosa e inmediata, encargándose de hacer una lista que pareciera interminable, de razones por las que el país no puede y no debe modificar su posición: las iniciativas de protección del medio ambiente que Costa Rica promueve en los foros internacionales, la afectación al turismo y hasta la amenaza de que el país terminará como aquellos otros que tienen petróleo, pero que los beneficios nunca llegaron a toda la población son algunos ejemplos.
Convenientemente, no es del interés de los opositores a la exploración y extracción de gas y petróleo, decir que Noruega se posicionó en el segundo lugar en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) 2021-2022 y en el quinto lugar por Producto Interno Bruto (PIB) según el Banco Mundial (BM), siendo a la vez el octavo país productor de gas natural y el décimo segundo país productor petróleo del mundo para 2022. Valga decir que no en pocas ocasiones, Noruega se menciona como ejemplo a seguir en términos económicos y sociales.
Pero veamos otros ejemplos de economías que hace algunas décadas eran muy diferentes a lo que son hoy, que actualmente sustentan gran parte de su exitoso desarrollo en la extracción de gas natural y petróleo.
Los Emiratos Árabes Unidos, se posicionó en el lugar 26 del IDH para el periodo 2021-2022 y en el 25 de la lista del PIB para 2022, siendo el sétimo productor de petróleo del mundo para ese año. Así también encontramos a Catar, que para 2022 se ubicó en la posición 42 del IDH y en la novena de los países con mayor PIB del mundo, siendo el sexto productor de gas natural.
Veamos otro de los proyectos impulsados de manera contundente para la actual administración, la Ciudad Gobierno. Si bien las primeras propuestas de esta importante obra se han discutido desde el gobierno del expresidente Luis Guillermo Solís, la realidad es que el presidente Rodrigo Chaves se ha empeñado en echar adelante este proyecto con el Banco Centroamericano de Integración Económica, que, de concretarse, ahorraría a los costarricenses ni más ni menos que $357 millones de dólares aproximadamente, según lo publicó el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica como resultado de un estudio de factibilidad realizado por medio de la cooperación técnica del Banco Interamericano de Desarrollo.
En esta ocasión, la Contraloría General de la República, ejerciendo una de sus facultades, le ha advertido al gobierno que la modalidad mediante la cual se pretende ejecutar y adquirir la obra es improcedente. Esta posición está obligando a la administración del presidente Chaves, a buscar opciones que le permitan continuar con el proyecto, generando un nuevo atraso.
Mientras tanto, los costarricenses, espectadores, nos enfrentamos a muchos tecnicismos, casi se podría pensar que tienen la intención de que no se genere el interés del pueblo. Pero ambos temas están ya sobre la mesa, los ciudadanos quieren escuchar con palabras sencillas y claras, quieren tener el poder de decidir. No olvidemos que, ante estos dos escenarios está el soberano, quien detenta el máximo poder en la democracia. Somos los ciudadanos los llamados a escoger si debemos eliminar el decreto a la moratoria de la explotación petrolera o no, y es el pueblo en las manos de quien puede estar también, la modificación legal necesaria para que se construya o no la Ciudad Gobierno, permitiendo con ello el ahorro que tan bien haría a la economía del país.
Así como sucedió en 2007, el pueblo de Costa Rica hizo gala de ser una democracia vigorosa llevando a las urnas, un tema que no pudo ser resuelto en las arenas políticas, es momento de que vuelva al soberano el poder decidir sobre el futuro del país.
