Cuando empiezo a escribir pienso en todos los perfiles falsos que saldrán diciéndome quién eres, de dónde eres, muchos comentan otro aspirante a ser presidente o en lo mejor de los casos este IDIOTA, lo curioso es que no me importa sus críticas, ya que estoy acostumbrado a cargar sus comentarios, y eso me fortalece para seguir escribiendo, para los que preguntan quién soy, mi nombre es Kirk Salazar Cruz, oriundo de San Vito de Coto Brus, una de las zonas más pobres del país y que ve con esperanza algún día estas circunstancias cambien, pero mientras tanto seguiré escribiendo mi visión de mundo, sugerencias y propuestas de cómo sacar al país adelante, ya que como lo dije cualquier ciudadano puede ser presidente y cual presidente después de gobernar vuelve a ser ciudadano, lo curioso es que muchos se van, no sé si es por miedo o ven que no se puede vivir en este país sin tener poder.
Dice el refrán que “no hay más ciego que el que no quiere ver”. Estoy de acuerdo. Pero, ¿y si aun queriendo ver, hay algo que nos nubla la visión?
Es por eso que quiero comentarles sobre lo que yo llamo, un “Líder ciego”. Podría hablar del gran líder ciego que tenemos, pero veo a muchos con vendas en los ojos que no quieren ver la realidad país y siguen aplaudiendo discursos vacíos y la falta de acciones, este personaje en cuestión se ha precia de tener conocimientos en liderazgo y se hace llamar como el cambio perdido de años, del cual me pregunto yo donde estuvo todos estos años.
Muchas veces, no somos capaces de ver y analizar correctamente lo que nos sucede, ante al hartazgo de la política que nos cansa y terminamos desinteresándonos de la política, vemos como nuestras relaciones con los demás e incluso el alcance de nuestras propias decisiones, puede afectar nuestras emociones o toma de decisiones y eso nos está saliendo muy caro. Hay casos en los que sucede por pura ignorancia. En otras ocasiones por despiste o por un alto ritmo de vida y/o trabajo. Hay muchas posibles causas para que alguien que “ve” perfectamente, quede “ciego” por completo ante lo que le sucede. Pero la más habitual suele ser una deficiente gestión emocional. Emociones negativas como el miedo, la ira, la tristeza, la incertidumbre o incluso la ambición desmedida o el egoísmo, tienen la capacidad de nublar nuestro juicio y no dejarnos ver más allá de nuestras narices.
Un “Líder ciego”, es aquel que, por cualquiera de las causas mencionadas anteriormente o por una falsa sensación de seguridad y control sobre sí mismo (y a veces, por qué no decirlo, por un EGO desmedido) cree que no se equivoca nunca, que no comete errores, y no admite que los demás puedan tener razón en sus planteamientos, cualquier parecido con la realidad es mera casualidad, pero no lo digo yo sino a las más de las 58 salidas de este gobierno. Sean puesto a pensar y escuchar el discurso de todos los miércoles, esa campaña de sobre la “prensa canalla” resulto, pero la libertad de expresión y el debate también es sano, pero el miedo a equivocarse o que lo dejen callado lo llevo a desmembrar a la prensa. Ahora nadie ve las conferencias de los miércoles porque se aburrieron de ver cómo es solo miel y flores, pero el debate sobre los problemas centrales del país los dejamos de lado, bajemos ese EGO y pongámonos a trabajar.
Y la pregunta es, ¿este tipo de ceguera tiene solución?”. La respuesta es sí, pero, como toda “enfermedad” pasa por un diagnóstico previo y por la asunción de que se está “enfermo”. Es decir, tomar consciencia de los errores propios y responsabilidad sobre las acciones de mejora. Y eso, por supuesto, requiere de unas altas dosis de HUMILDAD (que suele ser una de las grandes carencias que suelen presentar los “líderes ciegos”). Es por eso que mejor espero lo que falte de este gobierno y pedirle a Dios que cuando el gran líder ponga los pies en la tierra vea todo el daño que hizo y ahora nos tocara a los futuros lideres repararlo, ya que para gobernar no se necesita solo hablar bonito, sino tener equipo y ganas de trabajar por las zonas más vulnerables y las familias que siguen comiendo salteado, esperando la GRAN REACTIVACION ECONOMICA FAMILIAR.
