El fascismo enmascarado de la izquierda

No hay una sola persona que al día de hoy no conozca el nombre de Benito Mussolini o Adolf Hitler, representantes de la más retorcida cara del socialismo del siglo 20; ellos comulgaban un modelo donde el Estado sea el dueño y señor de todo, “Todo dentro del Estado, nada fuera de él” era el pensar de los tiranos. La izquierda New Age reivindica esas mismas ideas en gran medida, puesto que buscan como el Estado absorba al sector privado y por lo tanto hacer más grande el monstruo estatal, ya sea por desconocimiento y no por mala intención, ya que el tamaño del Estado no es sinónimo de eficiencia estatal; y para muestra está el Ministerio de Educación cada vez más en decadencia, pero con una cantidad exorbitante de empleados. La izquierda progresista en Costa Rica está representada por distintos partidos políticos, pero en los que destaca el Frente Amplio y no por su tamaño, pero sí por los polémicos proyectos de ley que más allá de favorecer a un determinado sector de la población, está más enfocada en cumplir a rajatabla una agenda progresista mundial y en buscar conflictos a como dé lugar; su pensamiento marxista no puede alegar hoy en día un conflicto entre burgueses y proletarios de este modo ellos buscan conflictos en sectores que si tienen problemas pero no buscan cómo solucionarlos para mantener el discurso.

El proyecto de ley N.º 24.113 es el ejemplo claro de dichas políticas autoritarias y fascistas; garantizar el derecho a la libertad de expresión de cada persona está impresa en la Constitución Política y es acá donde empieza la falacia de la izquierda progresista, puesto que todo tipo de discriminación está penado por la ley no obstante en el proyecto su primera justificante está en, según ellos, la ausencia de reformas y vacíos en la legislación actual.

Como todo discurso empleado por las izquierdas alrededor del mundo utilizan la palabra “discriminación” en todo aquello que va en contra de su pensamiento; un empresario el cual crea con mucho esfuerzo su empresa y pone sus reglas respetando el código de trabajo, elije a quien contrata y a quien no contrata, todo esto en base a su necesidad o lo que el valore como conveniente para la imagen de su negocio, en otras palabras, un área laboral no es un lugar público donde la “expresión corporal” puede lucirse, en la sociedad existen lugares donde puede lucirse (parques, bares, etc.). El discurso frenteamplista toma como segundo punto importante el hecho de que según ellos la economía de Costa Rica se ve impactada negativamente, pero en el proyecto de ley no hay ninguna prueba de ello, las suposiciones son irresponsables ya que el input de las políticas públicas son los datos comprobables.

El tercer punto a destacar es la interpretación a conveniencia de la Constitución Política, ya que solo defienden el principio de discriminación en una parte, ya que si por motivos religiosos el patrono no se permite contratar a personas con “modificaciones personales” es tachado de religioso radical y arcaico y no se le respeta su libertad de culto; la referencia al artículo N.º 28 de la Constitución Política también es malversado a conveniencia puesto que no se puede dañar a alguien no brindándole algo que no le pertenece.

Este tipo de proyectos de ley abre un pórtico peligroso para los empresarios, ya que pueden empezar las demandas falsas por el simple hecho de no ser contratados (como ya se ha visto con las demandas falsas de acoso a nivel mundial), a la persona se le debe de creer al punto de investigar pero no es el patrono quien debe de justificar por qué no contrató a alguien en su negocio, si no el entrevistado quien con pruebas debe de demostrar lo que afirme; cuestionar las condiciones que el dueño de su empresa pone para laborar en la misma, es el ejemplo claro del autoritarismo que tanto cuestiona el Frente Amplio, e intentan en el proyecto de ley ejemplificarlo con un requisito como “ponerse implantes mamarios para laborar”.  Y así demuestran una vez más el desconocimiento de la realidad que la clase trabajadora costarricense enfrenta al poner casos fantasiosos, y que por cierto no indican un solo caso en el cual se ejecutó dicha acción.

Este tipo de propuestas sin bases ni fundamentos, donde los discriminados son representados por un partido que solo impulsa proyectos de ley para una minoría (no tan menor) que está financiada a nivel global por grandes empresarios, el discurso se cae a pedazos al leer la página 7 párrafo 2 de dicho proyecto donde ellos respaldándose en un estudio de la Universidad de Costa Rica (estudio que no se menciona más, que tampoco se menciona su metodología ni su muestra) dicen que la población tatuada aumenta pero también dicen que no existen datos concretos y por tanto están usando suposiciones para crear proyectos de ley.

De este modo es que, sin bases, ni pruebas y con solo sus suposiciones se embarcan en la lucha contra los molinos de vientos para capturar a los más incautos y convencerlos de su angustia por los males que aquejan al pueblo trabajador, el relato se desmorona cuando nos encontramos recepcionistas, cajeros, gerentes, personal de mantenimiento en lugares como tiendas, bancos privados, empresas transnacionales con tatuajes visibles. De ese modo este proyecto de ley pasa a ser uno más del montón, en la lista de proyectos presentados por una fracción que solo se enfoca en la cantidad no calidad ni utilidad.

Este proyecto de ley más allá de brindar un apoyo, al no tener bases sólidas está destinado a ser solo una distracción para los problemas reales que enfrenta la población y a fomentar una sociedad muy al estilo del libro “1984” donde el Estado deba de decir que se puede y que no, sin ningún tipo de reclamo; por otro lado vemos que no atacan al narcotráfico, a la inseguridad en las calles, a la corrupción en instituciones estatales ya que  al ser problemas reales y complejos la fracción de lo fácil no se enfoca en ello; es necesario añadir que nuestro código de trabajo en su artículo N.º 404 ya prohíbe cualquier tipo de discriminación en el trabajo y por ende, se sobre entiende que no se es trabajador si no se le contrata y que la discriminación es existente desde el punto que se escoja a uno solo y se ignoren el resto de postulantes, siendo esto algo natural cuando se publica una vacante. Así que de esta forma todo patrono en su vida ha cometido “discriminación” según la fracción frenteamplista; más allá de la falta de datos y criterio profesional sobre la problemática social que pudiera ser el tema en cuestión, esa fase de aceptación a este tipo de aditamentos corporales es un proceso que la sociedad está pasando ahorita, justo frente a nuestros ojos y que realmente está siendo muy bien aceptada gracias a los medios de difusión y la importancia que tiene hoy en día los influencers o estrellas de la farándula.

Es necesario prestar atención a este tipo de proyectos inútiles, pero para exigirles a las fracciones en general que nuestros impuestos sean bien utilizados, necesitamos resolver problemas de educación, de seguridad, de salud, de economía, de infraestructura, entre otros problemas sin resolver. Una vez que empecemos a reparar aquello que debe ser reparado el país se encaminará a lo que todos buscamos: el bienestar social.

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