La población joven en Costa Rica viene presentando dificultades para incorporarse al mercado laboral. Diferentes cifras señalan que el desempleo joven en nuestro país viene en aumento, y que además llevamos la delantera en relación a otros países de la región.
Mientras en el año 1991 la cifra de desempleo joven (población de 15 a 24 años), era de un 11,6% para el año 2015 rondaba el 23% afectando principalmente a mujeres (6 de cada 10). Ese es el único grupo etario que experimenta un alza en las cifras de desempleo en el último quinquenio.
A pesar de que nuestro país posee extraordinarias condiciones de acceso a educación primaria, secundaria y en menor rango a la educación universitaria; el acceso a oportunidades de empleo parecer ser el mayor obstáculo entre las personas jóvenes. Un dato relevante es que entre el año 2011 y 2015, la población con mayor desempleo era aquella que no completó secundaria mientras que aquellos con secundaria completa o con estudios universitarios superiores presentaron menos tasas de desempleo. Sin embargo, en el 2015 hay un aumento del desempleo en la población con secundaria completa y universitaria, e inversamente se reduce el desempleo en la población con secundaria incompleta. Lo que parece demostrar que un título universitario ya no representa una oportunidad inmediata de empleo y de mejores condiciones de vida, como sucedía hace algunos años atrás.
Alerta también, la población de jóvenes que no estudian ni trabajan, los llamados “ninis”. Para el 2015 esta población sumaba casi 160 mil jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y 24 años de edad.
Es necesario articular políticas públicas que logren mitigar el desempleo joven y sus impactos. Es en esos temas estructurales en que los actores políticos inmersos, como las juventudes de los Partidos Políticos y el propio Sistema Nacional de Juventud, están llamados a buscar soluciones.