En un mundo en constante transformación, donde las dinámicas sociales, políticas y culturales se redefinen día a día, es crucial detenernos a reflexionar sobre nuestro patrimonio. No solo el patrimonio material, sino también el inmaterial, que incluye las luchas, las historias y las identidades de las comunidades, especialmente de aquellas que han sido históricamente marginadas, como la comunidad sorda en Costa Rica.
Trabajo patrimonial y archivístico
La labor de preservar nuestra memoria histórica se convierte en un acto de resistencia. El trabajo patrimonial y archivístico es fundamental para documentar las experiencias de las personas sordas, quienes, a menudo, son silenciadas en la narrativa histórica del país. La violencia, la exclusión y el deterioro de nuestros derechos como comunidad han marcado un legado que debe ser reconocido y comprendido.
Vínculo patrimonial y construcción de identidades
El vínculo patrimonial que establecemos con nuestras raíces es esencial para la construcción de nuestras identidades. No se trata solo de conservar objetos, sino de recordar y valorar las luchas que nos han traído hasta aquí. La identidad sorda no es un hecho aislado; es un binomio personal, colectivo que se nutre de nuestras vivencias y de la interacción con los demás.
Mediación y ciudadanía
La mediación cultural a partir de la interacción y experimentación es una herramienta poderosa. Nos permite desarrollar una ciudadanía activa que valore la diversidad y la inclusión. La educación patrimonial debe ser un pilar en nuestras instituciones educativas, fomentando el respeto por las diferencias y la apreciación del patrimonio de todas las comunidades.
Activación de identidades y prácticas archivistas
El patrimonio sordo debe ser activado en el discurso público. La acción patrimonial se traduce en visibilizar nuestras historias y experiencias, en reescribir la narrativa que a menudo nos excluye. Las prácticas archivistas deben incluir la codificación de entrevistas y la utilización de redes sociales como herramientas para documentar nuestras realidades y visibilizar nuestras luchas.
Día del patrimonio y actividades desarrolladas
El 16 de noviembre se celebra el Día Internacional del Patrimonio Mundial que se convierte en una fecha clave para reflexionar sobre nuestras contribuciones. Las investigaciones en historia oral y el trabajo archivístico son vitales para conectar a las nuevas generaciones con su historia. Las instituciones universitarias deben interrelacionarse con la comunidad sorda para desarrollar actividades que fomenten la inclusión y el reconocimiento de nuestro patrimonio.
Conclusión
En este contexto de transformaciones, es imperativo que nos unamos como comunidad. La preservación de nuestro patrimonio y la defensa de nuestros derechos son tareas que requieren del compromiso de todos. Al hacerlo, no sólo estamos protegiendo nuestra historia, sino que también estamos construyendo un futuro en el que nuestras identidades sean valoradas y respetadas.
La lucha por nuestros derechos continúa, y cada documento archivado, cada historia contada, es un paso hacia la plena inclusión y el reconocimiento de la comunidad sorda en Costa Rica.