Cuando en Costa Rica, la estrategia de algunos aspirantes a gobernantes radica en esta máxima tan antigua, debemos analizar el contexto de ello. Ya que una propuesta de campaña completamente azarosa y sin ningún sustento real, solo puede ser argumentada desde un pulpito, decayendo como un discurso vacío frente a la comunidad internacional. La que no se rige por lo que marcan las emociones de la gente, sino por la razón, evidenciando el sustrato en el que está conformado un sentimiento de esa naturaleza. El cual, yace sobre un imperativo de indisponer a los unos contra los otros, enfrentando a diversos colectivos para avasallar a una minoría en particular.
Estos movimientos de manipulación de masas, aumentan cada vez que se aproxima cualquier contienda electoral, en donde se encuentren en juego intereses político-sociales, que pretender ser controlados desde determinados puestos de poder. Atizando el fuego de la lucha social y de todos aquellos que se autoproclaman elegidos frente al interés general.
Por ejemplo, se enfrentarán ateos contra creyentes, liberales contra conservadores, extremistas contra moderados, en una larga lista de diferencias que podría no tener fin, porque en resumen, lo que buscan los abanderados de esta clase de discurso, es precisamente un choque inhumano de derechos y libertades que son los pilares que constituyen a toda democracia real, dentro de un Estado Social de Derecho.
Así mismo, para algunos esta forma de ejercicio sucio de la política puede encubrirse por mandato divino, suerte, inocencia o cualquier calificativo que Usted desee adjudicarle, ya que es practicada desde hace siglos y no es nada nuevo frente al sol. Y por ello mismo, es premeditada y difundida por todos aquellos medios de comunicación que posean intereses entrelazados.
Porque lo que busca ésta máxima como hecho práctico de dividir para vencer, se fundamenta en que cada ciudadano, se sienta legitimado y en mejores condiciones que otros, en el sentido de poseer la supuesta “verdad” que ampara a un imaginario colectivo, que desde una posición aparentemente no subjetiva, busca acusar a su hermano o vecino, señalándole todos los defectos que pueda encontrarle y además, declarándose vocero absoluto, frente a aquellos que no tienen la posibilidad de cuestionarse nada de nada…
Desatando una cacería humana de supuestas ideologías, que no constituyen ningún peligro para nadie, en cuanto a que cada uno, nace poseyendo un libre albedrío. El cual, fue pensado por un ser superior si eres creyente y si no, por la lógica histórico-social que constituye a todo Estado Social de Derecho, que no persigue, ni excluye a nadie por ser diferente, al contrario de regímenes totalitarios que sí están orientados a ese fin.
Por tanto, es necesario mostrarlos como lo que realmente son, sin permitir que se desvíe nuestra atención de la miseria contextual, que se oculta detrás de ésta clase de movimientos tan dañinos, para cualquier democracia. Debido a que otra de sus funciones principales, es evitar que parte de la sociedad informada, los ponga en evidencia y además, se organice para confrontar su falso discurso y doble moral, acompañada de una serie de prebendas que ejercen desde sus escaños públicos, los cuales utilizan como catapultas de sus hazañas privadas, que no tienen nada que ver con la “justicia social” que tanto predican.
Porque se valdrán de cualquier espacio público o privado, para enfatizar que sus manos no se encuentran sucias y que además, sus propuestas nos llevarán a buen puerto porque son el reflejo del mensaje de Dios. Ya que mientras apuntan con su dedo acusador a cualquiera que se oponga o rebele, frente a un pensamiento único y extremista, se aprovecharán de visibilizar supuestamente la corrupción imperante y a los corruptos. Y por otro lado, con su otra mano, sacarán cuantas de cómo poder esquilar a esa parte de los fondos públicos, que agonizan en un país como el nuestro.
Debido a que lucharán hasta el final y por lo mínimo, porque pretenden lo máximo y esto es, en toda democracia participativa, el hecho de: divide y vencerás y además, si no puedes convencerlos, entonces CONFÚNDELOS…
Ya que como es probable que se gastaron todo lo que no tenían y la deuda de los actuales gobiernos supera un límite manejable, nos traen un discurso de no pagar más impuestos y menos impulsar cualquier iniciativa de recaudación frente a los que más tienen. Cuando las leyes básicas que imperan en el Mercado, marcan la pauta de que se debe pagar todo aquello que se ha comprado, para evitar tener a más familias endeudadas de por vida, porque éstos políticos y ex-políticos no están dispuestos a cobrar lo que se debe.
Con lo cual, se fomenta la desunión de la ciudadanía, sin señalar a los verdaderos culpables que en todo caso, ya se encuentran pensando como mudar de piel para los próximos cuatro años del gobierno de turno, sin devolver lo robado. Porque en lugar de servirle al Pueblo, terminaron sirviéndose de éste, mientras las opciones supuestamente nuevas, vendieron su voto por sentarse en la mesa, al lado de los poderosos; exhortando al electorado iletrado a que practique de nuevo, la virtud de comportarse como un rebaño, y no, como ciudadanos pensantes…
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