La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha recomendado en múltiples ocasiones el consumo de frutas y verduras por su alto valor nutricional, así como también la relevancia de impulsar condiciones de producción sostenible de frutas, su adecuada gestión agronómica, técnicas de cosecha y de sistemas de manejo poscosecha; y por supuesto, el oportuno control de plagas y enfermedades en este tipo de alimentos.
Hoy, en el marco del Día de la Fruta en Centroamérica y República Dominicana, desde FAO deseamos resaltar este último punto: la importancia de tomar acción inmediata ante el control de enfermedades en una de las especies frutales de mayor importancia en la economía de nuestra subregión: las musáceas, que comúnmente denominamos plátanos y bananos.
El banano constituye un producto agrícola relevante para la seguridad alimentaria y el sector rural de América Latina y el Caribe (ALC), por su aporte nutricional y como fuente generadora de ingresos familiares, empleo e ingresos nacionales. La producción de bananos en América Latina y el Caribe representa el 25,46% de la producción mundial del año 2019, y es responsable del 80% de los envíos mundiales.
Estas cifras muestran la relevancia socioeconómica del banano y el plátano en esta región y la imperiosa necesidad de atender la emergencia por la incursión del Fusarium raza 4 tropical para mitigar sus efectos.
La marchitez por Fusarium de las musáceas, raza 4 tropical (FocR4T), es una de las plagas más devastadoras del banano y otras musáceas.
En América Latina se han realizado declaraciones por la presencia de FocR4T en Colombia (agosto 2019), Perú (abril 2021), y recientemente Venezuela (enero 2023), situación que evidencia el riesgo inherente a la presencia de este patógeno en Panamá y el resto de países del continente.
Esta raza del hongo plantea riesgos significativamente altos para el suministro local y mundial, ya que puede afectar directamente la producción de banano y plátano. Las plantas positivas a FocR4T favorecen la rápida propagación y la infección puede conducir a una pérdida completa de rendimiento, y deja además inhabilitadas las zonas de producción.
El traslado de material vegetal infectado es probablemente una de las causas de mayor importancia en la diseminación local, nacional e internacional de esta plaga.
Para los países con sistemas de producción comercial y también que hacen parte de los medios de vida de miles de familias, donde el patógenos se ha reportado como ausente y es una plaga cuarentenaria reglamentada, es imperativo trabajar de manera articulada para enfrentar una posible introducción.
Se requiere del esfuerzo de los sectores público y privado y el concurso de empresas o corporaciones privadas líderes en la producción y exportación de banano.
Adicionalmente, la formación de alianzas con corporaciones o asociaciones del sector privado son de gran interés para los países y la región, a fin de mejorar la prevención y protección fitosanitarias en estos cultivos y, por tanto, contribuir a la reducción de pérdidas e ingresos para los países, familias y las empresas.
En este contexto, el día de las frutas en Centroamérica y República Dominicana, se convierte en una oportunidad para recordar que debemos incentivar el desarrollo e introducción de innovaciones que refuercen la bioseguridad a diferentes niveles en nuestras plantaciones frutales, las mejores prácticas de manejo de los cultivos y el suelo, y alternativas para la recuperación de los países afectados por las plagas y enfermedades.
También es una oportunidad para invitar a unirnos en el fortalecimiento de la institucionalidad encargada de la gestión de plagas, la corresponsabilidad del sector privado, la colaboración público-privada y el involucramiento de la sociedad en su conjunto.
Desde la FAO reiteramos nuestro compromiso por apoyar la articulación interinstitucional en respuesta a la emergencia actual, y para prevenir otras amenazas fitosanitarias; introducir avances tecnológicos que mejoren la vigilancia y el manejo integrado de las musáceas, así como a reducir los riesgos, e incrementar la resiliencia y sostenibilidad de estos cultivos en nuestros países.
La FAO continuará los esfuerzos en América Latina y El Caribe, así como en un contexto global, en coordinación con las organizaciones nacionales y regionales de protección fitosanitaria, las instituciones científicas y organismos internacionales, la Secretaría de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria y el Foro Mundial Bananero, en el fortalecimiento de las alianzas entre los sectores público y privado para la prevención, control y manejo de la marchitez de las musáceas por Fusarium, raza 4 tropical, en Panamá y en toda la región.
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