Desempleo y pobreza tierra fértil del narcotráfico

» Por Luis Fernando Allen Forbes - Director Ejecutivo Asociación Salvemos el Río Pacuare

El narcotráfico es un grave problema social para las sociedades modernas. Actualmente Centroamérica ha sido seleccionado como ruta de tránsito debido fundamentalmente a la débil institucionalidad, su alarmante nivel de corrupción, impunidad y creciente pobreza.

Su posición geográfica en la región la convierte en un puente natural entre el principal productor de cocaína y el mayor mercado de consumidores, a nivel mundial. Siendo que los costos de transporte se incrementan conforme la mercancía se aleja del centro de producción, dando paso a un proceso de circulación de mercancías.

Centroamérica no constituye el mercado final de la cocaína, por lo cual sus países no representan el destino más lucrativo en términos de consumo. En este sentido, y aunque no puede afirmarse de manera definitiva, todo parece indicar que los ajustes de los precios no responderían a la demanda interna del mercado centroamericano.

El clima de inseguridad y la lucha contra el narcotráfico ha puesto de manifiesto el ingente poder adquirido por los grupos organizados para cometer delitos y la frágil situación en la que nos encontramos los ciudadanos, porque las redes criminales se han extendido como un verdadero cáncer, que se han ido apropiando de tejidos sociales otrora sanos y honestos.

Paulatinamente Costa Rica y Centroamérica se han convertido no sólo en un lugar de paso de drogas, sino en un país consumidor, y la seducción del dinero rápido ha atrapado a muchos jóvenes cual si fueran empresas transnacionales intensificando su acción criminal por el dominio del mercado.

Sin embargo, es de conocimiento general, la crítica situación económica que padece nuestra nación y Centroamérica, en donde muchas personas pobres y otras desempleadas son el blanco perfecto para recurrir a esta clase de actividades ilícitas, en donde los narcotraficantes se han atrincherado aprovechando la geografía y la falta de trabajo.

Esta claro, que este tipo de males sociales se debe combatir con el incremento de valores dentro de la sociedad, así como mejorar la educación para todos, creando oportunidades reales de progresar económicamente, porque una de las grandes ventajas que tiene a su “favor” los carteles de la droga es que brindan a todo burro, “una vida llena de bienes materiales antes no poseídos”.

No basta, por lo tanto, desenmascarar lo perjudicial del consumo de drogas, ni tampoco amenazar a quienes comercian con ellas con penas más severas; es necesario librar una batalla cultural, en la que se recuperen elementos tan esenciales y a la vez cuestionados como la posibilidad de señalar algo como “malo” y el oponerse valientemente a ello como virtud de la fortaleza.

Finalmente, el narcotráfico es considerado como la mayor violación a los derechos humanos porque su sola presencia aumenta notablemente la violencia provocando que la inseguridad y los delitos sean habituales, con consecuencias devastadoras para los habitantes del país, indiscutiblemente un problema de Estado cuya solución pasa necesariamente por una institucionalidad fuerte, e incorruptible.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

Últimas noticias