Desde los ajustes estructurales de finales de los 80s, se perdió el Estado Social de Derecho y se adoptó un Estado de Desarrollo Económico, puro, llano, simple: Que los ricos, hagan toda la plata que puedan, incluyendo el capital transnacional y que el resto, nos la juguemos a como podamos. Hoy los resultados son visibles y asustadizos. Que el desempleo sea ya del 12%, es alarmante, pero que la aceleración del mismo sea del 20% en el último semestre, sencillamente, es temerario.
El problema es que ya no hay políticos dirigiendo al Estado Costarricense. Lo que hay es una camarilla de empresarios, banqueros y profesionales que no han entendido, ni entenderán jamás, qué es DESARROLLO HUMANO, y en aras del crecimiento económico, nos han reducido a la pobreza con tendencias claras de pobreza extrema. Para muestra un botón: Vean, estudien, analicen el caso de la famosa APMT. Los únicos que ganaron, y seguirán ganado son los accionistas de la transnacional. Es lógico que nuestro pueblo sólo perdió desde el inicio, pues cedimos una porción de nuestro espejo de agua marina, para que nos contaminen nuestra bahía y el final, ni siquiera los empleos que dijeron que habría, existirán. Eso solo fue, la justificación para engañar a los necesitados.
Lo que más me duelo, me repugna y hasta me enoja, es que ahora vienen con el cuento del TREN ELÉCTRICO PARA CARGA. Por favor, no seamos ingenuos, o mensos, o serviles, o lo que quieran. Nuestros lugareños no necesitamos ese tren. Ese enorme gasto público es para que se lleve la carga de UNOS RICOS para otros RICOS; pero lo horriblemente injusto, es que nosotros pagamos el préstamo. Díganme: ¿cuántos de nosotros los limonenses tenemos carga para llevar o carga para traer en ese tren? Al no ser la Familia Acón, los demás llevamos lo que tenemos y/o producimos, en el carrito del vecino. Ese montón de millones, se deben invertir en función de un verdadero desarrollo local. De un verdadero Desarrollo Humano. De un verdadero crecimiento incluyente, sostenible y por lo tanto digno. Lo peor de todo es que nos endeudan con grandes sumas y luego, abren el hocico, para decir que están invirtiendo en el desarrollo de LIMÓN, cuando en un descaro visible y tocable, es que la inversión, nuevamente será para que las transnacionales y grandes empresas nacionales sigan arrollando billetes y lo peor, sin pagar impuestos, porque son de (zonas francas) y nosotros recargados con más impuestos, para pagar su desarrollo. Si realmente tuviéramos políticos en ejercicio, le dirían un rotundo NO a ese tren de bandidos, para asumir nosotros la responsabilidad de proponer nuestro propio DESARROLLO HUMANO.
Disculpen, mi discurso no es diplomático, porque en el mundo compulsivo y represivo en el que estamos inmersos, la diplomacia pierde sentido porque las imposiciones avanzan con rapidez y violencia.
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