Desafíos contemporáneos de las ciudades

» Por Dr. Fernando Villalobos Chacón - Decano UTN y presidente Concejo Municipal de Esparza

Dr. Fernando Villalobos Chacón

Uno de los desafíos contemporáneos más importantes que enfrentan las ciudades ante el cambio climático, es la creciente contaminación del aire.

El acceso y suministro de agua potable para la creciente población, el manejo de los residuos y el aumento de la temperatura son algunas de los problemas que enfrentan las urbes.

En la última década, el aumento de la temperatura atmosférica continúa en aumento. Cada año se bate un récord de calor en el planeta. Esto tiene implicaciones mínimas sobre el ser humano en sí, pero consecuencias catastróficas para las cadenas ecológicas, sobre todo los anfibios, invertebrados y amenaza de manera seria a cultivos en todo el mundo.

A causa de este aumento de la temperatura global año con año, cientos de especies entran en la lista de condición de vulnerabilidad, amenazadas, en peligro de extinción, y otras inexorablemente se extinguen.

Cada vez se emiten más gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, agravando más el problema ya de por sí grave, degradando la capacidad protectora de la línea de ozono sobre la vida en la Tierra.

Grandes conurbaciones como Pekín, Shanghái, México, Tokio, Moscú, Nueva Delhi, New York, Los Ángeles, entre otros, han enfrentado crisis de smog recientemente, ralentizando el oxígeno y la luminosidad.

Estas condiciones anóxicas del aire aumentan las enfermedades respiratorias, disminuyen la calidad de vida de las personas y generan en las ciudades afectadas poca disponibilidad de luz solar, inciden en el comportamiento humano, las emociones, entre otros problemas.

Una de las soluciones que algunos gobiernos han implementado es recurrir a la ampliación cada vez mayor de la matriz eléctrica del parque vehicular, reconversión de la industria hacia prácticas más eco-amigables, que emitan menores cantidades de GEI.

La arborización de las ciudades es una práctica interesante y prometedora.  El gobierno chino ha desarrollado un programa agresivo de arborizar ciudades como Pekín, Shanghái, Chengdu, por ejemplo. En una reciente visita a estas ciudades chinas hemos podido confirmar cómo, mediante una política de estado actualmente, se siembran (ya adultos) millones de árboles en estas y otras ciudades.

Se insertan especies altamente eficientes en la captura de dióxido de carbono. Estos pequeños bosques pueden no sólo poner su grano de arena en la producción de oxígeno para la población, sino trae belleza escénica en la ciudad durante la floración, además que contribuye de manera eficiente en bajar la temperatura y absorben parte de las precipitaciones que muchas veces tantos caos provocan, a causa de la escasa oportunidad de filtración de agua a la tierra, debido al casi total asfaltado y encementado.

China apuesta a una arborización masiva, de sus zonas conurbadas. No hay duda es una gran idea. Son pequeños bosques que dan belleza y frescura. Se ha empezado además a repoblar especies de aves desplazadas.

Es una gran iniciativa para nuestras ciudades en Costa Rica. Los gobiernos locales podrían adoptar esta práctica en sus territorios. Vale la pena.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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