A pesar de que hace más de 25 años he venido alertando que los tres poderes han sido penetrados por las mafias neoliberales, a partir de la huelga del 2018, así ha quedado demostrado.
Nuestra democracia está ingresando a cuidados intensivos, fundamentalmente por la podredumbre en el Poder Judicial, muy particularmente en la Sala Constitucional, hoy convertida en caja de resonancia de los grupos de poder, utilizando como instrumento a uno de los gobiernos más neoliberales y corruptos de las últimas décadas.
En asocio con los poderes Legislativo y Judicial están dispuestos a terminar con lo que queda de nuestro Estado de derecho y con las Garantías Sociales, que a nuestros ancestros les costó sacrificio y sangre.
La Sala Constitucional no ha tenido escrúpulo en violentar reiteradamente nuestra Carta Magna y lo peor, impunemente, a pesar de haberse creado para su defensa. Así las cosas, producto de la impotencia y frustración, varios dirigentes amigos al observar también el fantoche de Asamblea Legislativa, con las excepciones de rigor, me han solicitado colaboración para inscribir nuevos partidos políticos.
Con respeto les he dicho que los problemas éticos y estructurales que tienen a nuestra democracia en agonía no se resuelven con nuevos partidos políticos.
Además les he advertido que es difícil, para nuevos partidos, irrumpir en la vida electoral, después del fraude o maniobra hecha por el TSE al eliminar los nombres de los candidatos a diputados de las papeletas.
Por esta razón, para un partido político emergente y sin recursos para publicitar el nombre y el color de la bandera, a la hora de emitir el voto, el elector al no encontrar el nombre del candidato de su preferencia y confundido entre más de dos docenas de banderas, termina votando por los partidos tradicionales que sí están posicionados en el subconsciente del elector.
Así se ha convertido el TSE en instrumento de las bandas político-empresariales. Ante este panorama la salida inmediata es la organización para la confrontación y para ello, además de lo electoral, veo al menos dos opciones:
- Confrontar al gobierno en una rebelión popular hasta lograr el cambio de rumbo o su salida.
- Un gran movimiento patriótico ciudadano de resistencia pacífica, con una huelga nacional de brazos caídos hasta separar del poder a estas bandas u obligar a un proceso de negociación público y transparente, para poner en marcha un modelo de desarrollo humanista, inclusivo, solidario y libre de corrupción e impunidad.
- Recurrir a la vía electoral. Es urgente una alianza electoral, conformada por partidos políticos patriotas, pero fundamentalmente por sectores sociales, que postulen a mujeres y hombres probados ética, ideológica y políticamente.
Eso sí, requisito previo debe ser la propuesta país, presentada en proyectos de ley debidamente redactados y con el compromiso inclaudicable y firmado por los candidatos de elección popular y los funcionarios de confianza del Poder Ejecutivo, de luchar por convertir en leyes esos proyectos, como firmada debe estar la renuncia de su cargo del presidente, diputados y funcionarios de confianza que se aparten de la propuesta país de su partido.
Como método de trabajo y como simples ejemplos de lo que puede ser una propuesta país convertida en proyectos de ley planteo los siguientes enunciados:
- Reformas electorales, incluido el referendo revocatorio del mandato.
- Soberanía agroalimentaria.
- Defensa de nuestro mar patrimonial y recuperación de sus riquezas.
- Recuperación y fortalecimiento del CNP.
- Banca para el Desarrollo, exclusiva para los sectores agropecuario y pesquero.
- Revisar la función y salarios en entidades como Sugef, Sutel, Sugeval, Autoridad Reguladora, entre otras, con lo cual la globalización neoliberal ha montado una dictadura financiera al servicio del poder económico y en contra de pequeños y medianos emprendedores.
- Para que los delitos contra la Hacienda Pública no prescriban.
- Para que la evasión y elusión fiscal se castiguen con cárcel y con la ejecución del patrimonio, y que el funcionario que por acción u omisión, en el ejercicio de sus funciones, sea responsable de delitos contra la Hacienda Pública se le castigue de igual manera.
- Que el prevaricato se castigue no solo por dolo, sino también por culpa.
- Revisar y aprobar la Ley de Extensión de Dominio Público, de tal forma que se permita la recuperación de los bienes.
- Obligar a las empresas a declarar renta mundial.
- Poner tope a salarios y pensiones de lujo e incrementar de manera justa las pensiones del Régimen no Contributivo.
- Ley para poner a funcionar las auditorías ciudadanas para las deudas interna y externa.
- Defensa a ultranza del medio ambiente y declaratoria constitucional del agua como derecho humano.
- Cambio del sistema de elegir magistrados, fortaleciendo la autonomía, pero con mecanismo ágil de destitución cuando cometan delitos como prevaricato, incumplimiento de deberes y peculado, entre otros.
- Eliminar presidencias ejecutivas de autónomas y semiautónomas y que las gerencias se nombren por concurso.
- Replantear la política migratoria en apego a la realidad socioeconómica, pero fundamentalmente en protección de la seguridad ciudadana y la seguridad nacional.
- Reforma educativa acorde con los tiempos modernos y las necesidades de desarrollo integral del país.
- Garantizar la recuperación, autonomía, modernización y financiamiento de la CCSS.
Esto es solo un pincelazo del proyecto país que un partido serio debe presentar al electorado, pero no como simples enunciados, sino, repito, con proyectos de ley debidamente terminados.
Caso contrario, con promesas y discursos populistas, es seguir estafando políticamente a nuestro pueblo y Costa Rica terminará, a muy corto plazo, centroamericanizándose. Esto si no cae más abajo.
El tiempo se agotó, es hora de terminarle la fiesta a esta clase política parasitaria.
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