Johnny Araya recorre nuevamente las barridas josefinas. Lo hace con la frente en alto y con la confianza que le brinda su fructífera gestión. El alcalde regresó a las calles para dar las gracias a todos los que lo apoyaron y lo seguirán haciendo porque reconocen su desempeño. Es un voto de confianza para el histórico dirigente liberacionista.
Por eso destaco el valor periodístico de esta foto: es real y muy representativa; la gráfica capta un instante de los muchos que caracterizan su acción proselitista; apenas medio metro atrás, con paso firme va Paula Vargas, su elocuente y atinada vice alcaldesa, mujer de grandes y probadas cualidades; profesional honesta y talentosa. Además, van sus dirigentes distritales y cantonales como don Alex Cano y otros que se tiran a las calles, veredas y alamedas a trabajar afanosamente porque confían en su líder.
La foto —de premio— muestra a Johnny Araya tranquilo y seguro; también tiene música de cimarrona y mascaradas; la escena fue captada en el ocaso del 30 de octubre del 2019 bajo una leve amenaza de lluvia. No hay empujones, todos marchan a paso firme y en la misma línea de Johnny, quien les ha dado la confianza que merecen sus dirigentes para estar a su lado, porque esos colaboradores son fundamentales en todos los procesos democráticos. Esta foto es: democracia orgánica en acción, sin filtros de ninguna clase.
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