ESENCIA - COLUMNA DE OPINIÓN

Defender derechos y libertad sí, tolerar e incentivar más privilegios, ¡no!

Los sectores salud y educación, el asunto de la libertad de prensa, la objetividad y protagonismo de los medios de comunicación, así como la “posverdad y desinformación”, son temas que mueven y sacuden la confianza, tranquilidad y “estado de confort” que genera la democracia costarricense.

En muchas notas de opinión es recurrente leer percepciones y diverso análisis referente a tan distinta y delicada situación que vive nuestro país ante las gestiones y acciones de la actual administración. Definitivamente habrá en nuestra historia moderna, guste o no, un “antes y después de la Administración Chaves Robles”.

Nuestro Estado Social de Derecho, sustentado por los grandes logros en Salud y Educación ha sido golpeado. Sus próceres, raíces y esencia son claras y apreciados por todos los costarricenses y lo defenderán a muerte; sin embargo, lo que sí es harto conocido y el ciudadano no está dispuesto a tolerar más, es el aparente abuso del cual han sido víctimas instituciones claves como la UCR y la CCSS.

Según informaciones oficiales y constantes por parte de oficinas de prensa de nuestras instituciones, divulgadas en algunos en medios de comunicación y redes sociales, hemos vivido unas semanas alteradas por la calendarización de un par de marchas, dónde miembros del sector público y algunos de sus gremios sindicales, expresaron sus posiciones en torno al sector salud y más reciente, en educación pro-defensa del Fondo Especial para la Educación Superior, FEES. Esta “manifestación en la calle” se gestó, según sus cabezas organizativas, por la negativa del gobierno a entregar el porcentaje correspondiente al fondo citado. Aquí, muy respetuosamente, les sugiero revisar y darle una leída a nuestra Constitución Política.

Cada vivencia, momento y escenario político, debe ser objetivamente analizado. Las democracias históricas y fuertes como la nuestra, deben recibir un constante seguimiento para “desbloquear y destapar” cualquier intento de perpetuar el abuso, la desigualdad y exceso de privilegios en la Administración Pública.

Reafirmo, siempre debemos equilibrar la información para ver el panorama con claridad, de ahí la necesidad de ir en búsqueda de las conferencias de prensa del gobierno semanalmente, revisar medios que inspiren transparencia y que su credibilidad no esté en duda y utilizar las redes sociales de su preferencia. Recientemente recibí un vídeo Tik-Tok (@educaciongob.cr) muy llamativo. Las imágenes presentan un resumen con una postura muy objetiva y valiente del diputado Leslye Bojorges León del PUSC, refiriéndose al tema de la Educación Superior, específicamente de los indicadores de medición para las universidades públicas.

Soy defensor en primera línea del derecho a la educación constitucionalmente respaldada, de la libertad de prensa y de la justicia social. Admiro la honorabilidad (nunca puesta en duda) de la inmensa mayoría de funcionarios del gobierno, entes estatales e instituciones públicas como la CCSS, UCR, UNA y el ICE entre muchas. Por supuesto, mi respeto también para los funcionarios y educadores valientes, y dedicados del MEP. El tiempo para ¨ajustar las velas es ahora¨.

Referente a lo comentado anteriormente, para empezar, les invito a leer los artículos 28, 29, 84 y 85 de la Constitución Política, así como el capítulo único del Título V:  Derechos y Garantías Sociales. La RAE determina a la administración pública como el  “Conjunto de órganos y entidades que, encuadrados en el gobierno estatal, autonómico o local, sirven con objetividad los intereses generales ejecutando las leyes y prestando los servicios públicos correspondientes”.

Siempre se ha entendido que el mayor desafío de la sociedad en común, es fortalecer y garantizar un desarrollo humano con igualdad de oportunidades. Los ciudadanos tenemos derechos y responsabilidades. ¿Cumplimos con nuestras responsabilidades para exigir derechos?

Costa Rica debe de “sacudirse” de todo aquello que minó y desvirtuó los grandes objetivos de su estructura social y política. Tenemos que hacer un llamado a la consciencia de todo el sector público, para que valore la realidad de los hechos sin distingo ideológico y mucho patriotismo. Además, que todo aquello que se pretendía “disimular o esconder” o se esconde, se descubra, elimine y corrija. Y con la misma vehemencia con la que se nos informa de los posibles actos de corrupción, anhelamos escuchar los resultados y sentencias de los tribunales respecto a las denuncias ya presentadas por el Ejecutivo.

Fomentar la búsqueda de consensos y paz social es el objetivo primordial de este espacio, así como incentivar la lectura y estudio de todo lo relacionado a nuestra administración pública. Cierro con otra recomendación, el Código de Trabajo en tiempos de lucha contra el deterioro de las finanzas del Estado, también es de lectura obligatoria. ¿Están los partidos políticos tradicionales perdiendo su arraigo ideológico? ¿Veremos más alianzas sorpresivas de cara al 2024 y desde ya para el año 2026? De lo anterior, y más hablaremos la próxima semana, Dios primero.       

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Sobre el autor:

El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales. Asesor Legislativo, analista político internacional. Además elabora procesos de capacitación política, desarrollo comunal y administración. maumazu208@gmail.com.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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