Nunca se había visto en todo el país una escalada con viso de invasión por parte de un grupo de legitimación de capitales y narcotráfico según las noticias de los últimos días, cuya organización perfectamente planificada envió sus secuaces a los sectores más neurálgicos de Costa Rica, tales como el gobierno, la justicia, la policía y algunas empresas de escaza confianza.
Soplan mal los vientos para las y los diputados de Costa Rica, por un lado; no tienen un listado de los narcotraficantes, por el otro lado siendo representantes del pueblo y por ende hombres “públicos”, tienen el deber de evacuar cualquier pregunta a quién se le antoje formular, sin embargo; es competencia de los Tribunales de Justicia resolver las investigaciones en curso.
Cae como balde de agua, el periodo pre-electoral del país, cuyo sistema es más que añejo y obsoleto, sigue vigente el Nepotismo de los elegidos a dedo para ocupar una curul, tales como familiares, simpatizantes, amigos interesados y otra larga fila. A la par de ellos ocuparán las curules unos ilustres desconocidos por quienes deberían otorgarles el sufragio.
El sistema de elección de diputados ha pasado a la historia, debería legislarse para que los futuros diputados y diputadas se escojan por listas, con la finalidad de llevar al primer poder de la República a personas idóneas.
Los labriegos sencillos de antaño, hoy en día son expertos no sólo en computación sino en préstamos y donaciones. Nosotros que todavía estamos con los pies en el charco; amamos vivir en democracia, pero es necesario y urgente proteger y; ante todo fortalecer el sistema democrático, con la finalidad de evitar que llegue un populista al poder o que nuestro sistema sea penetrado por el nefasto narcotráfico que carcome cualquier sociedad. “Sic Transit” las elecciones en el terruño.
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