Establecer desde ya, cómo será el desenlace de la elección presidencial del domingo 1 de febrero del 2026, no pareciera tan difícil. Eso sí, es de suma importancia recordar refranes como: “camarón que se duerme se lo lleva la corriente” y “en la puerta del horno se quema el pan”.
Ante el panorama político, que nuestra sólida democracia nos presenta desde el 8 de mayo del 2022, es de suma importancia establecer la acción ciudadana más responsable y objetiva de la historia moderna costarricense: evaluar la gestión de gobierno con paz y tranquilidad antes de emitir el sufragio.
Haciendo un recuento rápido y como un ejercicio de memoria en manejo histórico, si les preguntara cuántos períodos de gobierno estuvieron bajo el mando del PLN a partir del año 1940 y cuántos en manos de la llamada “oposición” o contarios a los liberacionistas ya sean calderonistas, socialcristianos, etc. ¿Qué respondería usted estimable lector?
Después de remover las neuronas, podemos decir que hubo 9 gobiernos de “oposición” al liberacionismo. Gobiernos del Partido Republicano Nacional, Unión Nacional, Unificación Nacional y el PUSC, se repartieron esos 36 años en el poder. El casi extinto PAC suma 8 terribles años consecutivos, luego de romper el tradicional bipartidismo que nos destacó por mucho tiempo.
Por otro lado está el Partido Liberación Nacional, que gobernó también 9 períodos completos y un año de transición de 1948 a 1949 bajo el mando de José Figueres Ferrer. Destacamos que el PLN es el partido político con más lapsos consecutivos de poder.
Más reciente tenemos al partido que llevó a la silla presidencial al actual mandatario Rodrigo Chaves Robles, el PPSD. Reconocemos aquí, que Costa Rica transita actualmente, en una vía de total y absoluto cambio. Un giro radical a todas las etapas anteriores.
Cuando este servidor no peinaba canas, intercambiaba opiniones con profesores y compañeros universitarios en temas como: la necesaria alternancia de poder en sistemas democráticos como el nuestro y las arraigadas dictaduras que fueron diseminadas bajo el disfraz del “bipartidismo”.
Existía un temor que latía oculto: llegar a enfrentar una etapa de poder dirigido por algún fanático comunista, poco sesudo y con tintes de tiranía o despotismo en su “plan de gobierno”.
Dicho pavor, se hacía más evidente, cada vez que los costarricenses recibíamos uno y otro golpe ocasionado por las malas gestiones de gobierno y los abrumadores casos de corrupción que fueron estableciendo el desgano y la apatía del elector. Muestra de lo anterior, son los altísimos porcentajes de abstencionismo que presentan los resultados electorales.
Con la triste realidad que estableció la cortísima pero dañina “tendencia ideológica” PAC, nos enfrentamos en la elección pasada, contra las secuelas que produce el deterioro de una democracia dónde la mentira es protagonista.
Lamentablemente, hoy reconocemos que el JUEGO DEL PODER siempre ha visto un fuerte aliado en los medios de comunicación. Sí, recordemos que el periodista, político e historiador Thomas Macaulay, fue quien constituyó la frase “el periodismo es el cuarto poder”.
¿Qué sucede cuando ya “el sol NO se puede tapar con un dedo”? Las evidencias de poca transparencia, ambigüedad y manipulación en la información por parte de algunos actores periodísticos en nuestro país, están llevando al hartazgo al ciudadano.
Es fundamental señalar, que gracias a DIOS, aún existen medios informativos valientes y dispuestos a ser instrumentos de renovación y capaces de levantar la bandera de la honestidad en sus publicaciones.
¿Cuántas injusticias han visto nuestros ojos, a través de las “obras de teatro”, montadas por contados medios de comunicación que estuvieron y están al servicio de aquellos que en algún momento se sintieron INAMOVIBLES en el colchón del poder?
Hoy Costa Rica, está inmersa en corrientes malévolas que tratan de establecer la mentira como verdad; distorsionando la realidad en la ejecución de la políticas públicas, que están implementando el Presidente Rodrigo Chaves y su equipo de gobierno. Es fundamental que NO caigamos en juego de quienes desean ostentar nuevamente el poder.
Mi papá, qdDg, decía: “los partidos políticos y sus miembros que más han logrado el poder, son los que más posibilidad de ayudar tuvieron y si no fue así, simplemente se dedicaron a ro…”.
Una vez más pregunto, ¿votaría usted por el PLN, PAC, PUSC, FA o PLP en las próximas elecciones presidenciales? ¿Ve usted algún líder NUEVO y sin contaminar en estos partidos? ¿Habrá cambios porcentuales en las encuestas venideras? ¿Estamos al frente de una renovación del mando y domino en los medios de comunicación? ¿Qué otras sorpresas nos traerá el ¨cacareado¨ Caso Barrenador? De lo anterior y más hablaremos la próxima semana, Dios primero.
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El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales. Analista político internacional. Además elabora procesos de capacitación política, desarrollo comunal y administración. maumazu208@gmail.com.
