Hoy Ignacio Santos, desde el Caribe, le daba a los ticos la “buena nueva” que los bloqueos ya habían terminado y se había acabado los cierres.
Pero más preocupante el desprecio de este señor hacia los habitantes del Caribe al decir que ahora todo volvería a la normalidad: pobreza, narcotráfico, desempleo, sicariato, el gran capital fluyendo por los puertos más no por las aduanas en pago de impuestos… Más que ello preocupa la presencia de un escuadrón militar en un pequeño país civilista que se jacta ante el mundo el NO TENER EJÉRCITO. Sin embargo, la foto de Piza no deja duda alguna, es un escuadrón militar, con uniforme militar (verde olivo, botas, casco) y obvio armas de grueso calibre que no son comunes para la policía; y si a usted le queda duda y es un poquito observador verá en una de las mangas del uniforme la bandera de mía amada y ultrajada Costa Rica.
Ese es el diálogo al que se refería el cansado, desgastado y ojerudo Carlos Alvarado ayer en su Cadena Nacional, misma que terminó con una amenaza que hizo efectiva pasadas las 2 de la madrugada.
Pero la infamia es que sale la UCCAEP pidiendo sangre y Alvarado que minutos antes prometió diálogo les cumple y les da sangre. Obvio las cámaras no estuvieron para informar la agresión, la gaseada indiscriminada a traileros, vecinos y sus familias. Así como Alvarado está preocupado porque esos más de mil contenedores lleguen al puerto y por las pérdidas de $10 millones al día es extraño que no se preocupe por que los mismos pasen por Hacienda y tributen de acuerdo a su valor. Imagino que mercancía equivalente a $10 millones por día deben pagar tamaño puñito de plata en impuestos.
Señor Alvarado una vez más usted se equivoca, se está llenando las manos de sangre por obedecer a las Cámaras Empresariales. Y es cierto todos sabemos que de ahí salió el dinero que le puso de presidente, como igual saldrá para la marcha del próximo domingo en apoyo a usted, pero ellos no son los que mandan.
Acá manda el pueblo y los ánimos están enardecidos. No deje que siga pasando agua bajo el puente y que la sangre llegue al río.
Volviendo al tema de los militares, yo quisiera como ciudadano costarricense civilista que tengo 15 años de decir a mis estudiantes que Pepillo Figueres abolió en ejército, quiero que alguien me explique que hace un contingente militar en la disolución de bloqueos de anoche.
Yo deseo, no, yo exijo, se me explique donde quedaron sus palabras de que el diálogo es la vía. Que las mesas están abiertas para todos los sectores, pero los gases no son una buena forma de negociar.
Quiero que la gente analice cuál es el discurso oficial del gobierno de este gobierno sobre la militarización de la policía. Porque hasta donde yo tengo entendido la Fuerza Pública de Costa Rica es una policía civilista y no un escuadrón militar. O acaso el señor Alvarado está tomando el camino de Nicaragua, Guatemala, Honduras, Colombia o Brasil donde los ejércitos son usados como elementos para disolución de masas (mediante el terror de Estado, los asesinatos y desapariciones). Los ticos tenemos derecho a saber para ver si seguimos de ingenuos creyendo en sus promesas de diálogos acompañadas de garrote, multas, detenciones arbitrarias y gases lacrimógenos.
Señor Carlos Alvarado, así como esa no es mi Costa Rica, usted y su esbirro Rodolfo Piza no me representan y por los actos de anoche debemos como costarricenses exigir la salida inmediata de Rodolfo Piza del gobierno que con profundo sadismo comparte dichas imágenes y del señor Maikol Soto de la Fuerza Pública por la tenencia de un grupo paramilitar o escuadrones militares entrenados en lo que se supone una policía civilista. Grupos que siquiera son usados para el choque con los carteles de la droga que manejan el Caribe sino para intimidar al pueblo y quitar ciudadanos desarmados que protestan contra la corrupción galopante de este país y el gobierno paralelo que es la cámara empresarial de la cual el señor Rodolfo Piza es representante en su gobierno.
Señor Alvarado deje de cometer errores o le puede salir la venada careta. Ya es mucho de jugar con la paciencia del pueblo y de utilizar la violencia.
Hago un llamado a un diálogo certero y a eliminar la violencia porque esta solo engendra más violencia y cuando el Estado la emplea contra los ciudadanos está tácitamente autorizando al pueblo a recurrir a la misma para defenderse.
Lea y comparta. Manu Zúñiga a sus órdenes y a seguir luchando, resistiendo y organizando que hasta los imperios más grandes se han visto caer.
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