El amplio descontento que alimenta las masivas manifestaciones por parte de estudiantes, sindicatos, camioneros y ciudadanos, alcanzaron un cierto grado de reconocimiento por parte de la ciudadanía, legitimándose delante de la opinión pública que antes se mostraba escéptica y poco receptiva de ellos.
Pocas veces a nuestro sistema político se le presentado un escenario como el actual, con un gobierno que muestra poca capacidad del manejo político, y por ende, de negociación; y que no asume la necesidad de una discusión más profunda respecto de las transformaciones que quieren empujar.
Está claro que el origen de este malestar, es la profunda desigualdad social, el desempleo, la corrupción, la impunidad, el encarecimiento de los bienes y servicios y ahora el IVA.
Por lo tanto, este estallido social que convoca las masas, responde a un reclamo por un cambio de rumbo. La anormalidad política amenaza la gobernabilidad de este país, y el gobierno sigue sin responder las demandas de los ciudadanos.
Don Carlos Alvarado, no provoque al pueblo, no acelere el enojo de los grupos de presión. Este malestar social no se soluciona por la vía institucional, que permite la promulgación de nuevas leyes, que al final van a generar todo un cuestionamiento del orden institucional.
Desde que usted asumió el poder la sociedad costarricense comenzó a ser una sociedad de catalizadores, de acelerantes de un proceso político e histórico. Costa Rica es un hervidero todos los días, no hay inhibidores que nos contenga.
Los costarricenses somos gente de paz, sin embargo hay quienes por otro lado que creen que la confrontación sin violencia es necesaria, que debe ser prolongada y generalizada.
En consecuencia, estamos frente a un descontento generalizado, el cual se manifiesta en relación con el actual gobierno, poniendo en duda y desconfiando de este y de su promesa de una nueva forma de gobernar. Ante este fenómeno la única vía de expresión de la ciudadanía y de su impotencia, además de la impulsividad a fin de marcar presencia y exigir sus derechos y respeto, es definitivamente la calle.
Entendiendo, al mismo tiempo, estos acontecimientos como parte de un proceso histórico que generarán un punto de inflexión en la sociedad costarricense me atrevo a decir vamos a entrar a una fase más desafiante con la radicalización de los manifestantes que demandan cambios estructurales.
La actual crisis en la educación pública, promovida por las manifestaciones estudiantiles y cuya consigna central es la educación dual, baños neutros, compra de drones, y pruebas faro, entre otros temas.
Finalmente, sin lugar a dudas el Ministro Edgar Mora nos ha dejado sin palabras porque los problemas reales que agobian los centros de educación pública ni siquiera han sido abordados, porque su prioridad es imponer la ideología de género y atacar la familia como núcleo central de la sociedad.
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