Con las manos limpias: Prudencia personal y nacional

» Por Otto Roberto Vargas - Diputado, prosecretario del Directorio Legislativo

Pasamos por momentos, días y semanas de temor y prevención: y debemos tener total prudencia personal y nacional.

Enfrentamos el peligro, que  -lamentablemente- ha provocado sufrimiento y muertes.

Nosotros no podemos quedarnos sin protección. Debemos tomar la bandera del cuido personal y social. Respetar el consejo de los especialistas.

Damos gracias a Dios, por entre otros, tener la Caja del Seguro Social; damos gracias al personal de salud (héroes solidarios, que todos -cada una, cada uno- debemos emular).

Como personas, debemos ser totalmente responsables. Cuidarnos y proteger a nuestras familias, amigos, compañeros y vecinos.

Nuestros mayores y menores nos necesitan aplicando la inteligencia de la solidaridad. El hacer… pensando en el prójimo; en las consecuencias del contagio.

El COVID 19, recorre el mundo, y el mundo somos nosotros. Corremos riesgo de enfermar, y ante ese enemigo destructor; debemos tener (FE)…actitud de prevención. Debemos acatar las recomendaciones (o mandatos legales) que gire el Gobierno.

Debemos estar todos unidos (porque una casa dividida…no permanece, exclamó Abraham Lincoln -expresidente de los Estados Unidos- recordando lo dicho por Jesús: “Y, si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer”.

Unidos todos, y los que ejercemos cargos públicos: evitar el populismo (no atacar por atacar); debemos, si fuese necesario: hacer crítica constructiva; recordando -de defensores de la naturaleza- el mensaje: “Nadie puede hacer todo. Pero todos podemos hacer algo”.

Hacer responsablemente, dado que nuestra economía sufrirá más. En términos generales, habrá menos consumo, menos compras y ventas, y por ende, a los productores, empresas y comercios, (y trabajadores y desempleados) se le disminuirán sus ingresos; e incluso -podría ser-  que los emprendedores y empresas (pequeñas, medianas y grandes) produzcan menor cantidad; lo que implica más estancamiento de la economía.

Los costos para producir y comerciar, posiblemente aumentarán. Tendremos meses difíciles; y ante ello, el Gobierno debe actuar con muchísima prudencia, pero con rapidez. Debe pensar, entre otros: en mitigar lo referido a los pagos, que las personas y empresas deben hacer a los bancos, (eventualmente periodos de gracia; dar créditos -para producción- con intereses bajos); moratoria tributaria, disminuir costos de electricidad y combustibles; eliminar regulaciones ilógicas. Pensar y ejecutar políticas que estimulen producción y empleo; en acciones inmediatas que eviten más daño a la economía personal y nacional.

También pensar en los menos desfavorecidos; en mujeres y hombres; en desempleados, subempleados, trabajadores informales y trabajadores en general. En promover estabilidad y crecimiento económico para todos.

El Gobierno no puede, ni debe disminuir esfuerzos en contra del coronavirus. El Gobierno debe ejercer autoridad para la protección social. Las leyes, decretos y normativa especial, se deben respetar.

El Gobierno, (el suscrito como ciudadano y diputado), y todos…debemos trabajar por la protección de cada persona, de todas las personas.

Nadie puede negarse a cooperar para la seguridad de la salud y la vida. Nuestra responsabilidad hay que cumplirla. El descuido y el no hacer pueden matar.

A propósito de la cooperación, transcribo un escrito popular, que relata: “Había una vez… cuatro personas que se llamaban: “Todo el Mundo”, “Alguien”, “Cualquiera” y Nadie.

Y, siempre que había un trabajo por hacer, “Todo el Mundo” estaba seguro de que “Alguien” lo haría. “Cualquiera” podría haberlo hecho, pero “Nadie” lo hizo.

Conclusión: Si “Alguien” trabaja, con amor e interés: “Nadie” culpará a “Cualquiera”, porque “Todo el Mundo” habrá hecho el trabajo que le corresponde”.

No hay que esperar a que otro haga, lo que es deber propio. El peligro por el que pasamos es real, no es un fantasma. Esto no es un juego: es vivir para vivir.

Unámonos todos por la vida de todos. 

Recordemos del Proverbio: Cuando un hermano ayuda a otro hermano, ambos son como ciudad muy fuerte”.

Dios: Bendice a nuestro país.

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