Desde hace muchos años soy amigo incondicional de todos los animales, menos una parte de los “animales hombres”, de consecuencia; no puedo escribir: “los gallos se ven en las peleas”, porque los emplumados deben, por su mamá natura; preocuparse de las gallinas.
Sentada la premisa, de primera mano; nos pareció que la formación del gabinete del próximo gobierno, ha sido atinada; algo novedosa y acorde a la situación política de Costa Rica. Unas pocas declaraciones emitidas, tal vez; al calor del nombramiento, nos parecieron apresuradas, tales como: suavizar la relación diplomática con Nicaragua, cuyo sátrapa; esperamos no estrene sus tanques con nosotros. Que el MOPT debe ser “remodelado y remozado”, a nuestro ver no es suficiente, debería ser “hecho” desde cero; pese a la buena intención de su nuevo e intachable jerarca.
Puesto que no hay que hacer leña del árbol caído, nobleza nos obliga; a felicitar a la señora ministra del MEP, por su anterior y eficaz decisión de mantener abiertos todo el año los comedores escolares y; con énfasis, a su última medida, de quitar el poder a las juntas de educación, siempre inoperantes en lo referente a la construcción y remodelación de muchos centros educativos, cuya tarea será de pertenencia exclusiva y directa del MEP.
Siguió la elección del Directorio de la Asamblea Legislativa, donde las mujeres, no a causa del género, sino por la experiencia, la capacidad y la dedicación han ganado un cinco a cero a los padres de la patria, dicho sea de paso y por la crónica, las mujeres no se pueden quejar pues han ocupado, merecidamente; las presidencias de los tres Poderes de la República.
Nunca el País como ahora, ha tenido un gobierno; joven y flamante, que pueda derrotar al dios griego del tiempo “Cronos” y así lograr el progreso de Costa Rica que lo merece de sobra.
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