Un tema crucial tanto para el crecimiento económico como para la generación de empleo en el país, y que no ha sido de discusión relevante dentro de esta Campaña Nacional Electoral es la apuesta incremental que requiere Costa Rica en la ciencia y la tecnología, puntualmente en los procesos de innovación de la empresa pública y privada.
Es claro pensar que tanto la ciencia como la tecnología justifican su existencia en la búsqueda y el desarrollo de productos, servicios, medios, herramientas y otras entidades, capaces de satisfacer las necesidades humanas y de la vida en general. Se han convertido en ramas de la actividad inseparables de la vida y el progreso de la sociedad desde hace varias décadas.
En los últimos años, Costa Rica pasó de la fabricación de microchips hacia la exportación de tecnología avanzada y servicios, lo que nos ha puesto en la vanguardia de la innovación en América Latina gracias al alto nivel educacional de la población, la ubicación geográfica, la apertura comercial, la excelente conectividad con el resto de los países de la región incluyendo Estados Unidos, además de la estabilidad social y política.
De acuerdo con el Global Innovation Index 2021, Costa Rica se ubica entre los tres países más innovadores de América Latina. Esto ha hecho que empresas como Amazon, Google, Microsoft, Intel, Hewlet Packard y otros estén en nuestro país. De igual manera, el aumento en la exportación de dispositivos médicos es precisamente una de las grandes apuestas de Costa Rica: la exportación de aparatos médicos como válvulas para el corazón, implantes mamarios que incorporan un chip en su interior, instrumentos para realizar exámenes y otros productos utilizados en hospitales.
Sin embargo, también existen cerca de 100 empresas dedicadas a generar productos derivados de las llamadas “ciencias de la vida”, con aplicaciones en tecnología médica, agricultura, alimentos o la industria farmacéutica. A esto se suma el esfuerzo país por convertirnos en líderes globales en materia medioambiental, por ejemplo, hoy está en discusión el proyecto de ley 22.819 “Ley para Eliminar el Uso de Combustibles Fósiles en Costa Rica y gas natural”, el cual, con su nueva redacción, declara el territorio continental y marino del país “libre de exploración y explotación de combustibles fósiles” y prohíbe el otorgamiento de permisos, licencias o concesiones para la industria del carbón.
Biotecnología en Costa Rica
La industria de la biotecnología en Costa Rica, destacada por ser parte de los servicios intensivos en conocimiento, data de 1950 cuando se fundaron los primeros laboratorios de biología celular en el área médica. Como parte de las metas en “descarbonizar” la economía para el año 2050, el país también ha apostado por la biotecnología para desarrollar energías renovables. Siendo esta rama considerada como un pilar de desarrollo tanto por el programa Estrategias Siglo XXI como dentro del Plan Nacional de Ciencia y Tecnología 2015-2021. El potencial de crecimiento es muy alto y la ruta puede basarse en seguir fortaleciendo el recurso humano, en apoyar la creación de microempresas biotecnológicas, pero sobre todo en democratizar la importancia de la biotecnología en Costa Rica como ejemplo en Centroamérica y el Caribe.
Actualmente, se tejen esfuerzos en promover la biotecnología como una alternativa de desarrollo económico para Costa Rica mediante la transferencia tecnológica y la vinculación entre industria, academia y gobierno, de forma que se tenga efectos positivos en la economía costarricense.
En el Centro de Investigación en Biotecnología (CIB) del TEC se desarrollan investigaciones en las áreas de Biotecnología Vegetal, Biotecnología Ambiental, Aplicaciones Biomédicas y en áreas transversales, en colaboración con otros programas y grupos de Investigación del TEC como nanotecnología, microscopía electrónica y tecnologías de irradiación. Entre algunos de los proyectos a nivel país que se destacan en este campo están:
- Tratamientos contra el cáncer de Páncreas, Hígado y Ovario
- Hemoderivados (medicamentos elaborados a partir de la sangre humana)
- Alimentos a base de insectos, como galletas, batidos y barritas de grillo.
- Dientes creados a partir de huesos de vacas y otros biomateriales dentales.
- Desarrollo de software para mejorar los sistemas eléctricos del país o para manejar digitalmente los sistemas de información en hospitales.
- Mejoramiento genético de especies vegetales.
- Cultivo de tejidos
- Mejoramiento en semillas para aumentar su resistencia a diferentes tipos de estrés
- Suero antiofídico para sobrevivir a la mordedura de serpiente
- Aplicaciones digitales para empresas y desarrollo de inteligencia artificial
- Generación de electricidad y calor a partir de los residuos del café
En un estudio realizado por la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER), en el año 2018, denominado “Mapeo de biotecnología: caracterización de la industria”, destaca que el sector biotecnológico había generado un total de 6.821 empleos directos entre empresas, emprendimientos y centros investigación. Adicionalmente, el análisis reveló que los ingresos rondaron los $629 millones, dato que, al compararlo con el PIB, muestra que estos tienen un tamaño equivalente al 1,05% de la economía nacional.
Del total de empleos, 1.548 (22%) fueron puestos dedicados a actividades de investigación y desarrollo (I+D), de los cuales el 60% corresponde a empleo femenino. Asimismo, en términos de ingresos, se destaca que el ingreso promedio generado por empleado es aproximadamente tres veces mayor a la productividad promedio del resto de la economía, lo que confirma el alto valor agregado de una industria sumamente intensiva en conocimiento. Adicionalmente, de las 87 empresas o emprendimientos cuyo giro central de negocio es el resultado de un proceso de I+D en el área de la biotecnología, 32 pertenecen al área de la biotecnología verde (agrícola, forestal y ganadera), seguido por 18 empresas con aplicaciones biotecnológicas en el área de salud y medicina humana o animal (roja).
Retos del próximo gobierno en materia de innovación biotecnológica
Existen muchos retos que asumir para una expansión positiva en la promoción de este campo como la aprobación de un marco regulatorio legal en materia de uso, importación y exportación de moléculas, la aplicación de nuevas técnicas más precisas y modernas, que contemple las particularidades de las empresas biotecnológicas y su acceso a fondos para financiar las diferentes etapas de investigación, desarrollo y venta de productos o servicios.
También, se hace necesario involucrar el diseño, la optimización y la operación de procesos y servicios biotecnológicos en el ámbito de la salud, farmacéutico, agro, alimentos, medio ambiente y biocombustibles, en los que las levaduras, bacterias, hongos, microalgas y plantas son fuentes para transformar la materia prima en productos de alto valor agregado.
La simplificación de procesos de trabajo entre los centros de investigación y el sector privado, que permitan un mayor acceso al financiamiento para proyectos, ya que más allá de la venta de servicios de laboratorio o productos, son pocos los centros de investigación que tienen acuerdos de desarrollo de tecnologías para fines comerciales.
Así mismo, resulta discutible comenzar un proceso de implementación de Programas Nacionales de Biocomercio como una propuesta innovadora se destaca recientemente. En términos generales, se entiende por biocomercio: la promoción y desarrollo de la inversión en la producción y comercialización de bienes y servicios derivados de un uso sostenible y sustentable de los recursos naturales y de la conservación de la biodiversidad.
Los productos y servicios del biocomercio incluyen la producción orgánica; la agricultura e industria comprometidas con la conservación y preservación del medio ambiente; el ecoturismo y demás servicios asociados que se inspiren en la conservación de los recursos naturales y el desarrollo de las comunidades locales; los servicios ambientales de diversos tipos tendientes a reducir la contaminación del aire, del agua y el suelo y aquellos enfocados en la innovación de nuevas tecnologías tendientes.
Referencias Bibliográficas:
Arnáez-Serrano E., Moreira-González I., Alvarenga-Venutolo, S., Abdelnour-Esquivel, A., Flores-Mora, D., & Rojas-Chaves, M. (2019). Proceso Visionario hacia el Desarrollo Biotecnológico. Revista Tecnología En Marcha, 32(9), Pág 6–11. https://doi.org/10.18845/tm.v32i9.4614
Soumitra-Dutta, B. , Rivera-León, l. & Wunsch-Vincent, S. (2021). Global Innovation Index 2021 Tracking Innovation through the COVID-19 Crisis. Recuperado de: https://www.wipo.int/edocs/pubdocs/en/wipo_pub_gii_2021.pdf
PROCOMER. (2020). INDUSTRIA DE BIOTECNOLOGÍA SE CONSOLIDA COMO UN GENERADOR DE EMPLEOS DIRECTOS. Recuperado de: https://www.procomer.com/noticia/comprador-internacional-noticia/industria-de-biotecnologia-se-consolida-como-un-generador-de-empleos-directos/
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