
En estos momentos son las tres de la madrugada del veinte de marzo de dos mil dieciocho. Mi mente, sin embargo, producto de un sueño de esos que hacen sudar frío, viene de un viaje hacia el futuro: quince de setiembre del dos mil veintiuno para ser exacto, día del Bicentenario de Independencia de nuestro país. En el pude observar, lamentablemente, un sinnúmero de problemas heredados y agravados que bien pudimos haber prevenido con una simple decisión.
Producto de la ansiedad provocada por ese cuadro imaginativo en prospectiva, no hallé otra forma mejor que redactar una carta a todos los ciudadanos costarricenses aptos para ejercer su derecho civil más sagrado el próximo primero de abril y que se encuentren indecisos o que hayan decidido votar nulo o no votar; todo sea para salvar al país de la oscura realidad social que nos podría esperar si no elegimos la opción menos lesiva.
Estimado ciudadano costarricense, entiendo que usted no es tan inocente para creer que una persona como yo (o cualquier persona), pudo viajar al futuro y valorar la situación político social en ese cercano tiempo. Por ese mismo entendimiento, sé que usted ya no es lo suficientemente inocente para ser engañado por politiquería barata y demagogia. Hace falta muy poca inocencia para considerar algo así. Sé que usted es de los que no ha escogido bando, y me dirijo a usted no con el afán de enajenar su pensamiento como lo puede intentar hacer un medio periodístico en su Revista Dominical, con argumentos de todo tipo salvo políticos, sino para plantearle los escenarios que tendremos en el futuro si usted no levanta la voz.
Estimado padre de familia, en el futuro pude observar que sus hijos, siendo parte del sistema educativo público, tendrán un gran reto para poder ingresar a una Universidad Estatal. El Presidente y su Ministra de Educación lograron ejecutar sus propuestas educativas y eliminaron los exámenes de bachillerato; piedra angular de la educación diversificada y garante de estandarizar la calidad entre centros públicos y privados.
Ya no hay más filtros y la brecha es enorme; sobre todo para los estudiantes de zonas rurales. El gobierno manifiesta a viva voz que ahora hay más promoción, sin embargo, la calidad de la educación bajó considerablemente.
Esto generará que los alumnos se egresen sin una verdadera certificación de calidad, con menos conocimientos y menos preparados. El examen de bachillerato es el que justifica el esfuerzo por seguir un programa y hace imperativa la necesidad de lograr objetivos. Sin un Norte el camino se trazará buscando evitar dificultades, sobre todo con tantos retos económicos y de preparación que ya de por si tienen los centros de zona rural y zonas marginales. Esto a su vez tendrá un impacto evidente a la hora de tratar de ingresar a las Universidades Estatales, sobre todo en el examen de admisión. Es claro que los más preparados son los que tienen la dicha de ingresar, y la clase media y baja será la resentida. Al estudiante hay que impulsarlo con incentivos, no premiando la mediocridad.
Estimado compatriota, en este aterrador futuro ya no se puede transitar tranquilo. En la mayoría de barrios de clase media baja es muy peligroso salir después de las cinco de la tarde y caminar por las calles. No hay lugar donde las pandillas y las bandas narcotraficantes no cobren peajes. Y recuerde como funciona esto, si usted no tiene dinero lo pagará su vida o con suerte su integridad física.
La tasa de homicidios ya casi alcanza los cuatro dígitos. El gobierno y el Ministro Feoli se siguen desmarcando de la liberación masiva de “golondrinas”, recargando la culpa en los jueces. Sin embargo, no nos dicen que, de acuerdo a nuestra legislación penal, toda libertad condicional tiene que ser precedida de un certificado de rehabilitación que aconseje el Instituto Nacional de Criminología, órgano adscrito y dependiente del Ministerio de Justicia. Tampoco nos hablan del papel que tiene la Dirección General de adaptación social y cómo funcionan los tres en conjunto para incentivar su política criminal con circulares del Ministerio. El juez es quien los libera materialmente, sí, pero la golondrina y su potencial reincidencia, es certificada por el ejecutivo.
Estimado amigo, el dinero ya no alcanza. Me han contado que ya van ocho ocasiones en estos tres años de gobierno que los salarios del empleo público se atrasan un par de días. Aún la situación no es tan crítica como en Venezuela, pero evidentemente es síntoma de que algo irreversible está por venir. Los pluses salariales no han cesado, RECOPE sigue enriqueciéndose, aunque nos dicen que toda convención colectiva ha sido negociada “históricamente a la baja”, sigue siendo un poderoso monopolio al igual que los servicios de electricidad.
Son verdaderos malabares los que tenemos que hacer con el dinero para que lo básico alcance. También es por eso que la pobreza crece y el narcotráfico gana terreno. La gente ahora necesita usar más el autobús como medio de transporte por el alto precio de los combustibles, pero las presas siguen siendo descomunales y el servicio de transporte público no da abasto. No ha habido inversión en infraestructura. El tren fue un cuento chino y aún sigue en proyecto ya que no hay liquidez ni tampoco confianza extranjera que nos ayude a cubrir gastos extraordinarios. Sin embargo, el gobierno nos alardea que cada vez hay más vehículos eléctricos en las calles y con eso ayudamos a combatir el calentamiento global.
Estimado compañero, tampoco se ha podido generar empleo. El Estado sigue haciéndose grande y generando puestos millonarios para muy pocos, pero esa piñata no alcanza para el pueblo servil. La inversión extranjera se ha alejado y ha migrado hacia Nicaragua y Panamá. Ambos países son más baratos, seguros y les incentivan más su valiosa inversión.
Las ideas que nos asustaban del PAC no se fueron, solo se disfrazaron en campaña pese a sus amagues camaleónicos; el alacrán siempre sacó su aguijón. Aquel gran acuerdo nacional de dos o tres páginas que se firmó con Rodolfo Piza resultó en farsa burda y ahora quieren impulsar reformas para subir el IVA a un dieciséis por ciento.
Gracias a Dios, Pachamama, Buda o Shen Long, la ingobernabilidad es extrema ya que la decenilla de diputados del PAC poco o nada pueden hacer en la Asamblea y lo único que realizan son acciones para despotricar los acuerdos de las bancadas mayoristas. De todas formas, así han crecido como partido y eso ya lo sabíamos. Vivimos sumergidos en la ingobernabilidad de un gobierno Gastón e inoperante.
Estimado hermano, también quitaron las misas del SINART, como bien se intentó hacer en el gobierno pasado. Esta vez el resultado les fue exitoso. No se ha tratado de impulsar un Estado Laico porque eso es imposible, se requiere reformar constitución y con el casi nulo apoyo parlamentario no existe manera. Aquello era un anzuelo para atrapar votantes que además de ignorar a Dios, ignoran el funcionamiento de nuestro ordenamiento.
Sin embargo, el gobierno se comporta de una manera odiosa hacia todo lo referente al cristianismo. Se ha hecho la vista gorda con el deplorable estado de los bienes religiosos y de culto. Todos los domingos las iglesias de la capital amanecen con grafitis y mensajes ofensivos, lo cual no es culpa del gobierno, pero sí de su silencio.
Aún tenemos romería, pero el gobierno ya no cumple su papel de garante de seguridad en un evento que mueve masas; ya no hay policías resguardando el trayecto ni tampoco servicios de salud estatales disponibles. Los grupos evangélicos han querido ser censurados y ninguneados por el Presidente y las protestas contra los programas de educación sexual no cesan. No entendemos la intransigencia del gobierno en querer mantener algunos temas delicados y científicamente infundados. No les enseñan a ser tolerantes con los demás, sino intolerantes hacia la intolerancia.
Estimado amigo, defensor de los DDHH. Siento mucho que la población LGTBIQ siga sintiéndose desprotegida. Sé que la bandera de la diversidad ondea en casa presidencial e incluso hay comisiones especiales que fomentan su apoyo y protección, pero es lamentable que aún no se les reconozca derechos civiles a sus uniones.
La Sala Constitucional dictaminó, recién terminada la segunda ronda, que las opiniones consultivas que realizara la CIDH no eran vinculantes, evidentemente pensando a futuro y del peligro que podría representar para el país que un órgano internacional se abuse de sus competencias para querer integrar disposiciones a las legislaciones de las naciones y que el tema es reserva de ley por lo que el gobierno de Carlos Alvarado no ha podido impulsar dicho proyecto en Asamblea ya que quieren reformar el Código de Familia y los opositores desean otro tipo de reforma. Al fin y al cabo, sin chicha ni limonada.
Lamento mucho eso, me identifico con el dolor de todos porque, aunque no comparto algunas cosas, la seguridad jurídica es necesaria para vivir en sociedad y nadie merece ser tratado de “tercerón” por nadie. Si bien es cierto el matrimonio homosexual no es un Derecho Humano declarado por ningún órgano internacional ni por ningún acuerdo, los derechos civiles si, y esos se deben de consolidar y promover.
El aborto como método anticonceptivo se ha querido implementar de manera astuta con “protocolos” que permitirían a entidades de salud privadas realizarlos y ser ellos garantes de que la situación amerite para el procedimiento. Esto es todo un potencial atropello para los Derechos Humanos. El ser humano es humano desde la concepción de sus padres y esto sí se encuentra plasmado en tratados internacionales. No puede abrirse portillos a genocidios masivos.
Peca de demagogia o ignorancia cualquier político que quiera hacer creer a la población que el aborto como método anticonceptivo puede legislarse en nuestro país sin reformas constitucionales; ya que, en cuanto a derechos humanos, los tratados internacionales debidamente suscritos por la Asamblea Legislativa, como es el caso, adquieren rango supra constitucional. Todos sabemos que, y de nuevo gracias a Dios, la decenilla parlamentaria del PAC es insuficiente para tal aberración.
Estimado futuro salvador del país, sé que hay cientos de miles de razones para no votar por ninguno. Sé que usted es parte del más del cincuenta por ciento del país que no votó por alguno de estos dos en la primera ronda y que hoy nos tienen en un delirio. Sé que usted está desilusionado. Sé que usted está abrumado por la negatividad que algún sector de la prensa ha querido impregnar en el ambiente electoral. Sé que puede encontrar y ver mil razones para no votar por Fabricio; pero también sé que usted, yo y todos con una conciencia social efectiva, críticos en retrospectiva del peor gobierno de los últimos treinta años, que hay un millón de razones para no votar por Carlos Alvarado y su dizque partido político.
Hoy por hoy no llego a entender cómo le di mi voto al PAC en las últimas dos elecciones. Probablemente hipnotizado por el romanticismo social que tenían las ideas de aquella gran figura que nunca volvió a ser igual, porque ya hasta Ottón se gastó y es uno más de los que tanto criticó.
Lastimosamente su partido nunca le correspondió y él siempre se ató sentimentalmente a esa idea romántica; un amor unipartito, enfermizo e idolátrico que termino en esta patética falacia y con estos desfachatados últimos dos candidatos.
Fabricio hizo su tarea y hay que reconocérsela, pudo convocar a gente capaz para ejecutar medidas necesarias para que el país trate de salvarse. No hace falta una máquina del tiempo como la de Mc Fly o un sueño como el mío para saber que Fabricio compensará su poca preparación con una gran capacidad de dialogo; algo que me parece pesa mucho para afrontar la crisis socioeconómica que tiene el país y que es el único que puede y ha impulsado ya, un verdadero gobierno de unidad nacional.
Todo lo anterior reforzado con la integración de la próxima Asamblea Legislativa. Entre Restauración y Liberación Nacional ya hay una mayoría simple, y si sumamos gente del PUSC y del mismo PAC que ya han mostrado interés en trabajar juntos, será mayoría calificada que permitirá realmente gobernar. No se deje engañar, votar con la cabeza es alejarse de los diferentes movimientos ideológicos y decidir por lo lógico.
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