“Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”. (Autor no indicado)
Universalmente, se acepta, sin reparos, que la educación es el directo e insustituible camino para conseguir el desarrollo integral de cada persona y construir una sociedad democrática, solidaria, justa, inclusiva, próspera y libre. Bajo esta concepción, es muy preocupante leer y escuchar declaraciones de exfuncionarios de Conape y de estudiantes beneficiado con sus créditos, que advierten sobre el daño que se causaría a miles de jóvenes con la propuesta del gobierno PAC de vender la cartera de esta institución, la que por 43 años ha beneficiado a hijas e hijos de familias de muy escasos recursos económicos, quienes, hoy, pueden exhibir orgullosos sus títulos profesionales, fruto de esfuerzos y sacrificios, con que han mejorado su calidad de vida y la de sus familias; quienes sin las condiciones crediticias altamente favorables de Conape no habrían desarrollado sus talentos ni materializado sus sueños y metas profesionales.
Si Conape ha venido favoreciendo a miles de estudiantes, a quienes necesitan trabajar y estudiar o solo estudiar, ¿por qué entonces este gobierno quiere vender su cartera a la banca? ¿Por qué encarecer los créditos educativos bancarizándolos, que con el tiempo serán inalcanzables para las hijas y los hijos de familias pobres, dadas las condiciones establecidas en la normativa de la banca en materia crediticia? ¿Será que a la banca nacional le duele dar el aporte solidario económico a Conape, establecido en la ley, para financiar con créditos favorables el estudio de nuestra juventud pobre, con sueños y anhelos de estudiar para superar su pobreza, la de su familia y así mejorar condiciones humanas de vida? ¿Un intento más de irse quitando, progresivamente, esta responsabilidad social?
Si Conape debe mejorar sus servicios y finanzas que sea ella la que haga autoexamen, para que siga garantizando, eficientemente, el Derecho Social a la educación, en el marco de nuestro Estado Social de Derecho. ¿Por qué debilitarla financieramente?
Naciones desarrolladas han apostado a la educación de sus generaciones, con propósito de formar su capital humano, base del desarrollo del conocimiento y socioeconómico de los pueblos, superando de esta manera los medios tradicionales de generar riqueza, bienestar y progreso de sus habitantes y del país. Países con índices de desarrollo humano inferiores a los de Costa Rica, décadas atrás, hoy nos superan en mucho, porque apostaron a la educación de su pueblo y crearon las condiciones necesarias para lograrlo. ¿Por qué no aprender de estos países?
Financiar la educación no es un gasto, es una importantísima inversión en el desarrollo integral de la Nación.
Costa Rica debe avanzar, significativamente, hacia una economía de conocimiento, ante la falta de grandes riquezas naturales y las limitaciones de nuestra economía. Conape ha contribuido, por años, a formar ese capital humano costarricense que, incluso, nos ha destacado en el ámbito internacional y permitido ser país preferido por grandes empresas, a pesar de inconvenientes y desventajas respeto a otros países, porque aquí encuentran personal preparado profesionalmente, según sus objetivos de producción, que no lo encuentran en otros países. ¡Lástima que por falta de visión gubernativa tenemos, recientemente, el retiro de importantes empresas que dejan a la deriva a cientos trabajadores desempleados!
El pensamiento precitado al inicio este artículo es coincidente con el de quienes aceptamos que la ignorancia de un pueblo es el caldo de cultivo para falsos profetas, políticos populistas, manipuladores, y para quienes buscan gobernar la vida de las personas, pues les estorba que éstas tengan conciencia crítica, aptitud y capacidad para gobernarse a sí mismos. La ignorancia sirve a quienes buscan permanecer, indefinidamente, en el poder: tiranos, autócratas, dictadores, que mezclan la pobreza con la ignorancia con objeto de fortalecerse en el poder. A éstos les incomoda un pueblo informado y educado, innovador, creativo, crítico y defensor de sus derechos humanos fundamentales.
Jean Piaget afirmó: “El objetivo principal de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas y no simplemente repetir lo que otras generaciones hicieron”.
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