No se necesita ser un experto para darse cuenta que en los últimos tiempos las noticias mundiales hablan de sequías, inundaciones, deslaves, erosión, tormentas y otros daños producto del cambio climático. La FAO viene advirtiendo a los países que el cambio climático ya es una amenaza no solo para los daños en infraestructura sino en una serie amenaza para la seguridad alimentaria, especialmente en países subdesarrollados como Costa Rica. Lo grave del asunto es que esto pone en riesgo su capacidad de producir alimentos. Y nuestro gobierno sigue con la política de total abandono del sector agropecuario. Además de que por esto no producimos los suficiente y nos transformamos de un país que tuvo un fuerte desarrollo agropecuario en el pasado a un país importador de alimentos. Son pocos los cultivos que se salvan de esto. El mejor ejemplo son los frijoles que teniendo tierras y tecnología los importamos de Centroamérica y Estados Unidos. El gobierno que sigue dando palos de ciego en cuanto a activar la economía no ve más allá de sus narices para darse cuenta que además de importar alimentos el cambio climático puede llegar a que por lo menos el 22% del costo total de los desastres naturales recae en el sector agrícola. Al señor presidente le preocupa mucho su popularidad y poco le importa que en los sacos de frijol que importamos de Centroamérica nos pongan ticos vagos trabajen. Según, la FAO en su informe va aún más allá y especifica que cuando se trata de desastres relacionados con el clima esta cifra alcanza 25 % en los países en desarrollo. De los países que importamos el 75% de la población vive de la agricultura y ese sector paga el precio más alto por esos desastres, lo que podrá causar un desabastecimiento de alimentos y entonces en Costa Rica con un sector agropecuario en abandono esta crisis nos cogerá con los pantalones abajo. Pero el problema no se queda ahí y es que los fenómenos meteorológicos extremos aumentan la pobreza y obstaculizan el logro del desarrollo sostenible. La situación puede empeorar si no se toman medidas para fortalecer la resiliencia del sector agrícola y se aumentan las inversiones para impulsar la seguridad alimentaria y la productividad, así como para reducir los efectos nocivos del cambio climático.
Después se preguntarán por qué la brecha cada vez más amplia entre los que más tienen y entre los que menos tienen viene provocando aumento de la delincuencia, aumento de tráfico de drogas, ¿asesinatos etc. y por qué el desempleo y la pobreza no baja? La respuesta la tienen a la mano ¿será que están esperando las elecciones para venir a coger estos temas como campaña política? ¿O el próximo 25 de julio para venir a Guanacaste a prometer cosas sobre el agro que no quieren cumplir? En las elecciones pasadas todos los 6 partidos que hoy tienen diputados prometieron reformar la Banca de Desarrollo y ¿qué han hecho? En las próximas elecciones oiremos las mismas promesas.