¿Ayudará la vacuna contra la COVID-19 al deporte costarricense?

» Por Beatriz Herrera Angulo - Abogada Asesora Legislativa

La pandemia COVID-19 resaltó tanto fortalezas como debilidades, una de ellas la situación del deporte costarricense, sin reducirlo únicamente al fútbol. A casi un año de la implementación de restricciones estrictas como cierre de negocios y restricción vehicular seguimos sin encontrar vacuna para el deporte.

La razón es muy simple, en Costa Rica reducimos el deporte a sólo el fútbol, lo cual además de ser lamentable, es una prueba más del tercermundismo que nos cobija. Un tercermundismo que parece tampoco querer pasar de la 30, que no logra ver el deporte como una inversión, como un motor del carácter, resiliencia, disciplina y sobretodo salud.

En un momento de crisis como el que vive nuestro país el deporte es considerado por muchos como un problema menor, queremos que la gente trabaje pero no nos importa su salud. Alguno dirán, ¿y qué tiene que ver la salud con el trabajo? Bueno, basta con recordar que el deporte no solo nos beneficia físicamente sino también mentalmente.

Al respecto, es menester traer a coalición una problemática que como país preferimos ignorar y es la depresión y ansiedad que causó la pandemia en nuestra población, especialmente en los jóvenes. Me gustaría poder dar la respuesta de la política pública que cómo país implementamos para combatir la depresión y ansiedad pero no conozco otra además de ponerle rejas al Virilla.

Otra problemática a combatir es la mala nutrición y problemas de obesidad que sufre nuestra población, especialmente en un momento donde el aumento en la urbanización e ingresos medios de las personas así como el de mercados alimentarios internacionales ha fomentado el consumo de alimentos ultra procesados, y es que no se si lo han notado, pero muchas veces cuesta lo mismo una manzana que una hamburguesa.

No es secreto de Estado el problema del sobrepeso, la misma Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) determinó en el 2018 que Costa Rica registra una tasa de obesidad y sobrepeso de adultos de un 64,5%, siendo el sexto país con más sobrepeso en América Latina. Los adolescentes no se quedan lejos, ya que más del 30% tiene sobrepeso u obesidad.

De esta manera, la obesidad y sobrepeso de nuestra población ha sido catalogado como una epidemia y ¿qué hemos hecho al respecto?.

El deporte es más que sentarse en una gradería, es más que especular sobre los fichajes o alzar finalmente la 30’, el deporte no es sólo fútbol. La apertura de los bares antes que los parques recreativos y deportivos saca a relucir nuestra epidemia deportiva, en un momento donde ante la inversión en infraestructura que se realiza a lo largo del país, especialmente en los alrededores de la capital, cada vez son menos los espacios en los cuales se puede practicar deporte al aire libre.

Sin el reconocimiento del deporte como inversión y motor de vida sana y saludable ni la vacuna contra la COVID-19 nos ayudará. Como muchos otros temas, la falta de una política pública nos tiene sentados, sedentarios.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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