En Costa Rica llamamos repúblicas independientes a aquellas instituciones públicas que, pretenden que además de que el país las financie sin límites, puedan disponer sin control del uso de los fondos y emplearlos en salarios abusivos y privilegios sin fin, sólo para su propio beneficio particular, en detrimento del 99% restante de ciudadanos del país, creando entre ellas mismas inclusive, otras instituciones más burocráticas aún, como la Unión de Gobiernos Locales y Federaciones de municipalidades.
Está claro que con la futura ley del empleo público, el propósito es ayudar en algo para detener el despilfarro de miles de millones de colones en salarios y privilegios del sector público: cesantías de hasta 20 años, pensiones de lujo, salario escolar, etc, etc, producto de la tergiversada interpretación del artículo de la Constitución Política de Costa Rica, que permite las convenciones colectivas de trabajo, que solamente proliferan en el sector público, y que ha demostrado que no hay dinero de impuestos ni de más deuda pública que alcance para tantos y tantos privilegios, además de la ilegalidad e injusticia para con todos los demás ciudadanos costarricenses que tienen que regirse por el Código de Trabajo.
Pero la Sala IV insiste en defender al Poder Judicial, a las municipalidades y a las universidades públicas como repúblicas independientes, tergiversando también el tema de la autonomía.
La Sala IV debería entender que la prioridad de su razón de ser es ayudar a Costa Rica, es una institución muy cara para que ayude tan poquito a Costa Rica. Su prioridad debería ser estar mejorando día a día la redacción y la interpretación correcta de nuestra Constitución para el bien de Costa Rica en general, no para el bien de funcionarios o instituciones en particular.
De hecho, la Sala IV también hace mal al defenderse a sí misma como parte del Poder Judicial.
Costa Rica necesita urgentemente decisiones que la ayuden a encontrar la correcta interpretación de ese artículo de nuestra Constitución Política, que permite tantos abusos en las convenciones colectivas de trabajo y el artículo relativo a los miles de millones que se conceden sin control para el FEES, así como encontrar mejores soluciones que le permitan dejar de estar endeudando a las futuras generaciones con más préstamos y más impuestos.
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