Los malabares con los que la jerarca del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) ha tratado de explicar los alcances del maltrecho y mal intencionado Reglamento sobre Medidas de Ciberseguridad Aplicables a los Servicios de Telecomunicaciones Basados en la Tecnología 5G, son por mucho, sospechosos, y claro que huelen a podrido.
Hasta ahora las mentiras, las incongruencias y los desaciertos de la ministra Paula Bogantes Zamora, pasan ya de ser simples tonteras en boca de una jerarca del gobierno. a crear sospecha de las intenciones con las que se manejó el decreto que dio origen al reglamento, que llevó a vetar de manera directa a la reconocida empresa china Huawei.
Y por más que Bogantes Zamora insista (como queriendo vernos la cara de tontos) que este decreto y el mencionado reglamento no se refiere a nadie en particular, es claro que solo nació con una intención, vetar a la empresa china. El decir que no es así, es la primera y más grande mentira de la ministra.
Y bueno, esta jerarca que está de paso en el Micitt, se irá en unos años de ese puesto, (quien quita que a una empresa que se vea beneficiada con sus disparates) y es muy posible que deje a Costa Rica con una demanda comercial a nivel internacional que nos signifique millones de millones de dólares. Igual ella no pagará ni un cinco de esa demanda, de este “aguacatazo” tecnológico.
El pretexto para vetar a la empresa Huawei es el de ciberseguridad, sin pruebas, sin bases, sin estudios serios, sin criterio técnico, ¡qué grave! Que delicado esto para Costa Rica, una ministra apoyada por la estructura del actual Gobierno, pone a Costa Rica a las puertas de una demanda sin precedentes.
¿Cuáles son los intereses de Bogantes Zamora?, eso se debe investigar y profundizar hasta las últimas consecuencias, y debe ser ya, no cuando sea demasiado tarde para Costa Rica.
Este desacierto, en proceso, debe ser investigado por la Fiscalía General de la República, por los diputados de manera seria y urgente. Bogantes debe ser interpelada en el Congreso, debe tenerse claro el interés desmedido de esta ministra para vetar a Huawei, la favorita a obtener los contratos de implementación de la tecnología 5G.
Y ya está bueno que quieran jugar con los costarricenses viéndonos como estúpidos, utilizando argumentos sacados de la manga, como el Convenio de Budapest.
A los diputados, les hacemos un llamado respetuoso a investigar este tema, ya que lograrán entrelazar muchas situaciones que hoy de verdad tienen un tufo a podrido.
