Alajuela es hoy ciertamente, un cantón diferente

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Por Roberto Thompson

Iniciaba febrero, verano para entonces, el sol desde muy temprano calienta el ambiente en Alajuela. El corazón palpitaba entonces tan fuerte como hoy, porque la emoción de entonces es igual a la de hoy.

Cinco años han pasado ya, desde aquel día en que asumimos la enorme responsabilidad de representar a éste cantón y a su gente.

Acudo a esta noche agradecido con Dios, la vida, mi familia y mi pueblo, el mismo que en su inmensa mayoría, confió nuevamente en nuestra propuesta para seguir construyendo diferencia, oportunidades, mejoras, progreso, bienestar y esperanza.

Hablamos entonces del valor de la confianza, y de la necesidad de fortalecerla de cara al ejercicio de la función pública para hacer realidad la transformación de nuestro cantón y hacer realidad los sueños de prosperidad de nuestra gente.

Alajuela es hoy ciertamente, un cantón diferente. A partir de su historia, como Gobierno Local hemos  trabajado con ahínco por reposicionarlo en su presente y proyectarlo hacia el futuro.

Somos parte de un régimen agobiado de exigencias, y cuya gestión resulta cada vez más trascendente en la atención de las necesidades de la gente, pero que sigue enfrentando la oposición de algunos que no creen en la descentralización como instrumento para fortalecer la democracia e impactar decididamente las condiciones de vida de los ciudadanos.

Quienes formamos parte de él,  llenamos nuestras horas de informes y requisitos en un país que ha sobredimensionado el control previo sobre los actos públicos, ha convertido en viacrucis la ejecución de obra y ha judicializado las diferencias, restándole tiempo y oportunidad al necesario pensamiento, a la creatividad y sobretodo a la acción.

Este es un país con enorme potencial, pero suspendido en el tiempo por discusiones estériles e interminables, obligado a sacudirse del marasmo agobiante y auto inducido que nos impide avanzar al ritmo que exige el mundo actual.  Un país que mientras siga haciendo las cosas de la misma manera, obtendrá los mismos resultados. Y por eso aquí en Alajuela, decidimos hacer las cosas de una manera distinta para hacer que sucedieran y sucedieran bien.

Sin aumentar los tributos, los ingresos municipales han crecido hasta cuatro veces en los últimos cinco años, las asociaciones de desarrollo y grupos comunales han sido reposicionadas y fortalecidas como piezas fundamentales en la atención de las necesidades de nuestras comunidades, la obra pública de impacto se ha impulsado, la construcción ha liderado los índices nacionales, creció la inversión privada, el dinamismo comercial e industrial y con ello la generación de miles de empleos que alientan la esperanza sobretodo de nuestros jóvenes en su presente y especialmente en su futuro.

Es precisamente esta nueva realidad construida a partir de una forma diferente de ejercicio público, la que nos obliga a dar un salto cualitativo. Es mi responsabilidad y la de todos los funcionarios municipales,  igual que lo es la de cada funcionario público de este país, reafirmar nuestro compromiso con la transparencia, la honestidad y el trabajo, para impulsar y atender los cambios que se requieren con urgencia venciendo la comodidad, el miedo, la inercia, la indecisión y la corrupción.

Ciertamente, Alajuela no escapa a la realidad de todos los cantones del país, enfrentando retos de décadas de un crecimiento desordenado y falto de planificación, que viene afectando nuestro entorno y la calidad de vida de nuestra gente.  Pregonamos un país verde con acequias, ríos y quebradas ahogados en desechos y botellas arrojados sin reparo por las mismas manos de quienes escriben exigiendo al funcionario público actuar.  Nuestro cantón también vive el drama humano de la inseguridad, de la indigencia y drogadicción y de cientos de familias sumidas en la pobreza viviendo en condiciones de precario, cuya realidad no podemos atender construyendo muros de separación, sino tendiendo puentes de comunión.

Es precisamente por eso, que hay que actuar ya y con mayor determinación y coordinación.

Aprovecho esta noche para felicitar a quienes forman parte de nuestro renovado Concejo Municipal,  a quienes hago un llamado respetuoso al diálogo permanente y a la concertación de ideas y voluntades.  Estoy convencido de que esta disposición ha sido parte del éxito que hemos cosechado, y que separarnos de esa ruta, haría todo esfuerzo desgastante y todo reto inalcanzable.  La realidad de hoy exige liderazgos no solo probados, sino con disposición de sentar en la mesa a todos los actores sin excepción, para generar las alianzas necesarias que nos permitan avanzar con sentido de urgencia.  La imposición por la fuerza de las agrupaciones políticas, es ya historia. Seguir construyendo con sentido inclusivo y participativo debe ser la regla a seguir.

Alajuela requiere de pensar en grande y de actuar en grande. Y requiere continuar aportando al país como lo ha hecho a través de su historia y de su gente.  Requiere también vencer los miedos que nos llevan a satanizar formas novedosas y probadas de alianzas público privadas e iniciativas de concesión que permitan dar solución a corto plazo, a muchos de los problemas que agobian la vida diaria y que concreten la aspiración ciudadana.  En ese esfuerzo también nos vamos a concentrar.

Fortalecer el valor de la confianza, generar aún mayor inversión y empleo, impulsar un ambicioso proyecto de obra pública, mejorar sustancialmente la prestación de servicios, transformar la estructura municipal, incidir en la movilidad urbana y en el transporte público, promover el deporte y la sana recreación el arte, la música y todo medio de expresión cultural, continuar fortaleciendo los grupos comunales, construir muchos más espacios de comunión, atender las necesidades urgentes de las clases menor favorecidas de la sociedad e incidir aún más en su bienestar y multiplicar resultados a partir de la promoción de planes regionales de desarrollo y unión de voluntades y acciones, son pilares fundamentales de nuestro trabajo durante los próximos cuatro años.

Aprovecho finalmente para agradecer a quienes han sito parte de esta historia de éxito. Al Concejo Municipal saliente, a la gran mayoría de nuestros funcionarios comprometidos en el cambio, a quienes desde la empresa privada han puesto sus ojos en nuestro cantón, invierten, crecen y producen, dinamismo y oportunidades; a las asociaciones de desarrollo y grupos comunales y organizaciones de voluntariado, a los grupos culturales y deportivos, a los medios de comunicación y a todas y todos quienes con su participación, han sido parte de este esfuerzo permanente.

Hago llegar a mis colegas Alcaldes y Alcaldesas, y Concejos Municipales e Intendencias a lo largo y ancho de nuestro país, mi saludo y mis deseos de que su gestión sea exitosa.  Del éxito de todos dependerá una mayor atención, y la legitimación cierta en el propósito permanente de fortalecimiento de lo local en lo que muchos confiamos…

Amigas y amigos…

Tenemos muchos planes y proyectos para el futuro. Nos entusiasma llevarlos a cabo.

Soy un hombre optimista por naturaleza. Lleno mi vida de entusiasmo. Me resisto a no hacerlo y a abandonar mis sueños, me resisto a dejar de construir, a dejar de transformar y a caminar, a dejar de hacer las cosas de forma diferente, a dejar de sembrar y de cosechar.

Esa ruta nunca ha sido ni será tarea sencilla, y siempre encontrará detractores y críticas en el no se puede. Pero es la ruta que Alajuela decidió emprender y de la cual no nos vamos a apartar.

No hace mucho visité una Escuela en La Garita, un grupo de niñas y niños se me acercó a abrazarme, y una en particular me preguntó si era bonito ser alcalde, le respondí que sí, acto seguido me preguntó que era lo mas bonito de serlo, y le respondí, esto, tener la oportunidad de estar aquí, abrazar a mi gente, compartir con mi gente, sentirme parte de sus anhelos y aspiraciones. Agradezco a la vida la oportunidad de mantenerme a su lado, al lado de mi gente durante todo este largo camino, y de reafirmar juntos, abrazados, la inquebrantable fe en un futuro de prosperidad, lleno de ilusiones que compartir y sueños que realizar.

Que Dios bendiga a Alajuela

Que Dios bendiga a Costa Rica

Muchas gracias!

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