¿A dónde va el dinero de las municipalidades? El caso crítico de Desamparados que no es extraño a otras municipalidades

» Por Luis Carlos Núñez - exregidor municipal

En tiempos de austeridad o como dice el presidente Chaves cuidando los cincos del pueblo, la ciudadanía de Desamparados enfrenta una realidad alarmante: sus recursos municipales parecen extraviarse en gastos que, por su volumen y frecuencia, invitan a la sospecha. Un análisis detallado de los contratos de la Municipalidad de Desamparados, obtenidos a través de SICOP el cual me fue brindado mediante consulta a la alcaldía de la Municipalidad de Desamparados, revela una preocupante tendencia: precios elevados en alquiler de maquinaria, contrataciones para eventos sociales y costos desproporcionados en impresiones y  así un sinfín de contratos que sos evidentemente inflados. Una señal clara de que urge fiscalización rigurosa.

Alquileres de maquinaria: el nuevo agujero negro

Uno de los rubros que más llama la atención es el alquiler de maquinaria. Por ejemplo, el contrato 2020CD-000055-0021600001 adjudicado a Esteban González Fonseca bajo la modalidad de “adjudicación en firme” no presenta el monto específico, lo que genera opacidad. Más adelante, se observa el contrato 2020CD-000068-0021600001 con la empresa Inversiones Rodatec S.A., por 6.330.000 colones, por un alquiler de maquinaria bajo contratación directa. En el mercado, el alquiler de maquinaria pesada como retroexcavadoras oscila entre ₡150.000 y ₡250.000 diarios, lo que sugiere que el monto pagado equivale a 25 o más días de alquiler continuo, una duración inusual si se consideran los plazos habituales de proyectos municipales esto no es casualidad sino la normalidad.

Se gastaron ₡2458201,72 en el mantenimiento de una vagoneta Mercedes Benz. Y en otros casos, ₡20 millones en mantenimiento de camiones recolectores. ¿No sería mejor cambiar los vehículos por nuevos si el mantenimiento sale tan caro?

Eventos y capacitaciones: festines presupuestarios

La capacitación sobre compostaje doméstico contratada en dos ocasiones, una por ₡18.000.000 (contrato 2020CD-000008-0021600001) y otra por ₡8.500.000 (2020CD-000009-0021600001), suma ₡26.500.000. Esta cifra contrasta abiertamente con lo que ofrecen ONGs y universidades públicas, donde capacitaciones similares se brindan por menos de ₡2.000.000 incluyendo materiales y logística, se han pagado hasta 500 mil colones por darle hospedaje a voluntarios internacionales, que fue el producto final obtenido por esto.

El pago de ₡5.861.900 por un programa de capacitación en formulación y evaluación de proyectos al personal municipal (2020CD-000053-0021600001), gestionado por el Instituto Centroamericano de Administración Pública, es otro gasto que, aunque vinculado a formación, sorprende por su elevado precio si se compara con otras instituciones públicas que ofrecen programas de actualización por la mitad de ese valor.

Festivales culturales y conciertos: la cultura sí importa… pero ¿a qué costo?

No hay duda de que la cultura y el entretenimiento son importantes para el desarrollo de los pueblos. Sin embargo, en Desamparados el gasto en actividades culturales, conciertos y contratación de bandas raya en lo escandaloso.

Por ejemplo, la contratación directa de bandas y grupos musicales para eventos municipales ha llegado a montos que superan fácilmente los ₡15 millones de colones por actividad. Esto sin contar gastos adicionales en tarimas, luces y sonido, que se suman al presupuesto como si de un festival internacional se tratara. Solo en la organización de una actividad cultural, el municipio adjudicó más de ₡20 millones, cuando la misma logística, contratada directamente por asociaciones culturales locales, no sobrepasa los ₡8 millones.

Pero lo más llamativo es la contratación 2020CD-000028-0021600001, bajo el concepto de “Incentivos Publicitarios”, que incluye actividades culturales y animación de eventos, adjudicada a RONALD ANTONIO FALLAS PAEZ por ₡1.158.300 y a DORIZ MARISOL PACHON IZQUIERDO por ₡1.824.224. Estas contrataciones se realizaron por contratación directa y no detallan en qué consisten los incentivos, qué actividades se realizaron, ni si el costo fue competitivo.

Al revisar el costo promedio de contratación de una cimarrona local o banda municipal en Costa Rica, los precios oscilan entre ₡250.000 y ₡500.000 por actividad. Sin embargo, la suma de estas contrataciones alcanza los ₡2.982.524, sin especificar cuántas actividades se realizaron ni los alcances. Esto genera dudas razonables sobre un posible sobreprecio de hasta un 100% en comparación con lo que paga cualquier comité comunal o asociación de desarrollo.

Estos recursos salen de los impuestos que pagan los vecinos, quienes muchas veces no ven esos mismos millones reflejados en aceras nuevas, calles pavimentadas o parques seguros. Mientras tanto, el dinero fluye para shows y espectáculos que muchas veces carecen de rendición de cuentas pública y de un informe técnico que justifique el uso del dinero.

El gasto es tal que en el último año se destinaron más de ₡100 millones en total para la realización de festivales, conciertos y ferias, muchas veces bajo la figura de contratación directa, sin concursos públicos que garanticen la mejor oferta económica.

Cultura sí, despilfarro no

Los eventos culturales son vitales para fortalecer la identidad comunal. Pero eso no justifica el uso desproporcionado de fondos públicos sin controles serios y sin asegurar que se busquen las mejores condiciones para el municipio.

Se necesita una fiscalización rigurosa y también reglas claras: ¿Por qué no priorizar la participación de artistas locales? ¿Por qué no realizar procesos abiertos de contratación?

Impresiones de lujo en papel couché

La impresión de 400 ejemplares de la Política de Igualdad y Equidad de Género, full color (2020CD-000015-0021600001), costó USD 1.579,50 (aproximadamente ₡850.000 colones). Esto equivale a ₡2.125 por ejemplar, un monto que supera ampliamente los precios comerciales, donde impresiones a full color, en cantidades similares, promedian ₡1.200 por unidad, según proveedores locales. Y esto es solo un ejemplo del despilfarro de la Casa de Derechos y unidades “progre” dentro del sistema municipal.

Además, el video de rendición de cuentas contratado en el proceso 2020CD-000007-0021600001, sin detallar el costo en el documento revisado, es otro ejemplo de servicios que podrían producirse internamente o mediante estudiantes de comunicación de universidades públicas, reduciendo el gasto en al menos un 70%.

Bolsas compostables: el costo verde elevado

Se compraron bolsas compostables por ₡15.660.960 (2020CD-000005-0021600001) a Corporación Decaprim S.A.. Una revisión en el mercado muestra que el precio por bolsa oscila entre ₡50 y ₡100, lo que lleva a preguntarse si la cantidad adquirida corresponde al precio o si hay un sobrecosto que debe explicarse.

Suma y sigue: un gasto sin freno

Otros gastos que destacan:

  • ₡20.000.000 en mantenimiento de camiones recolectores (2020CD-000013-0021600001).
  • ₡5.000.000 en un solo mantenimiento de un vehículo de carga (2020CD-000017-0021600001).
  • ₡245.8201,72 en mantenimiento de una vagoneta Mercedes Benz (2020CD-000048-0021600001), cifra que supera el valor de mercado promedio por servicios similares en un 40%.

Y lo peor muchas de estas reparaciones no duran ni un mes los vehículos reparados y tenemos que brincar a EBI y el costo es doble.

¿Fiscalización? Brilla por su ausencia

Este comportamiento de gasto revela dos cosas: o la administración carece de criterios técnicos claros de evaluación de precios, o se permite un descontrol financiero alarmante. La falta de concursos abiertos y la frecuencia con la que se recurre a contrataciones directas por escasa cuantía exacerban la falta de transparencia y crean el ambiente propicio para un uso ineficiente, e incluso dudoso, de los fondos públicos.

Planes reguladores y de ordenamiento: pagados, pero terminados por la propia municipalidad

En el contrato 2020CD-000001-0021600001, la Municipalidad de Desamparados adjudicó ₡16.500.000 al Grupo SACH CR Empresa Individual de Responsabilidad Limitada para el desarrollo del Plan Marco de Gestión Técnica para mitigar los efectos negativos de inundaciones urbanas del cantón. Sin embargo, el proyecto terminó siendo reformulado y ajustado por el propio equipo técnico municipal. Y por este plan se han pagado millones por trabajos que se han tenido que hacer una y otra vez y pagando todos los Desamparadeños por algo que nunca queda bien.

Esto plantea una pregunta fundamental: ¿para qué se pagó un monto significativo si el plan debía rehacerse internamente? El trabajo que ya había sido contratado tuvo que ser completado y corregido por personal municipal, lo que demuestra una duplicación de esfuerzos y recursos.

Según fuentes internas, el plan original no cumplía con los estándares técnicos requeridos ni ofrecía soluciones prácticas. La conclusión es clara: se pagó ₡16,5 millones por un servicio que la misma municipalidad podía haber gestionado desde el inicio, utilizando sus propios profesionales y asi hay millones de millones gastados en un plan regulador que fue hecho como 4 veces.

Un llamado urgente

Desamparados es solo el ejemplo más evidente de una enfermedad que aqueja a muchas municipalidades del país. Se requiere una intervención inmediata de la Contraloría General de la República y una vigilancia ciudadana activa para asegurar que los recursos lleguen a quienes verdaderamente los necesitan: las comunidades y no solo estar persiguiendo al gobierno central, cuando como decían nuestros abuelos el frío no está en las cobijas.

En tiempos en los que cada colón cuenta, ¿puede la ciudadanía seguir permitiendo estos dispendios? La respuesta debería ser un rotundo NO. Y la responsabilidad recae en cada pueblo de librarse de quienes tienen sumidos nuestros pueblos en el subdesarrollo.

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