La Caja Costarricense de Seguro Social ha marcado todo un hito dentro del marco de nuestro desarrollo republicano.
Y se comprende mejor su vital transcendencia al analizar las limitaciones que tenía Costa Rica en materia de salud, apoyo social y seguridad familiar antes de los años 40´s del siglo XX, entre otros, no había derecho a un salario justo, ni a pagos de horas extras, no había tribunales de trabajo, ni descanso semanal pagado, no había derecho a una jornada de ocho horas, ni a preaviso o auxilio de cesantía en caso de despido injustificado, no había pago si se faltaba al trabajo por estar enfermo.
El Hospital San Juan de Dios no daba abasto.
Era un hecho que quien llegaba a los 35 años sin tener alguna dolencia era considerada una persona con suerte.
Por ejemplo, las altas tasas de mortalidad por epidemias arrasaban poblados y barrios enteros, esa era la realidad nacional antes de 1940.
Si estabas enfermo solo había clínicas privadas y hospitales de caridad como el San Juan de Dios.
Algunos médicos de buen corazón atendían a una gran cantidad de enfermos por pura compasión.
Pero eran muy pocos los que daban este servicio humano.
El negocio era la medicina privada, por eso solo atendían a los adinerados o a quienes pudieran pagar sus altos servicios.
Es por eso que al tocarse la cuestión social a principios de la década de los 40 el gran capital lo vio como un asunto peligroso, no iban a soportar ninguna medida que disminuyera sus privilegios.
Los mismos ricos que apoyaron a Calderón Guardia para llevarlo a la presidencia se apartaron y se volvieron sus enemigos.
Contra todo la Caja Costarricense de Seguro Social ve la luz el primero de noviembre de 1941, hace 82 años.
Surgió de un acuerdo entre el gobierno presidido por el Dr. Calderón Guardia, Monseñor Sanabria y el presidente del partido comunista Manuel Mora Valverde.
¿Qué haríamos hoy sin el Seguro Social?…