Al conmemorar los 75 años de nuestra Constitución Política, me invade un profundo sentido de orgullo y agradecimiento hacia el legado que nos dejaron quienes trazaron los cimientos de la Costa Rica democrática. Este aniversario nos recuerda que nuestra Carta Magna ha sido un pilar firme, un bastión que ha sostenido nuestros valores de paz, libertad y justicia, y que ha permitido el desarrollo de un sistema que respeta y defiende los derechos de todos los costarricenses.
La Constitución de 1949 ha sido más que un documento jurídico; ha sido el motor que impulsa nuestra vida en sociedad y el escudo que protege nuestra identidad. Gracias a esta base, Costa Rica ha logrado ser un país ejemplar en la región, donde la democracia y el Estado de derecho son la norma y no la excepción. En un mundo que enfrenta constantes desafíos, nuestra Constitución sigue siendo una guía segura, y debemos protegerla de cualquier intento que busque debilitarla o menoscabar sus principios fundamentales. Esta defensa es responsabilidad de cada uno de nosotros y es un compromiso que asumo con convicción.
Sin embargo, debemos tener claro que proteger la Constitución no significa resistirnos al cambio. La misma Carta Magna contempla los mecanismos necesarios para su modernización y actualización, procesos que pueden y deben realizarse dentro del marco institucional, con transparencia y apego a la voluntad popular. Los tiempos cambian, y la realidad nacional también. Es legítimo plantear reformas que respondan a las necesidades actuales, siempre con el cuidado y respeto que un documento tan trascendental merece.
A la luz de nuestro sistema constitucional, debemos fortalecer la democracia a través del diálogo y la búsqueda incansable de consensos. En un país diverso como el nuestro, las diferencias de opinión son una riqueza que debemos valorar. Mi compromiso es ser un agente de diálogo, alguien que impulse la conciliación de posiciones distintas para construir una Costa Rica más fuerte y unida.
Cada uno de nosotros tiene un papel en este proceso. Al defender la Constitución, también estamos defendiendo el crecimiento de nuestro país en todos los aspectos. Que este aniversario nos inspire a renovar nuestro compromiso con los principios democráticos y a recordar que el camino hacia el desarrollo pasa siempre por el respeto, la paz y la justicia. Sigamos adelante, construyendo juntos el país que deseamos para las futuras generaciones.