10 ideas de Welmer Ramos sobre el desarrollo de Costa Rica que comparto plenamente

Henry Mora, diputado del PAC. Foto: Luis Madrigal / El Mundo CR

Erróneamente, se ha querido estigmatizar a Welmer Ramos como un pensador “economicista”, seguramente por su insistencia en que “no hay chocolate sin cacao”. Pero nada mas lejos de la verdad. Conozco a Welmer desde hace 12 años, y siempre le he reconocido su sensibilidad social y su humanismo de inspiración cristiana. De hecho, nunca le hubiera dado mi apoyo de considerarlo un “economicista”. Por eso quiero compartir con ustedes diez ideas acerca de las cuales he conversado y discutido con él y que comparto plenamente. En este primer artículo presento las ideas en general; en otro posterior (para no hacer este muy extenso), y con el aporte de quienes deseen sumarse, presentaremos las propuestas de cambios, de acciones y de políticas requeridas.

PRIMERA IDEA. Así como nuestros abuelos hicieron posible la gran reforma social, a nosotros nos corresponde sacar adelante la gran REVOLUCIÓN EDUCATIVA. Las bases están dadas: un significativo porcentaje del PIB dedicado a la educación, una gran cobertura lograda hasta el presente, una multitud de educadores y educadoras comprometidas, importantes centros de formación e investigación pedagógica, una juventud deseosa de contar con educación de calidad. Pero es precisamente en la calidad (nivel, relevancia, pertinencia) y en la equidad (acceso universal con calidad similar) donde estamos fallando, y la cobertura es aun insuficiente en preescolar, en el mal llamado ciclo diversificado y en la educación superior en general. La “revolución en la educación” es, de hecho, la columna vertebral de nuestra propuesta política, no como simple “requisito para la competitividad” (eso sí sería economicismo), sino como visión integral del desarrollo de las personas.

SEGUNDA IDEA. La defensa sin reparos de las LIBERTADES CIVILES E INDIVIDUALES. La libertad y la igualdad van de la mano, y sin ellas no puede haber desarrollo, como bien lo ha dicho Amartya Sen. La libertad de prensa, de libre expresión, los derechos humanos relacionados con la diversidad y la interculturalidad son irrenunciables. Fue un gran error (en verdad, una tragedia) de las revoluciones sociales de izquierda y de las dictaduras de derecha del siglo XX, haber reducido o suprimido las libertades civiles en nombre de “la colectividad”, del “estado de excepción” o de la “seguridad nacional”. Ningún desarrollo humano puede ser contrario al libre desenvolvimiento de la individualidad en sociedad.

TERCERA IDEA. Una ECONOMIA ROBUSTA, PLURAL Y DIVERSIFICADA. El desarrollo económico tiene que ser “desde abajo, desde adentro y hacia afuera”. Robusta en términos de su estabilidad, sostenibilidad y resiliencia; plural en cuanto a las formas de propiedad y de gestión empresarial (incluyendo la economía social y solidaria que sin motivo asusta a algunas élites empresariales), diversificada en términos de su estructura productiva y de su inserción en la economía mundial. Y aquí es donde entra aquello de que “sin cacao no hay chocolate”.

CUARTA IDEA. Acceso a SERVICIOS SOCIALES UNIVERSALES Y DE CALIDAD. La educación, la salud, la cultura, la recreación, la protección social, el cuidado, y también, EL EMPLEO. Insisto en el empleo porque creemos que el Estado y la sociedad no pueden desentenderse de las personas sin trabajo. En nuestra sociedad, el 80% de los ingresos familiares provienen de uno (o varios) empleo(s); por eso hay que renovar y fortalecer la figura del DERECHO DE CESANTÍA, para que las personas sin trabajo no caigan en la desesperación ni en la miseria, y que puedan encontrar otro trabajo lo antes posible. El Estado debe promover directa o indirectamente este derecho humano fundamental.

QUINTA IDEA. IGUALDAD DE GÉNERO. Siglos de sociedades patriarcales nos han marcado muy profundamente, tanto que hoy vemos en la Asamblea Legislativa diputadas oponiéndose a la ley de paridad de género. Pero la conquista de esta igualdad es otra gran “revolución social” urgente. Igualdad en la representación política, igualdad en el acceso a los servicios sociales, igualdad económica y social, igualdad en las tareas de cuido, etc. La igualdad efectiva de género es, de hecho, un indicador contundente del verdadero desarrollo humano de un país.

SEXTA IDEA. SOLIDARIDAD HUMANA Y CON LA NATURALEZA. Las diversas crisis del medio ambiente y de las relaciones humanas son hoy las grandes amenazas de la humanidad. Las primeras destruyen nuestro planeta, el único que tenemos; las segundas destruyen nuestra capacidad de convivencia. Si no recuperamos una relación armoniosa y sostenible con la naturaleza y si no recreamos nuestra capacidad de convivencia humana; nuestros días como especie estarán contados. Las soluciones son harto conocidas (desde la conservación y protección, la gestión racional de los residuos, el fin de la obsolescencia programada, hasta la urgente transición energética). Lo que falta es la capacidad de convencimiento y de llegar a acuerdos, y claro, de anteponer el bien común a los intereses de las grandes corporaciones.

SÉPTIMA IDEA. Un NUEVO CONCEPTO DE BIENESTAR. El crecimiento por el crecimiento no tiene ningún sentido. Este tiene que ser un crecimiento de calidad, congruente con el desarrollo humano. No podemos seguir entendiendo el bienestar como sinónimo de mas crecimiento y mas consumo; sino de mas calidad de vida, mas “tiempo relacional” (tiempo para las relaciones humanas), mas tiempo libre para la recreación y el desarrollo de la individualidad y el bien común. Esta es la tesis detrás del eslogan “Mas Costa Rica”.

OCTAVA TESIS. Un ESTADO SOCIAL FUERTE PERO NO OBESO. Existe un alto consenso de cuáles son los asuntos que el mercado no maneja adecuadamente y que demandan una decidida intervención del Estado: la pobreza y la cohesión social, la distribución equitativa del ingreso, una estructura del empleo que garantice la inclusión de todos y todas, el uso sostenible del medio ambiente y de la conservación de los ecosistemas y los equilibrios ecológicos necesarios para garantizar la vida, un desarrollo territorial equilibrado, la operación de mercados no monopólicos u oligopólicos, la universalización de los derechos humanos fundamentales, el acceso al conocimiento, el uso no fragmentario de las tecnologías, una inserción internacional no subdesarrollante. En estos campos la acción del Estado es decisiva e irrenunciable y demanda: una fuerte reforma tributaria progresiva y un cambio notable en la calidad e impacto del gasto y la gestión públicas.

NOVENA IDEA. Un SISTEMA POLÍTICO orientado hacia el interés general, la resolución pacífica de conflictos y la participación democrática más allá de los partidos políticos. La participación ciudadana no puede limitarse al sufragio universal, y la sociedad debe participar en la asignación democrática de los recursos públicos, comenzando desde el nivel local. En esta misma línea, los partidos políticos deben fortalecerse y transparentar su actuación, pero no deben ostentar el monopolio de la representación política. Urge que Costa Rica de el paso hacia un sistema político reflejado en el multipartidismo, en un adecuado equilibrio entre el “derecho de las minorías” y el “derecho de las mayorías” y en la emergencia de una ciudadanía participativa y crítica.

DÉCIMA IDEA. La lucha decidida contra TODA FORMA DE CORRUPCIÓN. Ningún gobernante, ningún juez, ningún empresario, ningún funcionario público, ningún ciudadano debe estar al margen o por encima de la ley. La corrupción todo lo carcome y todo lo corrompe, desde la cohesión social hasta los lazos familiares. La corrupción promueve el enriquecimiento ilícito al mismo tiempo que destruye vidas y relaciones humanas. Y no por ser la décima idea de la lista es la menos importante, al contrario, con toda razón es un tema fundamental en las preocupaciones de las ciudadanas y ciudadanos.

Si en alguna medida compartes estas diez ideas, te invito a mejorarlas, a unirte a nuestros grupos de estudio, a proponer soluciones y a VOTAR ESTE DOMINGO 9 DE JULIO POR WELMER RAMOS.

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