Limón, 22 jul (elmundo.cr) – El proceso de trámite de la propuesta de Plan Regulador del distrito de Cahuita en Talamanca, Limón dejó de lado el proceso de consulta a los pobladores del Territorio Indígena Keköldi requisito indispensable exigido por el Convenio Internacional 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en casos de decisiones estatales o de gobiernos locales que afecten a cualquier etnia.
Según ese acuerdo –suscrito por Costa Rica y que; además, constitucionalmente tiene rango superior a las leyes nacionales- “se garantiza el derecho de los pueblos indígenas y tribales a decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible su propio desarrollo económico, social y cultural”.
Costa Rica, como Estado miembro de dicho Convenio, se comprometió a realizar una adecuación de la “legislación nacional y a desarrollar las acciones pertinentes de acuerdo a las disposiciones contenidas en el Convenio” y cumplir con las obligaciones establecidas en el instrumento.
No obstante que el Convenio establece un deber del Estado de consultar a los Pueblos Indígenas previo a la aprobación de cualquier proyecto que pueda afectarles, durante el trámite del Proyecto de Plan Regulador, la Municipalidad de Talamanca nunca organizó consultas formales con los pobladores del Territorio Keköldi para escuchar el punto de vista de ese grupo indígena.
De acuerdo con Diana Rucavado, abogada especialista en temas indígenas, esa omisión representa “una grave debilidad de una propuesta de Plan Regulador que se ha querido tramitar a toda velocidad ignorando un requisito esencial, cual es el procedimiento de consulta libre, previa e informada del Territorio Indígena de Keköldi. Las personas indígenas tienen derecho a conocer de qué trata el Plan, y brindar su opinión sobre las propuestas del mismo”.
“Un Plan Regulador afecta la vida de toda la comunidad porque entre otras razones es el instrumento donde se dispondrá el tipo de uso que las Municipalidades le darán al suelo del cantón para el desarrollo de obras futuras. En este caso específico del Territorio Indígena Keköldi, nadie en el municipio se ha tomado el tiempo de informarlos sobre la elaboración de este Plan Regulador Costero, lo cual es una deficiencia sumamente grave que invalida todo el proceso. Esta omisión es aún más increíble si tomamos en cuenta que el Alcalde de Talamanca, Rugeli Morales, pertenece a la comunidad Bribrí”, manifestó Rucavado.
El Territorio Indígena de Kéköldi es una de las cuatro comunidades del pueblo Bribí, creada en el año 1977. Tiene unas 36 mil hectáreas localizadas en el corredor biológico Talamanca-Caribe administradas por la Asociación de Desarrollo Integral del Territorio Indígena Kéköldi.
Pueblo sin voz
Dulcelina Sánchez, miembro de la ADI Keköldi, indicó que el Plan Regulador impulsado por la Municipalidad de Talamanca afectará áreas de la zona costera de Cocles que se encuentran en proceso de devolución al territorio Keköldi de acuerdo a la resolución N° 04507-2019 de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia.
De acuerdo con lo señalado por Edward Jackson, también representante de la ADI Keköldi, la Municipalidad de Talamanca “en ningún momento ha contactado a la Asociación de Desarrollo para coordinar e implementar el proceso debido de consulta previa, libre e informada. La Municipalidad únicamente ha realizado algunas convocatorias generales para las comunidades costeras, sin observar las particularidades requeridas con el fin de realizar una consulta adecuada para los Pueblos Indígenas”
Talamanca es el más extenso de los seis cantones que componen la provincia de Limón con un área de 2,810 kilómetros cuadrados y el segundo con más territorio en todo el país después de San Carlos en Alajuela.