El brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qasam, difundió este sábado un nuevo video del rehén israelí Evyatar David, en una alarmante muestra de manipulación y propaganda. En la grabación, el joven de 24 años aparece cavando con una pala en un túnel, mientras pronuncia una frase escalofriante: “Estoy cavando mi propia tumba”.
David es uno de los 254 civiles que fueron secuestrados por la milicia palestina durante el ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel, una ofensiva que desató la actual guerra en la Franja de Gaza. Desde entonces, Israel ha respondido con una campaña militar por tierra, mar y aire, y ha mantenido un férreo bloqueo sobre el enclave, donde, según el Ministerio de Sanidad gazatí —controlado por Hamás— ya se registran al menos 169 muertes por inanición.
El estado actual de los rehenes sigue siendo incierto. De los 254 capturados, se cree que unos 50 permanecen en Gaza, pero solo una veintena estarían con vida, sin que se conozca su situación concreta. Hamás ha hecho uso constante de estos rehenes como herramienta propagandística para ejercer presión sobre el gobierno israelí y alimentar su narrativa bélica.
En la grabación publicada el viernes, también protagonizada por Evyatar David, se lo veía demacrado y visiblemente afectado, en paralelo a imágenes de niños gazatíes malnutridos. El montaje llevaba el mensaje: “Ellos comen lo que nosotros comemos”, un intento cínico de justificar la situación de los cautivos y de acusar al gobierno de Israel de su sufrimiento. “Se acaba el tiempo”, repite el joven en el nuevo video, eco de la retórica de Hamás para apremiar a Israel a negociar un alto el fuego.
Esto es desgarrador. Apenas puede sostener la pala. Su cuerpo esquelético. El espíritu quebrado en sus ojos. El miedo y la desesperación. Se nota lo débil y cansado que está.
D’os, dale fuerza.
Pregunto una vez más: ¿Dónde está la indignación del mundo? pic.twitter.com/Hcvknr6Yv5
— Dani Lerer (@danilerer) August 3, 2025
La publicación de los videos generó una oleada de indignación. Este sábado, familiares de los secuestrados se manifestaron nuevamente en la conocida Plaza de los Rehenes en Tel Aviv, convocados por el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos. La protesta fue organizada de urgencia tras la difusión de los materiales audiovisuales de David y de Rom Braslavski, otro joven israelí de 24 años en manos de la Yihad Islámica.
“El tiempo se agota. No sobrevivirán mucho más. No podemos soportar ni un minuto más sin traerlos a casa”, afirmaron los familiares en un comunicado que clama por una tregua inmediata que permita recuperar a los cautivos.
A la manifestación asistió el enviado especial de Estados Unidos para Oriente Próximo, Steve Witkoff, quien, según los organizadores, se reunió con las familias y les aseguró que la administración del presidente Donald Trump “tiene un plan para terminar la guerra y traer a todos a casa”. Sin embargo, no brindó detalles de dicha estrategia.
Lejos de sensibilizar a la comunidad internacional, la exhibición del sufrimiento de un joven rehén solo subraya la brutalidad de Hamás. En lugar de mostrar fuerza o legitimidad, expone sin disimulo su desprecio por la vida humana y su disposición a instrumentalizar el dolor como arma política.