Caracas, 28 mar (VOA) – Venezuela amaneció el jueves en su tercer día prácticamente paralizado, debido a la decisión del gobierno en disputa de Nicolás Maduro de suspender actividades laborales y educativas tras el nuevo colapso eléctrico que comenzó el lunes.
El ministro de Comunicación, Turismo y Cultura que responde a Maduro informó en la noche del miércoles de la suspensión de clases y jornada laboral este jueves. Además reiteró el argumento de que Venezuela ha sufrido el “más grave ataque terrorista de la historia”, a través de su cuenta en Twitter.
El miércoles por la noche, la gente gritaba de ira en la calle y algunos tocaban cacerolas en las ventanas de sus apartamentos luego que se produjera un nuevo corte de energía. Muchos lanzaron groserías y maldiciones dirigidas a Maduro.
Poco después, en una declaración telefónica difundida por la televisión estatal, Maduro denunció un supuesto ataque con fusil contra una subestación localizada en las cercanías de la central hidroeléctrica de Guri, que habría provocado un incendio y el segundo apagón del lunes.
Agregó que la “prioridad” de su gobierno es recuperar las instalaciones dañadas y reanudar el servicio en todo el país, por lo que decidió prolongar por tercer día consecutivo la suspensión de las actividades laborales y educativas, medida que apunta a reducir la demanda de energía.
“Gracias a los trabajadores de Corpoelec estaremos garantizando el servicio”, dijo Maduro, refiriéndose a la compañía eléctrica estatal. “Pero tendremos que aplicar un plan de administración de carga en los próximos días”.
Maduro no dio detalles del plan. Pidió a los partidarios que salgan a las calles el sábado, el mismo día en que Guaidó convocó una protesta.
En la capital venezolana numerosas estaciones de gasolina estaban fuera de servicio el miércoles.
PDVSA también anunció que activó un plan especial de suministro para “garantizar” el funcionamiento de los generadores eléctricos en el sistema de salud del país.
Después del gran apagón del 7 de marzo la situación se ha vuelto cada vez más desesperante para muchos venezolanos. Incluso se han registrado saqueos de negocios en la ciudad de Maracaibo.
Los apagones disminuyeron casi una semana después, pero muchas áreas solo han tenido energía de manera intermitente incluso después de que el gobierno dijo que el problema estaba resuelto.